lunes, 31 de diciembre de 2012

UN PELDAÑO MÁS




     Los años son como escalones arañados poco a poco a la escalera del tiempo. Entre peldaños de quita y pon transcurre nuestra existencia. Quita hoy sus reales de la tierra un año desventurado para el común de los que andamos por él; y, si a algunos no nos asoló en demasía, de bien nacidos es, para los que todavía algo poseemos, sumarnos siquiera con el pensamiento a la desgracia de los que nada les queda.

    Pone mañana ese tiempo esquivo un nuevo peldaño en su invisible escalera. A un año, el 2013, que con tan funestos augurios se presenta, con tan bélicos acentos y cantos y tambores de catástrofes inimaginables, sólo cabe, y es lo que nos queda, plantarle cara contando con que no hay mal que cien años dure, y en la larga espera ya llevamos otros tantos consumidos.     

jueves, 27 de diciembre de 2012

LA FELICIDAD DE ESTAR VIVO




     Son fechas en las que las felicidades, su deseo, nos saluda aquí y allá, como una lluvia de parabienes que no cesa, y que escasamente, pese a la buena voluntad de los que nos las desean, va a cambiar el curso de nuestro destino. Con similar profusión, para no ser menos, las prodigamos nosotros, cumpliendo con la tradición y el calendario. Es algo que, sin duda, se agradece, aunque suene más  a rutina que a una promesa que queda lejos de nuestras manos.

        En realidad, más que pedir para todo un año, conocida la fragilidad de los tiempos y de nuestra existencia, sería prudente conformarnos con algo menos: pedir para sólo un rato, por mínimo que sea, en el que reír con un amigo,  emocionarte con una canción, estremecerte con un poema, vibrar con un libro, ser parte de una melodía, de un amanecer, decir te quiero a quien te quiere, en el silencio amar a quien te ama, crecer un ratito con los tuyos, sin esperar otra cosa sino que la vida te vaya concediendo otros ratitos, otros minutos, otros momentos, porque en eso, en ese tránsito,en ese soplo divino, más que en cualquier otra ambición, se esconde la eternidad. 




lunes, 24 de diciembre de 2012

UN CUENTO QUE NO ENVEJECE





     Tan callando, como decía Jorge Manrique llegaban y se esfumaban las cosas mundanas, sin eximir a la propia vida, se nos ha echado encima la Nochebuena, llena de sol, pero con menos risas que otros años. A cuenta de las fechas y de la situación actual, se nos  queda prendido unos momentos en la memoria una de las historias que más nos impresionaron en nuestros tiempos de aprendiz de lector: los Cuentos de Navidad de Dickens, una soberbia historia en la que se mezclan, como en todos los grandes relatos, la realidad, la ficción y un hálito que sobrecoge, habida cuenta de que, al menos nosotros,  algunas noches posteriores a la lectura las pasamos en vela, esperando la venida de algún fantasma vengador, que todo lo creíamos posible, sin tener nada especial que nos remordiera la conciencia.

     Ocurre que una legión de Mr. Scrooge, el insaciable avaro,  el protagonista del Cuento campean a su gusto por los predios españoles. En su afán por atesorar riquezas, esta canalla, hurta, expolia, corrompe y empobrece más si cabe a quien ya lo era, por parecidos latrocinios sufridos con anterioridad. Lo peor de esta historia real, es que ningún espíritu vengador vendrá del otro mundo ni a tomar venganza, ni siquiera a hacerle pasar unos días en prisión.


sábado, 22 de diciembre de 2012

PARA JUEGO EL DE LA VIDA




        Contemplando esta   mañana, mientras desayunábamos, los rostros ensimismados de gran parte de los clientes del bar, pendientes de la pantalla del televisor que transmitía el sorteo de la lotería de Navidad, -que por tener ilusiones que no quede, aunque pocas veces se cumplan-, nosotros que poca fe tenemos en los juegos de azar, nos distraíamos, entretanto, pensando en otro símil que jugoso presentaba la pantalla: el bombo, tan redondo, es un trasunto del mundo, que al igual que aquél da vueltas y vueltas, sin parar; las bolas, los números, que poco más que eso somos en el orden del universo,  los humanos, sometidos a los vaivenes con que ese mundo nos agita y expone a venturas y desventuras durante toda nuestra existencia. Como a aquéllos hoy, a tontas y a loca, sin ninguna regla, sin ningún fundamento que no sea estar dentro del mundo, la fortuna se deja caer alguna vez sobre la vida de alguien; un juego al fin y al cabo, como el de la lotería, nuestras perecederas vidas, sería la conclusión, con lo que no descubriríamos nada nuevo, ni, que conste, lo pretendemos. Es que acordes con el día, andamos de juegos y loterías en esta mañana un si es no es veraniega; y quién lo diría para estar a últimos del último mes del año, cosas de ese azar con que, de vez en cuando, le gusta enredar la naturaleza.

viernes, 21 de diciembre de 2012

SALUDEMOS AL INVIERNO





     Con impensados mimos y carantoñas, ha irrumpido de bruces un invierno que lo es sólo de nombre y tradición: no hay nieves en las cumbres, ni charcos en el suelo, ni amenazantes nubes pardas; ni azotan vientos desatados, ni asustan afiladas escarchas; es más, en el otrora ortodoxo tablero del tiempo, para hacer patente todas las ausencias de un insólito calendario. se ha colado un desquiciado sol. al que, ya puestos a transformar un escenario de despropósitos, achucha exudaciones y amontona fulgores.

     No, no se extingue la vida y con ella nuestro mundo, pero quizás habría que prestar algo de caso a estos calores y a estos disfraces del tiempo, que puede que, si no el fin de lo conocido, anuncien catástrofes, tifones, inundaciones o temblores de tierras,  en no importa qué lugar del universo. Y como no es nuestra intención fastidiar estas fiestas, tan cercanas, a nadie, optemos por saludar al invierno; sobre todo, porque uno y esperemos que todos los que leen estas desmañadas líneas, hemos tenido la fortuna de llegar más o menos sanos al comienzo de su reinado. 

jueves, 20 de diciembre de 2012

EL OTOÑO SE NOS VA





     No parece darse cuenta esta tarde otoñal de que el invierno acecha inamovible a sus puertas esperando imponer su autoridad de niño adusto y malcriado, y ya  con las sombras de la noche, que tan súbito se precipitan,  esparce miel y gollerías por la ciudad. Miel y gollerías no falseadas, hoy que todo se falsea,  son para nosotros esas mansas brisas que arrastran hasta aquí, generosas,  climas lejanos de extrañas y perdidas ciudades, como la nuestra. Todo se mueve a esta hora, poco más de las siete, envuelto en dorada luz en la que brinca más que nunca la piedra rosada de los sillares del Puente, para sumar un grado más de sosiego, de placidez, de sueño, a una tarde, a una estación que huye sin querer huir.

          Mucho ayudaría el silencio a nuestro éxtasis, si no fuera porque una pandilla de amigos, andan con sus chismes y patinetas rompiendo con descaro, a plena luz, con tremendos golpes y circenses piruetas todas y cada una las losetas de la plaza España. No sabemos si es un juego permitido o no, pero sí bastante  triste el descomunal destrozo que se oye a leguas de distancia. Malos tiempos corren, pero más lo agravamos cuando nadie pone nada de su parte, para poner remedio a  desaguisados como estos,   que repararlos nos costará los cuartos a cada quisque, a cada bolsillo,  de los que a estas benditas tierras habitamos. 



       

miércoles, 19 de diciembre de 2012

ÁRBOL CON GATO




A este árbol de cuantiosas ramas y probada fortaleza y altura, sin ninguna hoja, que todas  las barrió a capricho, displicente,  un otoño de irisados aguavientos, le ha nacido un gato. Allí surgió una mañana en que la niebla había dejado sin paisaje al lugar, sin contornos, ni horizontes ni colores, sin nada. Sus ojos,  de eterno vigía, escrutadores,  cuando se despejó aquélla fue lo primero que descubrió el lugar antes de recobrarse del miedo de una ceguera de nubes ocupando terrenos que no era suyos. Desde lo alto, protegido por una docena de  brazos que hienden el aire mostrando su vigor, altaneros, el mundo, la vida que pasa se ve de otra manera, como en un cielo propio del que se es el rey, sin huir de nada, dejándose acunar por sonidos que abajo no suenan, por auras que abajo apenas susurran ni mueven, allí se ha instalado este gato, sin edad ni dueño, sin dar cuentas a nadie, que esa ventaja posee. 

martes, 18 de diciembre de 2012

ESTÁ DULCE LA MAÑANA





     Está, como quien dice, de dulce la mañana, miel destilando,  de inesperada placidez, por no hablar de una belleza deslumbrante, a poco que nos detengamos a contemplarla. Unas nubes que, por una vez, en muchas semanas, no son portadoras de agua, sino que se despliegan, casi transparentes, ornando un paisaje en el que obcecadas lluvias han transformado en un océano de verdes esmeraldas, por el que se deslizan, gozosos, los rayos de un sol que calienta en demasía, que se diría errado de fecha y estación.

      Conclusiones que, sin ninguna intención oculta, saca uno de esta primaveral mañana, es la de que, al menos el tiempo, la naturaleza, no anda recorriendo parecidas vicisitudes que la actual de los humanos,  para los que es nula la suerte de tener ni un momento de sosiego, y que cada hora es peor que la anterior. Para no sumirnos en un pesimismo que a todos nos va ganando, acojámonos el ejemplo que nos brindan días como estos, y a esos cambios luminosos, y, en fin, a esperar  que, también, como en la naturaleza, algo de esa mudanza, tan ardiente, tan gloriosa, nos llegue.

sábado, 15 de diciembre de 2012

TRASPLANTADA BELLEZA





     Me contaba todavía sorprendido un amigo natural de nuestras tierras, la conmoción que recibió hace algún tiempo, cuando de visitando la zona costera de Estados Unidos próxima a Los Ángeles, bañada por el mar Pacífico, vio con increíble nitidez, a unos kilómetros de distancia destacarse la torre de nuestra iglesia de Santa María. Achacó a la nostalgia de su ciudad, ya que llevaba años residiendo en aquel país, la visión de onírica fantasía; mucho más puesto que lo que veían sus ojos, o su acalorada imaginación, no era una torre única, sino dos idénticas. Lo que no le cupo duda fue de que era la torre de nuestra Colegiata lo que divisaba; de que soñara o estuviera despierto no tanto.

     Ya al pie del monumento, La Casa Grande, la más loca obsesión, entre las muchas que le acompañaron en vida al magnate William Randolph Hearsrt, -el que tanto contribuyó con las falsedades, en su propia prensa, a que Estados Unidos declarara la guerra a España y que perdiéramos Cuba-, mi amigo pudo comprobar que lo que presumía ilusión de sus sentidos, no lo era; ni casualidad la presencia de las torres rondeñas a miles de kilómetros de su lugar natural, sino el empeño mayúsculo de Hearst, enamorado de su rara belleza, en una región donde había miles de otras hermosas, de que ante la imposibilidad de gozar de la original,  también luciera un trasunto de la imagen allí, para siempre, en sus posesiones de  rico caprichoso. 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

AGRIO SABOR DE BOCA





     Un agrio sabor de boca nos deja ese informe europeo que alerta de que los niños españoles leen poco o no leen nada en su etapa educativa primera, y de que numerosas naciones, una legión en realidad, se encuentran en este índice de actividades que marcan el futuro progreso de un país, dándonos sopas con honda; o lo que es decir, encaminando a su infancia, con sabio criterio, por donde nosotros no lo hacemos o lo hacemos de pena.

      A los que nos falta vida el día que un libro no descansa una hora o varias en nuestras manos, gozando con su contenido, no puede más que producirnos lástima este patético desfase, en clara relación, si se mira bien, en el nulo aprecio y desinterés con que se trata todo lo relacionado con la industria del libro. Falta no hacía, desde luego, que nadie viniera a decírnoslo, porque en la calle y en todos los lugares de nuestras ciudades está muy presente esa incultura a manos llenas. Recogemos hoy lo que con tan mala maña sembramos ayer.

domingo, 9 de diciembre de 2012

DÍAS OTOÑALES




     A estos días otoñales, a los que un suspiro se los come, de pródigas y cansinas heladas, y redondas lluvias de volatineras hojas, lo que les pasa es que se apuran por compensarnos del helado mordisco de las penosas madrugadas. Aduladores, nos saludan a poco tardar, cuando ya bien se distingue todo,  con soles de cuentos de hadas y cielos que para ganarnos  se disfrazan de lo que no son ni pensaban.

     El reto sorprende a un pájaro aterido que no encontraba acomodo en ningún lugar de la calle. Canta alborozado sin creérselo del todo. Al reverbero de luces que le atosigan ahora, despierta un tejado y se despereza, abriendo los centenares de ojos de sus pardas tejas. Con ellos avizora ya sin miedo a la ciudad, algo dormida todavía, porque a ella, a sus miles de viviendas, que se arrebujan huyendo de nocturnos miedos,  no es tan fácil arrancarles de un sopor que parece no se va a ir nunca.      

viernes, 7 de diciembre de 2012

QUE NO NOS QUITEN EL CAFÉ DE LA MAÑANA.





     Una de las cosas que poco cambian, sea cual sea la estación, invernal, otoñal, como ahora, o veraniega, es la del refugio, nada más echarnos a la calle, que nos prestan los bares de un sano acicate para ponernos en marcha con un cierto optimismo para toda una larga jornada.

     Diríamos más: con la carestía, en aumento desbocado, de la vida y la economía, la nuestra y la del país, en plena vorágine, los desayunos, o el imperecedero café mañanero, de precio todavía asequible, ha venido a sustituir a las copas y al tapeo, ya insostenibles para la mayoría,  que fue siempre un gozoso preludio andaluz ante de los almuerzos. Consecuencia de lo cual, igualmente, ha cambiado de situación y hora las tertulias y charlas que se han vuelto más tempraneras, pero no menos animadas, que es un entretenimiento barato y muy nuestro.  Lo único capaz de amargarnos este rato delicioso, es la idea de que en un corto plazo tuviéramos que renunciar a ello, como ya hemos hecho con tantas y tantas cosas, que nos alegraban la existencia no hace nada.

martes, 4 de diciembre de 2012

PABLO HA VUELTO A RONDA




     Con días nublados, como el de hoy, y brisas tan gélidas como las que se han instalado en nuestra ciudad, lo que desvergonzadamente hace el frío ahora es desgarrarnos sin piedad las partes descubiertas de nuestro cuerpo; más que nada  el rostro, proa casi siempre expuesta al aire que sople. Lo cierto, diríamos, es que no basta para salir amontonar ropa de abrigo encima de nuestra naturaleza, toda es poca, pero incluso así no sería desatino, cuando se sale, tras cierto tiempo, buscar refugios en lugares cerrados, en los que fluye el cálido rumor de las calefacciones 

     No por este motivo, pero, contando con él, como desde hace unas semanas debíamos una visita al Museo Peinado, hemos dirigido nuestros pasos, esta mañana invernal de aúpa,  a sus espléndidas salas, más hermosas que nunca ahora que Picasso ha entrado, para quedarse parece, por sus puertas. 

      Como un pasmarote se queda uno contemplando la colección de grabados y cerámicas, cada uno una sorpresa de color e ingenio que toca a lo más hondo de nuestra sensibilidad. Más convincente que ninguna otra explicación que pudiéramos dar, nuestro consejo es que se vaya a ver todo ese impresionante  mundo presente en la sala que el Museo dedica al nunca bien ponderado y universal artista.

      Tiene Picasso, por otra parte, bastante lazos con Ronda; no sólo los ya sabidos de su fraterna amistad con Joaquín Peinado, sino, asimismo, otros de menos divulgación,  como el hecho de que nuestra ciudad le era conocida de niño, ya que su padre, cuando existían menos medios de luchar contra el calor agobiante de la capital, huía de ella, trasladándose con su familia a pasar los veranos en alojamientos rondeños. En fin que suena a gloria eso de que "Picasso ha vuelto a Ronda", porque es lo que ha hecho. Nuestro agradecimiento, por ello,  a la persona que ha tenido la visión de hacerlo. Y de eso su directora, sabe mucho.



     


sábado, 1 de diciembre de 2012

CON DICIEMBRE DE LA MANO




     Del vagón de cola de un desventurado año, envuelto en helados pañales, se ha caído su postrer fruto: diciembre. Con singular fuerza adhiere su gélido soplo a nuestros ateridos cuerpos, como si anunciara a voces: "aquí estoy yo para lo que gustéis";  en realidad, su advenimiento llega para alborozo de los que no asusta  el frío, con su tiritera, ni tampoco el tiempo hosco desmelenado,  sino que lo prefieren a cualquier otra atmósfera; o, por el contrario, para desconsuelo de los que en su salsa se hallan con calores ingentes y cielos impasibles, y no con los que se  aproximan a grandes zancadas, y a los que, entendemos, chicos y mayores harán bien en  no perder de vista por las aflicciones que puedan traer a nuestra salud.

     Por lo demás, aquí, como de costumbre, estamos, pidiendo con sumo fervor a todos los dioses del Olimpo que de una puñetera vez el año acabe, puesto que no ha sido, el que todavía nos zarandea, de grato recuerdo para la gran mayoría de los que por este país, en pleno hundimiento, andamos. Con la esperanza vivimos del que venga nos traiga, en mayores dosis, algo de esa prosperidad, paz y tranquilidad que tradicionalmente por estas fechas se solicita. 

        

jueves, 29 de noviembre de 2012

ESE IMPREVISTO HELOR




      A este noviembre tan pródigo en aguas, de las plácidas y las tormentosas, de infinitas nubes siempre en transformación, no podía faltarle para mostrar todo su carácter un poco de frío; y así sin previo aviso, sin recorrer escalones que ayudaran a vislumbrar lo que se avecinaba, se ha dejado caer aquél sobre nuestras cabezas con la solemnidad y peso más propio de sus congéneres de invierno, que no de uno otoñal.

     Dicen que tanto el hambre como el frío aclaran las ideas, pero como no se trata ahora de aclararlas, que de poco serviría, sino de apaciguar una y abrigarse para soportar el otro, horribles tiempos se presentan para los que carecen de medios para combatir ambas necesidades.  Haya sol, al menos, que algo aminora los rigores invernales, ya que pedir remedios para satisfacer los estómagos de los que lo pasan mal es obligación de gobernantes y estos, no descubrimos nada nuevo, brincan gozosos por otros derroteros enfrascados en sus disputas, que no son grandes a la hora de ponerse de acuerdo para sus cosas, no las que azotan al pueblo.


lunes, 26 de noviembre de 2012

MIRADAS QUE CONSUELAN




           A este noviembre de dorados perfiles y de intensas aguas, no creemos que haya que reprocharle nada.   Cumplió con lo que de él se espera, con copiosas lluvias y modosas temperaturas. Y si aquéllas causaron daños en determinados casos, habría que ver qué culpa le cabe al hombre en los estropicios, ocupando terrenos de desahogos de arroyos y ríos. Triste en cualquier caso, que víctimas tradicionales sean, ineludiblemente, los más débiles.

           Se nos va ya, de todos modos, el mes y para los más sensibles a su encanto, que lo tiene y mucho, no habrá mejor despedida que abarrotar nuestra mirada con ese esplendor irisado, salvaje en ocasiones, pura melodía en otras, despliegue placido las más, que despiden muchos de nuestros rincones, como el que muestra la foto, sacada hace unas horas. La mano del hombre y la de la naturaleza unidas como nunca, como debería ser siempre, para mostrarnos con ese desfile de piedras, de artesanal obra, de honduras, inciertos brillos, apagadas luces y desbordamiento de colores que hay momentos, que hay miradas, que compensan de cualquier calvario pasado, aunque no sea el caso con el que, en general, instalado sin intención de irse,  se está viviendo.  


viernes, 23 de noviembre de 2012

TEJERINGOS PARA ESPABILAR EL DÍA




     De nuestro léxico andaluz, como tantas otras palabras que nos ha arrumbado la globalización, hace tiempo que ya huyó la de tejeringo. Ruda, casi impronunciable, extraña, tanto que a pesar de su, aún, inclusión en el diccionario vigente de la Lengua, nos la rechaza el particular que manejamos en el ordenador e, incluso es un término que no presenta el riguroso de María Moliner. Para los mas viejos, sin embargo, nos sigue sonando más familiar, más nuestro, más apropiado que el de "churros", porque su misma rudeza, su longitud y vigor coincidía con el del alimento que consumíamos, de prieta masa frita, grueso y generoso.

     Con cualquier denominación, lo que no cabe duda es que ha recuperado el auge de nuestra niñez. Las razones son obvias: eran aquéllos tiempos de hombruna y dureza,  y, asimismo, caminan los actuales hollando parecidas sendas. Si se quiere compaginar el bolsillo con la satisfacción plena de nuestros estómagos, lo que todos buscamos, no hay desayuno más certero.  




   

miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿BANDIDOS EN EL XIX?




     Sin duda la llamada sociedad del bienestar, que fue y sigue siendo, pese a todo, de opulencia para muchos felones, definitivamente ha pasado a mejor vida. Sin ahondar en otros aspectos, no hay  más que darse una vuelta por nuestra calle principal y ver la cantidad de locales vacíos, con la etiqueta de venta o traspaso encima de sus escaparates, desnudos de objetos, en sitios y esquinas privilegiadas que en otro tiempo eran fuente seguras de ingresos, para dueños y contratantes. Item más: la de pedigüeños que surgen a cada paso, cuando no, como hoy la presencia de huelguistas que claman contra despidos o por una mejora en sus condiciones de trabajo, esta vez los galenos del Mir en las puertas del Ambulatorio.

     Como a los que toca hacer examen de conciencia, a los causantes si no de la crisis en su totalidad, sí de su profundidad y duración, más se empeñan en no desprenderse de ninguno de sus privilegios que en buscar remedios, la tragedia que se está viviendo en muchas familias por descomunal que sea, es nada para lo que nos espera; porque ningún asomo de luz alumbra en este descarnado horizonte, pura indigencia de un país, el nuestro, desde luego,  en plena decadencia. ¿Bandoleros en el XIX? Simples aprendices con los actuales, con la diferencia que aquéllos de otros tiempos daban la cara.



  

lunes, 19 de noviembre de 2012

PROTECCIONES QUE NO LLEGAN, SINO TODO LO CONTRARIO.




     Triste coincidencia es la de que habláramos del Puente hace sólo unos días y que hoy por un problema mayor repitamos protagonismo de nuestro venerado (o debería) monumento. Algún conductor imprudente según todos los indicios, descargó su ebriedad o su ira estrellando su vehículo contra el pretil del Puente con velocidad y energía suficiente como para desplazar parte de él abriéndole una prolongada herida.

        Si ya nos acongojaba la cercana visión de la Casa del Rey Moro hasta el cuello de andamios, mostrando también sus sucias entrañas, por no hablar del empequeñecido entorno de la plaza de España, ahora pasto de coches en gran parte de su superficie, qué decir del lastimoso escenario actual, que ya de paso nos da lugar a varias consideraciones:

          Primero. Hora sería ya, por parte de quien corresponda, de asumir la responsabilidad de dedicar unos minutos a estudiar el estado del pretil del Puente. Unos siglos de su presencia pasan factura cualquiera que fuera la fiabilidad de su firmeza primera. La piedra está corroída en gran parte de él y bien merece una cura, cuando tanto dinero malgastamos desde hace unos años en obras no sólo innecesarias sino que están transformando para mal, y con poco remedio, la belleza original de nuestro urbanismo.

           Segundo. Solución compleja entendemos que es intentar aminorar el tráfico por el Puente, pero bueno sería que técnicos y expertos de los que se ganan la vida con estas cosas y paga el pueblo se esforzaran por buscarla,  o un día no muy lejano nos llevaremos una sorpresa de las mayúsculas y eso sin que medie ninguna embestida como la que comentamos. Demos tiempo, y no mucho, al tiempo.



   

  
   

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL PUENTE Y SUS ACERAS





      Con un noviembre que no quiere pasar desapercibido, hoy ha sacado a relucir otra de sus recias armas otoñales y un viento bravucón como el que más se ha encargado de refrescarnos el rostro cuando no de desbaratar todo el mimo que habíamos puesto, como cada mañana, en que los cabellos en nuestra cabeza surgieran con un mínimo de orden.

     Ya decimos que este noviembre quiere dejar huella y si no contemplemos a nuestro Guadaleví, todavía manando leche, por la blancura de sus aguas y el clamor de su caudal, más revuelto y veloz que nunca, todo como consecuencia de esa reñida lid que en estos pasados día emprendieron cielos desatados y tierras encrespadas. 

     Hablando de agua, bien nos vendría que alguien se detuviera a pensar que las aceras más concurridas de nuestra ciudad, y con mucho, son las que alberga el Puente Nuevo, y que con cualquier lluvia, por pequeña que sea, cada losa, cada superficie de ellas da cabida a un charco, imposible de evitar. Los millones gastados en darle un giro patético con el antiguo ayuntamiento a la plaza de España, no sirvieron siquiera para lo que verdaderamente pedía a gritos un remedio. 




lunes, 12 de noviembre de 2012

UN HOTEL EN CELEBRACIÓN




     Por mero azar y sin ningún propósito que sepamos de los dueños, los actuales y los venideros, (la cadena hotelera Catalonia), han venido a coincidir el año del centenario de la estancia de Rilque en el hotel Victoria y la laboriosa remodelación de éste.

     Si exteriormente la vistosa imagen de foránea arquitectura no ha sufrido grandes transformaciones, aunque algunas nos tememos que hay, de puertas adentro, como cierto amigo me indica, es como si para el trazado de los interiores se hubiera tenido como modelo la seudo modernidad y  fea simpleza de Ikea. Habitaciones y espaciosos han perdido de una tacada ese aire intimista, diciochesco y una atmósfera poética que era tan afín a las hechuras de una edificación que tenía su razón de ser en trasladarnos con su contenido a otra época.

     Modernizar el hotel y sus instalaciones, y seguro que era necesario, no significa echar por alto toda una herencia digna de conservarse, cuando muy bien pudiera haberse hecho la mismo con mejor gusto y sin dañar lo existente. Horrible celebración, y lo malo es que este infausto despropósito no es cuestión de un día sino que nos acompañara ya para los restos. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

CUANDO BUSCÁBAMOS A NOE




     Cuando ya nos preguntábamos si lo que nos sobrevendría sería otro fin del mundo, con las aguas impetuosas como verdugo bíblico y sin el asidero de un arca gobernada por un vetusto Noé para resguardarnos, la naturaleza hoy nos dio otra lección más de quién es la que manda, con un día en el que, precisamente, por los muchos tenebrosos que le habían precedido, lució más cuanto da un poco de color a nuestras fugitivas vidas: aves, árboles, cerros, y auras purificadoras capaces de llevarte en andas si las aspirabas.

     Un otoño especialmente lluvioso es el que nos está acompañando, de aguas tormentosas y profusas, casi como le corresponde;  y al que, en modo alguno hay que culpar de la destrucción que, en muchos casos, están dejando aquéllas tras su paso, y sí al hombre, eterno maquinador de males, que ha construido a conciencia donde no debía, obstruyendo salidas y desviando cauces. Nada nuevo, como tampoco lo es el de culpar a quien poca culpa le cabe.  


martes, 6 de noviembre de 2012

LIMPIEZA CON SESO Y OTROS DESAHOGOS




     Testigos ocasionales en nuestro paseo matinal de la presencia de una grúa y su descomunal brazo en el suelo del pretil del Puente, nos enteramos más tarde de la limpieza llevada a cabo en los vastos y agrestes dominios de nuestro abismo. Tan despreciable es tomar a éste como recipiente de inmundicias y desechos de amplia factura y tamaño, como notable el esfuerzo y dedicación con que personas que  pertenecen al gobierno municipal, así como otras que no lo son, ponen sin límites para mantener sin mácula un escenario que es la capital atracción de nuestra ciudad.
     Encomiable y ardua limpieza, repetimos, la mencionada. Ojalá, en cualquier forma, que con la misma presteza de quitar y llevar, se pudiera despojar a nuestro universal Tajo de todas las construcciones de variadas formas y tamaños que, surgidas en nada de tiempo, han transformado un venerable paraje natural en pedestre urbanización de nuevos ricos o de políticos aprovechados. Pura utopía, pedimos, cuando certeza tenemos de que gente de postín hacen cola, piqueta en mano, para tomar suelo y superficie ya dicha como jardín de su casa.   

sábado, 3 de noviembre de 2012

UNA CORDURA EXTRAVIADA




    Un poco de cordura nos parece ha puesto la Consejería de la Junta andaluza, pronunciándose sobre el más que preocupante proyecto de construir en suelo del Castillo adentrándose, si ya no estaba, con escaleras mecánicas y todo (¡qué barbaridad!), por un amplio espacio de la ladera del Tajo. 

     Al no ser vinculante el informe, no es que signifique mucho, pues, por experiencia anterior en casos parecidos ya sabemos cómo cambian estas cosas y los tejemanejes que se cuecen entre bastidores.  En verdad, más  allá de emitir un juicio lleno de sensatez, una sensatez que parece haber abandonado a otros estamentos locales que no sólo no condenan la construcción sino que la aplauden, la mayoría de los rondeños, al menos, tenemos la momentánea conformidad de que en algún lado se nos oye. Esperemos que no se quede, como otras veces, en simples palabras esas declaraciones esperanzadoras.


jueves, 1 de noviembre de 2012

EN NOVIEMBRE ESTAMOS





     Impregnada aparece esta mañana primeriza con una melancolía que, como racimos de vides en agraz, se prende a ella y que está presente en cada objeto en cada casa, en cada tejado, en cada persona que, sin prisa, abstraída en sus pensamientos, pasa de vez en cuando por la calle, abrumadoramente solitaria por ser festivo. y a la que contemplamos, también sin premura, absortos, igualmente, en mil cosas que no hacen daño, pero que en el fondo desgastan el ánimo, el espíritu.
   
      Eso ocurre con este noviembre de nombre sonoro: que te seduce con cielos por los que merodean nubes de ensueño y horizontes gloriosos, que dejan a uno boquiabierto; pero que, con similar presteza se encarga de dejar sin brillo, con lúgubres tonos, a todo un paisaje no hace tanto tiempo eufórico de hirientes luces. Una tristeza que, sin grandes motivos, aunque pocas veces faltan, acaba por atraparnos. Quizás, como remedio de andar por casa, más nos valga concentrarnos en esos divinos cielos, nubes y montañas, ahora que se transforman como nunca, y no pensar en otra cosa.

domingo, 28 de octubre de 2012

RELOJES EN PARO



     Por si no tuviéramos bastante con los cambios atmosféricos, bien gordos, que nos procura  un otoño en plena lucidez alterando nuestro ánimo y reposo, de nuevo estamos inmersos en la suprema estupidez de martirizar el de los relojes en su sosegada marcha; y, desde luego, hasta recobrar nuestra perdida cordura, con la mirada embobada en sus esferas,  a abocarnos a juegos tan aburridos,  como el de: "ahora son... antes serían"...
      Y así anda uno, en danza ya,  cuando son las tantas de una madrugada  casi gélida. Si no fuera por llegar una hora tarde a todas las citas, y que te pongan como los guiñapos, apostaríamos por dejar las cosas tal están y fiarnos del único reloj fiable en su perfecto caminar desde que el mundo es el mundo: el astro rey. Ni siquiera ese hipotético retraso supondría un problema para la ingente masa en incremento de millones de parados que, por desgracia para ellos y vergüenza de los que nos gobiernan, no tienen que someterse a un horario fijo.

jueves, 25 de octubre de 2012

LLUEVE A RABIAR.




     Llueve a rabiar en esta mañana sin claridades ni pájaros. Si algo define a los cielos otoñales, es su cariz de, en un momento fugaz, brindarnos las dos caras de una impredecible faz de taimada enredadora, que juega con el engaño: ahora luces, ahora sombras. En realidad, no menos se espera de esta estación para que no se quiebre un orden de prioridades; entre éstas, de las más precisas, la de humedecer la tierra, que si está sedienta y no logra calmar su sed, mal le espera al desarrollo de las venideras cosechas.
   
     Llueve a rabiar, sí. En una mañana vestida con un pesado capote de desplome súbito de cielos, hasta algún gruñido de truenos se permite. Nada amenazante aquél, más bien un desperezo con que introducir un cambio en la monotonía de  horas y horas incesante de lluvia, y matar de paso el aburrimiento.
                                                 
                                   





   

lunes, 22 de octubre de 2012

ESTUDIOS UNIVERSITARIOS EN RONDA



     Como las buenas nuevas en los calamitosos tiempos actuales llegan con cuentagotas, o no llegan, saludamos con gozosa alegría la que recibimos de que están, a punto de matrícula, el impartirse antes de que el año se nos acabe, novísimos estudios universitarios en los salones de Santo Domingo, en un primer año de una titulación que acreditará al que la finalice de una formación completa en cuanto atañe a la enología, en todos sus ámbitos.

     Es de tan antiguas raíces y fue tan importante el cultivo de la vid y la fabricación de vinos en nuestras tierras serranas, que no nos queda sino congratularnos: primero, porque los vinos rondeños gocen ya de una recuperada fama dentro y fuera de España; y además, porque ese reciente esplendor se vea unido en un futuro cercano por el impulso de un determinado número de expertos, que tanto pueden ayudar a completar el éxito de un proceso comercial y de mejora, siempre posible.

     Desde aquí, nuestra enhorabuena a los que desde el ayuntamiento han contribuido a la grata sorpresa de ver instaurada esta enseñanza a mano, sin salir de nuestra ciudad queremos decir, que no es poco, ni fácil de conseguir.

viernes, 19 de octubre de 2012

TOREROS POR RONDA



     El llamado caso Acinipo y el levantamiento del secreto judicial a gran parte del extenso sumario, nos ha desvelado, entre muchas controvertidas actuaciones del último ayuntamiento, el interés de otro torero de saltarse las leyes urbanísticas, en forma muy taurina, es decir, a la torera, en connivencia con ese gobierno municipal, para construir en donde estaba prohibido, y donde ahora -debe ser un mal lo más de contagioso-, por aquello de la prohibición,  todos están locos por levantar lo que sea, que para flamenco yo.

     Acudiendo a épocas algo alejadas, al siglo XIX, cuando los caballos destripados en las corridas eran arrojados al Tajo, y este era como una prolongación de la plaza de toros, yo creo que los "diestros" de aquí y allá han puesto sus ojos en el suelo de nuestro abismo como, si por lo dicho y la infausta relación que un tiempo unió a paraje y coso,  algún derecho de pernada les asistiera.

     Y si ese intento de edificación ilegal se salvó por los pelos, muchas son las dudas que albergamos sobre la que está en marcha y bien avanzada con el actual ayuntamiento, con pocos auspicios de parar, de manos de otro promotor taurino, en las laderas del Castillo.

     Particularmente, nos parece de perlas que a los toreros les apasione Ronda. No son los únicos. Y que ello les mueva el ánimo a gastarse sus dineros, también un detalle, que tendríamos que agradecer. Que lo hagan destrozando para los restos naturaleza, patrimonio, belleza y lo que sea, sólo merece la más enérgica protesta. Como viviendas, casas señoriales existen en venta, a mejor precio que nunca, en nuestra admirable "ciudad". Si de algo de más proyección se trata, solares y terrenos no faltan alejados del Tajo donde saciar el capricho y obtener beneficios. Que no se diga que estamos empeñados en impedir obras que dan trabajo. Sólo de aquellas de las que nos acordaremos toda la vida para llorar si se llevan a cabo: que se llevarán, nos tememos,  ya que hay caminos que una vez hollados no suelen fallar. 

lunes, 15 de octubre de 2012

MADRUGADAS HOGAREÑAS.




    A las madrugadas hogareñas, las de duermevelas no previstas, inesperadas,  les falta una nadería para rozar el Olimpo de lo excelso. Lo que les falta para gozosas euforias, es una migaja de tiempo y no darse bruscamente con el día. Pero si carecen de esa pizca de continuidad para fundirse con luces imberbes, apocadas, les sobra, en cambio, soledad, intimidad o silencio; un refugio de paz infinita hasta que se diluyen y en el que vienen a descansar nuestras frustraciones y desasosiegos, que se dirían abatidos por una atmósfera en la que todo es posible y nada es cierto. Un mundo que debería corresponder al sueño. Una ventaja, después de todo, estar despierto en esas horas, para vivirlo y no soñarlo.

domingo, 14 de octubre de 2012

LIBÉRRIMO OTOÑO.




     Frente a las disposiciones precarias del calendario, el otoño mantiene sus propias leyes, más ortodoxas, más pragmáticas, y que se atienen a otras que le dicta la naturaleza, más autoritaria y fiable en sus dictados que los simples números, que las simples fechas, invenciones humanas al fin y al cabo.
         
         Dentro de esta filosofía, cabe decir que es hoy, y lo será con más consentimiento en las próximas horas, cuando haga su entrada real, práctica, la estación en la que nadie pensaba que estábamos con esas temperaturas disparadas hacia alturas desmesuradas, como si fuera el verano y no el otoño el que nos daba su mano.

          Los que hacemos nulo caso de las efemérides pactadas de los almanaques, -que es en cierto modo como querer ponerle cadenas al tiempo y manejarlo a capricho-,  nos permitimos de ese modo, a nuestro soberano arbitrio, que no siempre es así, sin molestar a nadie, celebrar de inmediato esa entrada, que no es a destiempo sino a libertad. Con tantas cadenas, también nosotros, que nos maniatan y amordazan, tantos estacazos de los que nos gobiernan,  démonos ese pequeño gusto, que no son muchos los que podemos darnos.  

jueves, 11 de octubre de 2012

"EURILLOS", EN DIMINUTIVO, PARA NO ALARMAR EN DEMASÍA.




      Siempre ha sido una región la nuestra dominada por los diminutivos. Se trataba con ello, desde tiempos inmemoriales, de conceder a los apelativos usados, en especial cuando nos referíamos a los que identificaban a  miembros de la familia y a  amigos, con el giro, un aire de cariño y no una disminución en la escala de valores de la persona. Dentro de esa costumbre cabe entender los "Juanillos", "Paquitos", "Pepitas" o tantos otros, sin olvidar al genérico "chiquillo".

          Menos nos gusta, esa moda de muy reciente aparición, con que los que nos cobran un trabajo realizado, aluden a su precio total y a la moneda en diminutivo: "eurillos". Son, 20, 30, 50, 100 ó 200 "eurillos". Con la expresión se trata de no alarmar en lo que exigen a nuestra economía, a nuestra cartera, que sin duda es más de lo justo, de lo que debiera. Aceptemos el nombre de "eurillos", para cantidades menores, 2, 3, o 5; no para más. Ganar 20, 30, 50 euros, o más, por supuesto,  cuesta mucho hoy en día, si es que se tiene la suerte de ganarlos, como para devaluarlos de esa manera tan trivial e interesada. 

          
          
  

lunes, 8 de octubre de 2012

DESQUICIADO ANDA NUESTRO MUNDO.




     Desquiciado, bastante más de lo que debiera, truena el mundo, sobre todo el hispano, sin encontrar su norte, que no es que no lo siguiera sino que se lo han birlado a su horizonte de siempre. Y así andamos, buscando por entre sombras un mínimo asiento de equilibrio entre lo despojado y lo que se nos exige, que excede en demasía de lo que podemos.

       Un contagio, que, como no podía ser menos, ha acabado por infectar  hasta al otoño, ya algo avanzado, que también prosigue sin guía certero, con soles de justicia. ahogos y temperaturas y cielos que no son los suyos. Ni siquiera los árboles se deciden a vestir de dorado sus hojas, ni a prescindir de usadas vestiduras. ¡Qué será lo que se nos vuelque encima con esta locura colectiva, este desbarajuste de mil demonios, esta bíblica plaga! 

domingo, 7 de octubre de 2012

LA IGLESIA DE LOS CUATRO ABANDONOS




        Hay maldiciones que perduran, que  surgen de improviso ignorándose cómo ni por qué y ahí se quedan enquistadas viviendo y martirizando sin parar, como chinchorros en canes vagabundos, sin que, al igual que  ocurre con otras más pasajeras, los años echen una mano redentora para quitarlas de encima. Y cuando acaban es porque ya no existe nada sobre lo que ejercer la maldición. Es el final.

         A este indigno final parece abocada la otrora esbelta silueta de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, la de más antiguo asiento de la población, sobre la que cayó, ya ni se acuerda uno cuándo ni por qué, una condena de las más infames; tanto que ni el menor recuerdo, la menor compasión suscita ya sus heridas, que no fueron un día tan grandes ni tan profundas como para que con unos pocos cuartos no se restañaran. Pero ni sus años, ni su lejanía del bullicio de las calles más céntricas, ni su recoleta situación, queriendo no molestar desde donde la trasladaron a un lado de la plaza de San Francisco, contó con la compasión de nadie. Maldita está, no nos cabe la menor duda. Pese a las plantas trepadoras con que la naturaleza trata de tapar su ruina.

           Los abandonos, por eso, se cuentan ya por pares: el primero, ya muy lejano, pero abandono sonado, el de la Maestranza, de la que la virgen titular era su patrona y la de sus festejos. El segundo, entre los recientes, el del obispado. ¡A quién importa una capilla del año catapum, sin mucho tráfago de gente en un pueblo que no es la capital! El tercero el la Caja el banco o cómo quiera que se llame ahora,   no hace mucho Unicaja, que como propietaria o cuidadora, al menos, de su integridad, poco gastó de sus muchos duros de capital, la minucia para ella de su arreglo. El cuarto el del ayuntamiento, -y son muchos consistorios ya los que han pasado desde que se iniciaron los males del templo-, el que contagiado de la desidia general todo lo contempla en plan de mero espectador y de "a mí que me cuentas". ¡Nos libre Dios, como personas, de maldiciones como la descrita, que como admiradores de la ciudad y de sus preciadas obras en destrucción, de sus anales, cada día la sufrimos! 

  



     

sábado, 6 de octubre de 2012

FERIA DE PUEBLO




         Al ir sin coche, como cuando eran contados los que había, llegamos hoy, como entonces, al barrio de San Francisco con la conciencia  de traspasar límites establecidos, de evadir fronteras y aduanas. La sensación se hace más intensa desde el momento en que se entra, con ese cerco de férreas murallas y puertas hercúleas, marcando separaciones de otras épocas, y casi, con esa conciencia de forastero, nos extrañamos de que alguien no nos salga al paso, al igual que cuando era obligado rendir cuentas de lo que se llevaba encima en las casetas de consumo, y no se nos pida pasaporte, salvoconducto o visado como antaño. Y es que todavía, pese a los cambios habidos en costumbres y trasvase de vecinos de la ciudad al Barrio, éste nos queda un poco lejos o puede que sea la idea que nos acude a la mente a los más viejos, por haberlo conocido cuando realmente era un apéndice urbanístico que se debatía entre ser Ronda o no serlo.

           Al Barrio íbamos por su feria, como hemos hecho ahora en que lo están. En grado menor hubo un tiempo en que la de San Francisco era dentro de una igualdad de atracciones, la más pequeña e íntima de las de Ronda. Creo que en cierto modo sigue siendo una feria de pueblo, como eran todas las de nuestra ciudad.  Nos encantan las ferias de los pueblos y nos espantan, hasta hacernos huir fuera de nuestra ciudad,  otras como la nuestra grande de septiembre, artificial, provocativa, nos tememos,  en la que emborracharse y no alegrarse es un fin. Una barbaridad, en cualquier caso, que para un par de veces año en que plenamente se utiliza se haya edificado y derrochado  millones en un recinto ferial, como si el estar permanentemente en feria todo el año fuera lo nuestro, lo que nos diera fama y de comer en todo ese período.

                Con un regusto de pretéritos tiempos, por todo lo dicho, en esta mañana casi veraniega, casi agobiante de sol, hemos paseado por la plaza principal de San Francisco, más apretada de atracciones que antes, pero como el escenario no ha cambiado, afortunadamente, gran cosa, pervive su tufillo de lo que es y nos fascina: una feria de pueblo.

           

     

         
              

jueves, 4 de octubre de 2012

MAS NOS VALE


                                                           


     No es que nos quejemos de la falta en nuestra ciudad de actos culturales; en realidad, a veces, son tan numerosos que no es extraño la coincidencia de varios de ellos en un mismo día, lo que, desde luego, dificulta su asistencia, siendo desolador el aspecto vacío de muchas sedes cuando eso ocurre. Que  todos los actos sean de verdadera calidad y trasciendan las fronteras locales es ya otro cantar. 

     No es el caso de los celebrados en la postrera semana del pasado mes y dedicados a la Guerra de la Independencia en la Serranía, de la que es parte esencial,  claro, Ronda. Unas jornadas en las que por encima de cualquier otra cosa brilló el esfuerzo y sabiduría de sus organizadores, con Faustino Peralta a la cabeza, y el de sus colaboradores, Antoñita Salas o Pedro Sierra, para que el conocimiento de una contienda de la que no vamos a descubrir ahora su relevancia (y lo que derivó de ella, ni el papel que jugaron en su conjunto los serranos) llegara en forma contundente y clara a cuantos participaron como discípulos en el evento, muchos hasta cubrir en su totalidad, lo que no es fácil, los asientos del salón principal del convento de Santo Domingo. Hagamos votos para que, pese a las dificultades soberanas que nos azotan, sigamos disfrutando de la enseñanza de nuestra historia, de la que formamos parte indisoluble. Más nos vale por ello, por muy lejana que nos parezca, estar al tanto de ella.

miércoles, 3 de octubre de 2012

UNA HUELLA QUE PERDURA




    Con su prestancia de días bonancibles, de lo más propicio para ejercitar de mil maneras espíritu y cuerpo, nos dejó septiembre varias huellas en nuestra ciudad de alto valor cultural que, ahora, a toro pasado, nos gustaría dedicarle un breve comentario, como son todos los de este blog. A dos de especial relieve nos referiremos por orden cronológico, dejando para mañana, el segundo en jerarquía en su llegada al calendario. 

     El primero fue la exposición que con el nombre Un siglo de huéspedes. La huella de Rilke, tuvo cabida en los salones del Convento de Santo Domingo. Perfecta la organización y mejor la idea de mostrarnos la colección pictórica que hasta ahora cobijó el hotel Victoria, un tanto desperdigada por sus dependencias y, por ello, difícil de observar reunida, a la vista toda, con cada artista ocupando su parcela. Y si decimos "cobijó", es porque nos queda la duda de si el destino último de todas esas obras volverá a ser el mismo anterior  y no se las llevará, sabe Dios dónde, esa remodelación interna que ha finiquitado con el sabor recoleto, de otras épocas que  ennoblecía y distinguía al otrora británico hotel. Y que se quede ahí.

     Por si eso ocurriera, y somos pesimistas, conservaremos como oro en paño el estupendo catálogo que se ha publicado de la exposición.

martes, 2 de octubre de 2012

CASQUIVANO OCTUBRE




     Como si nada, reaparece octubre con su historia ya sabida y miles de veces repetidas, martirizándose por su perdida jerarquía en el calendario, queremos decir. Devanándose los sesos. preguntándose el por qué de su descenso en el orden de los meses, desde que un aciago día fue relegado al décimo lugar desde el octavo que en mejores tiempos ocupó.

     Y así, por razones de amor propio que entendemos, perdonársele debe esa falta de estabilidad emocional que le ahoga, con notables desequilibrios, ora atrás ya adelante, hoy casi frío, mañana casi calor, sin decidirse para donde tirar. Dictatorial destino el suyo, que le pone mal de los nervios y de paso a los demás, que siempre pagamos los platos rotos y por romper.

viernes, 28 de septiembre de 2012

CATASTRÓFICA LLUVIA




     Lo que son las cosas y cómo el paso del tiempo transforma en unos momentos lo que era de condición soberbia y regalo de dioses en maldición que nos aterra y nos provoca el más grande desánimo. La que ha cambiado de cariz y de sentido, volviéndose de mansa en feroz destructora, ha sido  la lluvia, la misma, plácida y bienhechora,  que alabábamos hace tan sólo un par de días. Así es todo en este mundo, hermoso y cruel, al mismo tiempo, en el que lo que hoy es bueno, pasado un rato es infausto. Lo cierto es que atemorizaba esta noche oír desde el interior de nuestra vivienda la inesperada fortaleza con que la feroz tormenta de truenos,  relámpagos iluminaba nuestra calle, -sin luces por cierto toda la madrugada- y el vigor, impensable con todo cerrado, con que el turbión hacía sonar sus efectivos contra tejados, aceras y asfalto de las calles.

      No es desde luego un consuelo,  con tanto daño cercano,  pero al menos intentamos dar un respiro a nuestro apagado ánimo asomándonos a ese espectáculo que no es de hoy, pero sí asociado al Tajo, que cada vez es menos frecuente,  no como antaño cuando los extranjeros organizaban viajes en otoño y en invierno para ver el agua sobrepasando el arco inferior de nuestro Puente, porque lo corriente era que la lluvia, no destructiva como la presente, cayera no toda de golpe, sino a lo largo de la estación, sin fallar. 

       El agua del Guadaleví corría turbia, casi parda en su color, anunciando ya que arrastraba tierras y piedras. El grosor de su volumen había tornado a nuestro aprendiz de río en un verdadero torrente y, como en otros tiempos cataratas de espumas que saltaban por los aires había tomado por asalto la fortaleza de los sillares del Puente. Montones de turistas que ni esperaban ni tenía idea de lo que le deparaba el destino, casi saltaban de alegría, la misma con la que, sin importarle lo más mínimo, exponían sus valiosas cámaras a la pertinaz llovizna que no paraba de caer.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

LLUVIA REPARAD0RA




      Con el mal de sabor de los sucesos de Madrid, en un país cada día más crispado, nos acostamos. Muy de madrugada, como si no quisiera alarmar  nuestros sueños, tardos siempre en acudir,  alterándolos, ha llegado la lluvia. No era un agua tempestuosa, de esas que llevan consigo inundaciones y destrucciones, sino de las de antes, calmada, vigorosa, cumplidora con lo que se espera de ella. Apaciguado su sonido por la protección de cristales insonoros, lo que oíamos no era más que un eco de rumores que  nos acunaba, una melodía de las más dulces, algo ya casi olvidado,  ese chocar y deslizarse de las gotas por las hojas de los árboles cercanos, recorriéndolas, abriéndose camino sin demasiada prisa hacia su último y soñado destino: la tierra sedienta.


      Con gusto si no temiéramos quebrar el reposo de los demás, hubiéramos escuchado más de cerca, abriendo ventanas y balcones, ese runrún que ya echábamos de menos, que no sólo es una sinfonía más de la naturaleza, sino, también, bálsamo purificador de impurezas y una bendición su llegada. Que no haya continuado durante la mañana, no quita para que hasta el agua que despedían las numerosas losetas de las aceras, falta de sujeción y arreglo, al mojar inesperadamente nuestro calzados y bajos del pantalón, nos pareciera trozos de gloria.

domingo, 23 de septiembre de 2012

DECLINA SEPTIEMBRE




    Declina septiembre, lo que de acuerdo con canónicos parámetros de naturaleza atmosférica, debería traer aparejado, sin más, idéntica caída del verano. Ha entrado ya el otoño, pero aún queda lejos el espectáculo de las doradas hojas revoleteando con su incierto destino a cuestas de dónde las harán posarse descarados vientos. Muy lejos de eso, arriesgado sigue siendo exponerse no más de lo necesario a los rayos del sol, que queman todavía lo suyo. 

     Nos consta, pues, que hasta ahora, el otoño, recién surgido, sin recursos para implantar sus credenciales, anda algo desorientado, urdiendo planes para cuando lo dejen ser él y no su caricatura. No tan desorientadas  parecen, sin tener que preocuparse de termómetros y barómetros, las múltiples bandadas de turistas que exploran de la mano de guías, o también sin ellos, los encantos de nuestros rincones. Algo que con la crisis ni siquiera ha faltado, han sido animosos visitantes. Otra cosa es el beneficio económico que proporcionan porque lo cierto es que los comercios y tiendas de recuerdos, que en otras épocas no daban abasto, o se hallan cerrados o con un vacío, los que sobreviven, desolador. Traerá cambios seguro la estación que ya tenemos, pero en otro aspecto, no en lo que se refiere al presupuesto familiar que como el mes, septiembre, ha emprendido un declive sin vuelta atrás. 

jueves, 20 de septiembre de 2012

AUGURIOS QUE SON BIENVENIDOS





     Dos días semiotoñales, con manadas de multiformes nubes que gobiernan vientos sin pizca de ferocidad, de melosos sones, nos auguran profundos y soñados cambios en la atmósfera, y que, por una vez, este año, el calendario con desmedida puntualidad para lo que veníamos viendo, se ha decidido a acudir sin grandes demoras a la cita y coincidir en todo con lo que le señalan libros y leyes ancestrales.

       Por lo pronto, sin querer fiarnos del todo de cielos agoreros y otros cambiantes elementos de su cohorte, fascinados miramos lo que de bueno nos traen las nuevas auras: antes que nada, promesas de lluvias que, ahora mismo, cuando escribimos, nos amenazan con tormentosas negruras que van y vienen, navegando a sus anchas, no muy altas,  y que ya ayer, sin comprometerse en exceso para futuras expansiones líquidas, dejaron alguna que otra humedad en los suelos que apenas duraron un suspiro, y un pasajero y delicioso olor a tierra sorprendida y desflorada en su sequedad de meses.

         Diríamos, por lo demás, que cada átomo de naturaleza, del día, del momento,  nos está invitando abiertamente, con espíritu rilkiano a emprender un interminable paseo por ciudad y campo que la prolonga, sin rumbo, dejándonos llevar por un bosquecillo, por un sembrado, por un árbol, por algo que nos atraiga,  nos guíe, nos llene y emocione. 

martes, 18 de septiembre de 2012

SERRANOS, MUY DE MAÑANA, EN LOS CAFÉS




    Algunos de los que abandonaron una vez los pueblos de la Serranía, buscando más óptimas oportunidades en nuestra ciudad, se dan cita en el bar donde desayuno. En realidad, el dueño es también uno de ellos. Ejerce una especie de jefatura sobre los nombrados que acuden a su local en el que, por razones obvias, de lo que allí se habla, más que de sucesos de nuestra población, es de la vida y milagros de los pueblos que nunca dejaron, ya que no hay día o semana, tirando largo y en el más raro de los casos, que no se den una vuelta por ellos, empapándose de chismes, celebraciones y acontecimientos en el transcurrir de sus habitantes.

     A caballo, podríamos decir, pues, que pasan el tiempo, con  negocios o sin ellos, entre su lugar natal y el adoptado, como si ambos fueran lo que son, prolongación unos de otros; aunque la corriente fluya más de la Serranía hasta nosotros y no en las dos direcciones. No es mala forma de vida la suya: nostalgia de  su antiguo hogar y montañas no tienen, porque a un paso está el matarla. Ser pregoneros de lo que ocurre allí y aquí, en cambio,  como los antiguos contrabandistas, muleros y cosarias, es algo muy de la tierra y ellos, como si no hubieran pasado los años, o la venida de nuevas modas y costumbres,  a su modo lo siguen perpetuando, trayendo y llevando noticias consigo que no aparecen ni  en la prensa ni en la radio y menos en telediarios.

viernes, 14 de septiembre de 2012

SE BUSCA AVE MITOLÓGICA



    Lo cuenta Francis Carter, el viajero inglés del XVIII, avezado como el que más a recorrer el camino entre Gibraltar y Ronda y al que nadie puede acusar de ignorante, ni menos de desconocimiento de nuestra región serrana, de la que era un habitual, un poco por admiración del suelo que pisaba y un mucho por mercantilismo y enriquecimiento fácil, -que eso no conoce épocas- que se derivaba de la adquisición por nada, o regalada, de antigüedades árabes y romanas.

    No sólo era él asiduo de nuestras tierras. Entre toda la fauna con alas que merodeaba por nuestro Tajo, andaba un pájaro con características muy especiales. Un grajo, pero inusitado, de cabeza y alas blancas, que anidaba una vez aquí y otra allá; pero siempre en cualquiera de las numerosas  oquedades que le ofrecían rocas y grietas del abismo. Tan viejo, que volaba ya por allí cuando los castellanos, doblegando la escasa resistencia de los sorprendidos moros, conquistaron la ciudad. Un perenne huésped, pues, más que un asiduo circunstancial, que no atendía a ocultarse de miradas indiscretas, sino que las provocaba, mostrando sin pudor los extraños signos de su plumaje. 

     A un Tajo ya sin grajos desde hace años, nada mal le vendría, pensamos, un ave de parecidas rarezas, aunque únicamente fuera para atraer como antes a los de su raza, puro espectáculo para los que contemplábamos sus evoluciones y gritos, si es que todavía quedan miembros de ella.


   

jueves, 13 de septiembre de 2012

¡QUÉ DESPERDICIO SI FUERA ASÍ!




     ¡Qué atronador desperdicio el de nuestros conocimientos! Todo un derroche. Una larga existencia persiguiéndolos, en un proceso que nunca cesa. Y cuando más orgullosos nos hallamos de saber un poco de todo, de ser un pequeño pozo de sabiduría, un viento gélido llega para decirnos que todo se acabó, que no hay lugar, espacio ni tiempo, para aprender más, ni para disfrutar de lo que sabemos.

     ¡Qué desperdicio de horas, qué inutilidad de estudios, de libros, de enseñanza, de adquirir lucidez y sapiencia, si no existe tras ese viento letal, otro lugar donde disfrutar de esa trabajosa, entusiasta, adquirida con tanto esfuerzo, experiencia intelectual!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

UN MUNDO TRASTOCADO Y OTRO QUE NO LO ESTÁ





     No olvida septiembre que aún soporta la última hornada veraniega sobre sus etéreas espaldas, y, a veces, nos lo hace sentir sin rubor alguno y con energía estival. Igual que hoy, en que el mes se disfraza de descarado estío.

      Hasta la saciedad, ahítos estamos de tantos monigotes de paja como intentan los medios, y los que no lo son, que encumbremos en un bombardeo que repugna por la manifiesta mediocridad de los propuestos a figuras sociales. Dado el ritmo trastocado en que se mueve el mundo hoy en día, otras noticias llamen menos la atención: la cultura, pues de ella hablamos, anda por donde anda sin remedio que la cure y sólo nos toca soñar que algo la restañe el tiempo y los que nos gobiernan.

     Una satisfacción, por todo lo expuesto, que premios como el convocado por la red de bibliotecas provinciales (que no existe mejor ni más sonado y razonado patrocinio) y con tema tan eterno y necesario como el amor, que a todos nos mueve, haya recaído en Antonia Toscano. No una desconocida en el mundo de las letras y que une a sus virtudes como poetisa y escritora, la bendita circunstancia de ser de la tierra. Celebrémoslo pues, con el calor que merece.