domingo, 25 de diciembre de 2016


CRÓNICA SIN BRILLO DE UN DÍA DE NAVIDAD

      Siendo hora de espabilar, como las diez, y más, con un levante que más que levantar lo que hace es instalar brazadas de helor en la mañana, las calles están tomadas por tropeles de soledades e impávidos silencios, que no a menos sino que a apabullar van. Impondría y hasta aterraría el escenario de no estarse al tanto del día, un 25 invernal, y la general conformidad de no dar un revés, de no revolucionar costumbres añejas, por muchos que falseadas estén.
      Las calles en la distancia, es como si huyeran a todo galopar buscando vida en otras partes, y las puertas en ellas, obsesionadas con que nadie entre en las viviendas, más castillos y fortalezas que ninguna otra fecha. Un único y silente reino de nada en toda esta quieta desolación, es humareda y acre olor de aceite de poco rigor: un tenderete de de raros tejeringos, porque sus entrañas no son de andaluza harina, solo de dulces de pastelería, ni su color el dorado de fritura, que son negros, malvas y frambuesas. Hasta esto muda con los años.
      La campana de un enriscado reloj, suena a rebato, de tan fuerte, aunque a ninguna gente convoca, con este vacío por doquier; sin embargo, en la Alameda, al silencio y a la soledad de otros sitios, propina sonora bofetada orientales barullos, que no entienden ni de fiestas ni de Navidad; que no pregonan nada que no sea alegría con sus voces, que mitigan otro silencio, más impenetrable, más de siglos, más denso y usurpador, muy de abajo, muy del alma del valle, muy de siempre, porque esas honduras tampoco entienden de días, ni siquiera de los de guardar.

jueves, 22 de diciembre de 2016

        AL MUNDO PARA SER MUNDO

      A la tarde para ser iris y no agonía, para caminar y no arrastrarse, para respirar y no sucumbir, para hablar y no enmudecer, le falta brío, calor, soles, rumores, risas, voces; le sobra, silencio, frío, soledad, falaces luces, anhelos de desaparecer. No son nada, menos que un latido, menos que un suspiro, frágiles y huidizos estos ocasos de una seriedad que asusta, que no dudan, que no dejan lugar a la reflexión ni a los sueños, que van a lo que van, a transmitir su formalidad, su rigidez. Es diciembre, qué cabe esperar.
         Al mundo para ser mundo y no averno, para ser pétalo y no pedernal, campos de lirios y romero y no hosco pedregal, para reir y no llorar, para cantar y no rezar, para amar y no odiar, para no ser paria y tener hogar, para vivir y no a cada momento gemir, le sobran amarguras,  infamias, guerras, armas, truhanes,  aviesos gobernantes, maldad, matanzas de inocentes, patrañas, engaños, abusos; le falta, que estas fiestas que llegan, que no sean de quita y pon, dos días en el calendario, un champán y unas uvas y un sentirse bien por unas horas, cuando todo anda tan a la fuerza, tan para clamar.   

domingo, 18 de diciembre de 2016



     A este frío de cortante filo y de gélida acometida que se ha dejado caer de bruces, con todas las de la ley, además, porque sus días han llegado, hacemos mal en cargarlo de improperios y maldiciones, con una actitud muy propia de los humanos, que de todo nos quejamos y renegamos, cuando tantas otras cosas que merecen nuestras críticas y que no proceden de la naturaleza, sino de los hombres, las pasamos por alto. Y tendríamos que recordar, sean cuales sean nuestras preferencias por el tipo de atmósfera que mejor nos va, no solo que todas están ahí formando parte de un engranaje en el que brilla la perfección y la utilidad, en el que nada sobra ni falta, en el que tan necesario es el frío como el calor para que todo funcione y se siga manteniendo el orden de la tierra como planeta, algo que estamos decididos a a trastocar.
     Tampoco deberíamos echar en el saco del olvido que, aunque meridionales por situación, por encumbrado y montaraz nuestro suelo serrano acoge en la estación invernal que se nos viene encima, destempladas brisas, escarchas y nieves en ocasiones, que, si ateridas y desabridas pueden parecer, cumplen con un cometido que no es más que germen y espléndida vida a no tardar. Con el mejor de los ánimos y sin perder nunca la sonrisa, saludemos el advenimiento del invierno, que, como consuelo para sus detractores,  digamos que, ni con mucho,  es el que solía ser y atemorizar, lo que bien mirado, considerando las causas,  no es que sea una noticia como para brincar de alegría.

miércoles, 14 de diciembre de 2016


 
      EN LA ALAMEDA DE LA VIDA Y EL SUEÑO

          Melindrosa, dudosa, un poco ida, ganosa, pese a todo, mostróse la mañana, muriendo la niebla por ser nube, la montaña por ser cielo, el agua en agraz por ser río, el cauce por ser ribera. Tras cortinas de tules despedazados, de lengüetazos de azúcar, afilaba sus garras de águila roquera y turbiones, sus colmillos de soliviantadas escarchas y nevadas, el traicionero invierno. Pinos, cipreses,  acebuches, cabrahigos y chumberas de  verdosas tortas, gravitando en permanente suicidio, envidia daban con sus incólumes prendas a álamos, algarrobos, almendros  y otros hermanos que despojados de  sus vestidos tiritaban.
         Adioses por doquier se iban y volvían, entre yertas hojas, ateridas palomas y desvalidas ramas,  flagelando a un diciembre ya sin soles de membrillo, ni turba de caminantes, ni dulzonas vaharadas. Es preciso fenecer para renacer, que acuda en tropel toda esa agobiante melancolía, esa soledad que es paz y no lo es, que es amor y desamor, que es templanza y desazón, que es sueño y no lo es.

jueves, 8 de diciembre de 2016

PIÉLAGO BRAVÍO

       Piélago bravío, que bate sus olas desatadas, es el viento esta mañana, guadaña certera y postrera la suya que viene a dar pedestre sepultura a lo que fue un sueño de hojas, de miles de corazones que   ya no laten, ni ardorosos cantan pasadas glorias. Fueron inusitado verdor en la primavera de sus años; amarillo gozoso en la madurez de su verano y crujiente pardo en el otoño de  su senectud. Este céfiro de hoy fue más piadoso que cruel, pues más es de desear quedada muerte que dolorosa agonía. Pero incluso, atropelladas, barridas, sin otro rumbo que el que las insufla ese viento que es son de mar encrespado en las alturas y bramidos de polvo en los suelos, quieren mostrar un apagado suspiro de lo que fueron, de tersura y hermanada belleza; y se agrupan y agolpan y se arremolinan y con metálico rielar  se quejan, para ser más, para atrapar la mirada de alguien y que todavía se tenga prendida memoria de ellas. Cumple el viento con su parte, que es ahora la de desnudar lo que antaño preciadas vestiduras fueron, y al vagabundo que es, se le  ha acabado por un tiempo la diversión de en copas de enormes árboles y tupidas frondas, sonreír y recorrer tacadas de hojas, las mismas a las que, ahora, en esta revoltosa mañana, les ha dado él su certera puñalada.   
  

miércoles, 7 de diciembre de 2016

      UNA INTERMINABLE ORGÍA DE LUCES Y MATICES

    Con indómita obcecación y tozudez de animal de carga, se prende uno otra vez de la atmósfera reinante, mirífica, deslumbrante, para dejarse guiar como fiel servidor, de nuevo, por esa naturaleza en la que todo cabe de belleza y preciada humildad; que si muda es para deleitarnos con perseverantes mieles y rosas en su vasto escenario, orgía de luces y matices que enmudecen el habla y la mente. Harto misericordiosa fue con nuestra comarca, cuando en otras fueron ruina y desolación lo que los postreros temporales dejaron a su paso. Y es que alguna vez ha de explotar, como todos lo hacemos, sin precisar cómo ni cuándo, que no son pocas las tarascadas y desatinos con que la flagelamos.
     Para no abundar en algo que, salvo los gobernantes, nadie ignora, entra uno, con mirada ambiciosa y alma abierta a esta mañana, siempre diferente a la de ayer, como esta a la de anteayer, y esta a la precedente. Una aureola de pegadizas nubes han puesto su algodonoso nido donde terminan las cúpulas y esbeltas torres de nuestra iglesia Mayor, con tantas historias de rebatos, epidemias, y catástrofes que contar, como siglos tardó en construirse: más de cinco, casi la media docena. No es paciencia, pues, de lo que carece para soportar  el peso de su corona matinal, que por la apretada y densa, dejando a su aire a los celestes espacios, nos viene a decir que mañana soplarán vientos, alocados o altaneros, fogosos o glaciales: es otoño y en sus grandiosas faltriqueras, como decíamos, sin faltar un día, de todo y para todos los paladares, provisiones hay.

      

sábado, 3 de diciembre de 2016

          SE AMONTONAN LAS NUBES.

        Dentro de esa vivienda de muros, en la otra más diminuta, verdadero corazón hogareño, en la cama, maternal matriz, andamos cobijado esta mañana, más tarde de lo habitual. Es sábado, y aunque desde hace años el trabajo dejó de ser una obligación, queda de aquellas ineludibles labores un no sé qué de sacra liturgia a respetar, a no romper, a un día que era  de redención, de dar un respiro a cuerpo y espíritu. Pensándolo bien, tampoco hay refugios como el que nos proporcionan estas atrapadas ropas y el del calor de nuestro cuerpo, tan íntimo y completo. Y si aciertas, lo que es problemático, a no pensar en nada, la dicha es completa. Por eso, con la misma desgana y pereza que se cuelgan de las paredes cuadros y lámparas, se pone en pie uno. Igualmente la mañana tardía en entrar parece mostrar respeto por el sabbat de los judíos. Afuera, en palabras de Homero,  amontona las nubes el padre Zeus. No hay cielos, sino montañas de ellas, blanquinegras, mensajeras de cualquier cosa que venga.  Un hermosos día, como todos, porque todos lo son. ¡Como pasan los días, como pasa la vida! ¡Ya es diciembre! Para no pensar en otra cosa que no sea ser compañero de la mañana, para no adentrarnos en ese laberinto sin salidas, de qué es lo que nos espera, que cuál es nuestra meta y destino, lo mejor es echar andar y saludar al montón de nubes, a la luz, aunque medrosa, al día. Y sentirse vivo, qué mayor felicidad, por mucho que busquemos otras, casi siempre inalcanzables, es difícil de hallar. 

lunes, 28 de noviembre de 2016

PAISAJE SERRANO

      Hay días que se cierran, malhumorados y otros que se abren y expanden con unas tremendas ganas de comunicarse, de interminables charlas que no guardan palabras sino imágenes para el espíritu. Con todo nos habla el de hoy, el de esta mañana, con alma y cuerpo, con nubes que fueron primero como heladas mantecas adheridas a las imperiales cumbres de nuestras montañas y que luego, derretidas, se expandieron por todo el ámbito de nuestro ancestral abismo, alígeras, algodoneras, juguetonas, fantásticas. Por allí merodeaba nuestro bonachón río, hecho el mandón de turno, algo que tiempo hacía que no lo era,  tanto por el volumen de sus aguas, antes tan precarias, como por constituirse en director de orquesta de todos los sonidos, a los que, a su antojo, temperaba o acrecentaba, que para eso, como antaño, cuando la tierra, más que inmaculada,  era no dañada por las embestidas de los hombres, se vestía de risas y cada cosa venía a su hora, las lluvias, los soles, el frío y el calor. Qué le vamos hacer que no sea mirar con arrobo, emocionados, estos regalos que nos dona el cielo. Ya hay hojas, ablandadas en su raíz por las lluvias de ayer, que al menor soplo emprenden el vuelo; y las hay en el suelo, perfectos corazones las de los plataneros, en tamaño y forma, y manchadas las de los álamos, como corazones doloridos, como tantos por doquier, de los de verdad, allí y allá se ven y seguiremos viendo, que esto es el cuento de nunca acabar.

viernes, 25 de noviembre de 2016

      CON LA ILUSIÓN DE VOLVER, EMIGRAN  LAS AVES.

     Antes de que el frío voraz y la ambición de los vientos arrecie con sus ejércitos de pesadas losas, ennegreciendo tejados y a sus cuidadas hileras y que enjalbeguen los campos sus tísicas milicias, otras tropas de aves, tras un conciliábulo que ha durado nada porque nadie disentía, han dado por necesario y conveniente mudar por unos meses de morada y país. Y como su mudanza es tan simple como a todos nos gustaría, sin muebles, ropas, enseres, libros, cuadros y otros oropeles que a nuestra vanidad engalanan, ni enojosos transportes en furgones ni a espaldas, entre lo dicho y lo hecho, sin despedidas de familias, porque todas, sin faltar una, iban, no han transcurrido ni dos suspiros de reloj. Ni las más jóvenes y neófitas, como en la sangre lo llevan, sin rechistar, emocionadas por la aventura, han metido sus  tiernos picos y sus alas y sus buches y sus patas, todo lo que tienen y tenían, en el animoso grupo; uno muy junto, muy prieto, muy manso, se diría uno solo, y en bandadas que era una, al unísono su batir y su propósito, sin discusiones que todo lo mata y altera, van volando alto, muy arriba, casi un centenar de desperdigadas cuentas de rosario de beata, albinegras, cegando por un fugaz instante trozos de aire encrespado y de cielo. Vuelan alto porque empequeñecido su hogar de unos meses, de unos años, porque no han sido muy traidores los inviernos, sus peñascos, sus hendiduras, sus arbóreas copas y espigadas chimeneas, sus cielos de zafiro, sus flores y sus ríos, sus adioses a ellos duelen menos y menos en el corazón donde todo, cuando no canta, duele.

jueves, 24 de noviembre de 2016

         EN UN MAÑANA QUE YA ES HOY

      Luz que versátiles nubes oscurecen o desvelan azaroso palimpsesto en el que tanto anhelos como desventuras tienen cabida, que borra o ilumina nuestros triunfos y derrotas; uves al viento y pañuelos mojados, llorar y reír, cantar y sollozar, sentirse roca o insecto, montaña o guijarro, altozano brioso o triturado polvo, miel y hiel. Así, Zaide, transcurre nuestra existencia, dando abruptos y desmesurados saltos, atrás y adelante, en una danza de altibajos y vacilantes fortunas, para que nunca nos atrape un desánimo sin salida, ni nos envanezcamos por lo que hoy es esplendente luminaria y tenebrosa oscuridad mañana. De toda esa hoguera, en la que siempre ardemos, que nos enardece, nos motiva o nos destroza, que nos quede para mañana, que hoy es ya definitiva morada, un destino y recuerdo en el que, si se nos llora, que no sean amargas las lágrimas, que broten en recuerdo de nuestros obras y no por nuestros pecados hacia seres inocentes, de un mal del que ninguna culpa les cabe.


lunes, 21 de noviembre de 2016

HORAS TEMPRANERAS

      Con las apocadas claridades de la mañana, que asoma sin decidirse a reinar, vacías de rumores y pisadas, con un gris que es más prieta ceniza que pardo asfalto o albores de afiladas piedras, las calles ni se desperezan, meditando si dejar el sueño en que están sumidas o no. Al cuerpo de las calles, en estas indecisas horas tempraneras, les falta el fuego de su alma, que no es sino el hervor de los viandantes. Y a uno, que pudiera ser que actuara de estruendosa campana de despertador, tan quedo y silente anda, alegre por dejar de lado la odiosa servidumbre de las aceras y andar como un monarca sin cetro por las vastedad de su centro, a lo largo del día exclusiva mansión de los vehículos, ni se aperciben de su gozosa presencia, y sí que continúan con su sopor de alborozado calor en el abrigado lecho, aunque al menos, indicios muestran de trocar su soporífero sueño por una esperanzada duermevela, que a todo correr viene empujando el alba y su cohorte de luces y voces.

sábado, 19 de noviembre de 2016

      RÁFAGAS DE VIENTOS

      Ráfagas de vientos sin verdadero empuje en sus acometidas, son todas las que no proceden de los emponzoñados de la salud o, en menor medida, del hambre. A las últimas habremos de temer porque barcos a la deriva somos si dejan de favorecernos con su ausencia. Por fortuna, no es enfermedad que al cuerpo ataque y sí malestar que desazona que, en altas horas de la noche, no acuda el sueño reparador, el gran distorsionado de la vida y de las preocupaciones del día.
      Con el mejor de los ánimos, no obstante,  la recibimos cuando la interrupción de esas normales funciones no es más que eso: un parón sin consecuencias de importancia. Bien mirado, un poco más, un nimio lapso de tiempo, alargamos nuestra existencia viviendo despiertos uno que no nos pertenece, sino que es posesión de nuestra nada. Una multitud de actividades se nos ocurre para llenar de contenido a ese regalo que en modo alguno esperábamos: unas horas más de vida, las que transcurren hasta que mansos y tardones los primores albores asoman por mis ventanas, un poco ateridas ya, porque el otoño está avanzado.

lunes, 14 de noviembre de 2016

      CON TODO ARRASAMOS
 
      Ni al más lerdo engañamos, si, con sombríos renglones, hablamos de ese desbocado, despiadado y sin sentido alguno, porque es lapidarnos a nosotros mismos, empeño de los humanos por hacer añicos nuestro mundo. Algo que llevamos con inaudita saña si nos referimos al negro destino de los que lo poblamos, con descomunales guerras y atentados para los que no hay palabras y de inacabable término. En otro capítulo de esa infamante historia, no lo es menos la que procuramos con total éxito, (que arrasar es más sencillo que levantar),


con la madre naturaleza, cuya flora, a la andaluza cuanto menos, hemos impregnado con una serie de enfermedades de remedio irreparable o a las que nadie tiene interés en buscárselo. Palmeras, castaños o chumberas ya no son las que fueron, si es que algo queda de ellas. De lo que más cercano nos toca, nuestra ciudad, da una tremenda pena contemplar cómo una planta huésped de las laderas del Tajo desde no sabemos cuántos siglos, y que tan bien casaba por su austeridad con la montaraz del abismo, prácticamente se reduce a polvo y ruinas. Y no hay más que asomarse por cualquier lado para comprobarlo.

jueves, 10 de noviembre de 2016

         PREMATURO Y HELADO ALIENTO


     Como una virgen de las antiguas, pudorosa y apocada, se muestra la estación, por más que acometa ya la senda de los dos meses de gobierno. Harto tiempo el cumplido, para que fuera ya su desnudez una realidad y no un mero pregón que nunca acaba. Reacia hállase, sin embargo, a desprenderse de sus densas prendas de frondas y tupideces. A falta de un eficaz tundidor, el prematuro y helado aliento que se ha colado de rondón desde hace pocos días, en nada contribuye a darle un buen rapado a los árboles. Y sería una pena, después de todo, que se decidiera ahora que en sus ramas hormiguean mil colores, mil fuegos de una hoguera que se niega a ser ceniza; a que la palidez sedosa de esos gualdas y de esos rosas enmudezcan, arrastrados sin remisión por los suelos, ateridos y yertos. Ni siquiera la naturaleza, dueña de una resurrección temporal que a nosotros se nos niega, desea desprenderse del armiño de sus años, envejecer.


martes, 8 de noviembre de 2016

SE DESMELENA EL OTOÑO

      Se desmelena el otoño con imprevisibles cabriolas, en un desperezo, no fallido del todo, por asentar sus reales. Rezuman abundancia sus alforjas, tan repletas y pródigas que jamás se ven vacías. Envió  su cálido aliento de otros días a secretos confines y como manadas de lobos hambrientos, llegaron sin avisar del adusto norte, cuchillos de acero toledano, a amargarnos nuestra preciada primavera, de las que unos se quejaban y otros gozábamos. A los armarios, largamente ignorados acudimos para oponer alguna resistencia a tan gélida afrenta del tiempo. Lo bueno es que aún el sol luce como meridional pócima, y despropósito de necios es seguir la senda de la sombra, por donde es invierno ya, y no la de la solana, donde es casi primavera.
       Más desigual y desesperanzada es la lid en el hogar, con la incertidumbre de si encender o no ingenios que dan calor, pero que despanzurran sonoramente nuestros ahorros. Acudir al socorrido brasero, no al  entrañable y laborioso de cisco de antaño, que eso son ya antiguallas que solo a las pobres gentes, las que todavía mueren atufadas por no tener otra cosa, sirven, sino al pulcro, mas también oneroso de estos modernos tiempos: es la mediana solución, aunque algún helor que otro nos acometa.¡Qué se le va a hacer!

sábado, 5 de noviembre de 2016

LOS DÍAS AHORA

        Hay más noches que claridades en los días de ahora. Carbones doblemente ennegrecidos las berroqueñas sombras;  luciérnagas sin luces los febles días; una muralla ilimitada es la noche y polilla sin ganas de roer, el día. Aún en la cama, aunque no por demasiado tiempo, lo espero con algo de ansiedad, no perdiendo de vista a la ventana. Es mi aleph la ventana, único orificio por donde ha de entrar lo que de mundo hay afuera. De momento, nada más que un hormigueo de horizontales franjas, que apenas se deciden a lucir, cuando se desvanecen, un atónito, luego, relampagueo al que le gustaría ser muecín de la mañana que vendrá, a no ser que un verdadero cataclismo, como el que extinguió a los dinosaurios y a su sueño de ser los amos del planeta tierra, se lo impida; pero que todavía no lo es. Para cuando llegue, con la ventana ya un ascua de cien llamas, me hallará en pie y vestido, que siempre da seguridad; sobre todo, la de estar vivo una hora más, un día más; que no es poca cosa y a esa realidad se aferra uno con la ilusión del niño que espera la noche de Reyes ver a sus zapatos mágicamente llenos de otras cosas que no sean sus diminutos pies. 

viernes, 4 de noviembre de 2016

     EL FRÍO QUE NOS ESPERA

    Aseveran meteorólogos y certeros satélites espaciales, modernos adivinos sin bolas mágicas, que se agotan esos días de jazmines y azúcares, de rosados caquis y algarrobas, las que en pretéritos años, con collejas y espárragos mitigaban las hambre feroces; de falaz primavera, porque no era su reinado el que debía gobernarnos, sino un donoso empréstito estacional destinado a poco durar, y, más que nada, regalo sin precio para turistas alborozados porque los impredecibles cielos no osaban entorpecer el ritmo de sus pasos por nuestras milenarias y montaraces tierras, por muy coartados que estos se hallen por agencias y guías. Lo peor de toda esta mudanza, de todo ese acerado frío que nos espera a la vuelta de la esquina, es que las endesas, iberdrolas y similares, que a todo lo largo del año sin piedad nos hieren, ahora nos matarán, asestándonos en pleno corazón de nuestra contabilidad doméstica la cruel daga de sus desorbitados recibos.

lunes, 31 de octubre de 2016

ANTE LA MUERTE, APLICARNOS A VIVIR


       Para estar a tono con la actualidad del calendario y del santoral, un poco obligados nos vemos a mencionar la próxima celebración de los difuntos, más que nada porque a todos, a ricos y mendigos, a necios y sabios, nos tocará algún día serlos. Aplicarnos a vivir hasta entonces con intensidad es lo sensato, ya que breve es la vida y sin fecha de caducidad la muerte. Natural, pero enigmática es esta, por ignorar lo que tras su denso velo nos aguarda. Igualmente, en aquellos años inocentes de nuestra infancia, de harto misterio se impregnaban esas lamparillas bañadas de aceite, en las que, como nimios nenúfares, se sumergían diminutas y oscilantes llamaradas, de negros e incombustibles pábilos, cada una, plegarias a la imagen o lámina de santo o de virgen presentes,  para que no fueran del todo severos con la suerte de nuestros muertos, ya en el inabarcable mundo de las sombras. Nada de eso entendíamos, parados a las puertas de las habitaciones, en las que el temor nos impedía entrar, porque no más luces que las dichas eran las que, más que alumbrar,  acentuaban las tinieblas y nuestro miedo infantil.

 

sábado, 29 de octubre de 2016

VIENTOS PUROS Y VIENTOS MALSANOS


       Merodean desde hace tiempo tantos vientos malsanos por nuestra región, al igual que por el conjunto del país, de corrupciones, de hambres, de fantoches, de ignorancia, de falsos mesías, de truhanes, de malversadores, de sevicia, de desprecio hacia el prójimo, en una infausta letanía de nunca acabar, que, con gusto, no queriendo soliviantar nuestro ánimo ni el de los demás, con delectación casi, preferimos virar hacia  otros vientos, a los verdaderos, a quienes cabría culpar de algunos de nuestros desvaríos corporales, de enredarnos la mente, de punzadas en nuestros miembros, pero no de otra cosa, que aquí no hay engaños. Por eso, el tozudo de hoy, es consecuente con lo que se espera de él y sopla que da gusto, con las copas de los árboles como si rindiera pleitesía a algún desconocido dios, en un infinito desplazarse en rachas que no cesan y que de bueno tiene, que, a falta de unas aguas a las que quizás es fugaz mensajero, limpia hasta la extenuación calles, parques y plazas, algo de lo que, de tarde en tarde, deberíamos tomar ejemplo, y mucho más los que arriba y muy de pasada para las fechorías que cometen, hablábamos.

jueves, 27 de octubre de 2016

EL OTOÑO, EL DE SIEMPRE

      De púrpura y sayal; de oro y despojos; de morados y gualdas; de tibias galanuras y de hoscas asperezas; de agudos brillos y umbrías ampulosas; acogedor y tramposo; de castañas y tostones; de tímidos sonrojos y de austeras faces; veraz y mentiroso; de un galopar que no cesa de nubes, auras, hojas, y susurrantes vientos que a nada se transforman en horas de bochornos o de incipiente e imprevisto helores. Son los cientos de ropajes con que, una vez más, acude a su temporal cita el otoño, turbador, polifacético, grandioso, pasmoso, soberbio, que a nadie pretende engañar, aun levantando nuestras quejas de que no es como lo era el de un brumoso ayer y que es fiel a si mismo, como un niño a su madre. Es el otoño, el de siempre.


martes, 25 de octubre de 2016


A ZAIDE TRAS LA LLUVIA

      Convendrás conmigo, Zaide, que por mucho que lo pretendamos o deseemos, para bien o para mal, el ayer no es el hoy, ni nunca este será aquel, que todo cambia de piel y se transforma, se empequeñece o se agiganta,  con el inapelable transcurrir del tiempo; que muy pocas cosas gozan de la condición de inmutables; si algo lo fuera, yo diría que lo es ese pozo de inmenso brocal, de amplia, sinuosa y luenga boca que es nuestro precipicio, el que auna en sus escabrosas, pero bellas entrañas, mucho de vida y algo, en su amenazador vacío, de esa angustiosa nada, que a todos nos aterra.
     Y así, hogaño, como antaño, quieta está la mañana, que recula dando la espalda a cielos plomizos y a humedades, muy pausadamente, sin retirarse del todo, con algo de desgana, como se manifiesta allá muy lejos de los antiguos puentes, rebasados los nimios arroyos, en trenzados de brumas que apartan y siembran luego de imprevista arboleda trozos de parajes olvidados y distantes.
       Tan sedienta se hallaba la tierra, que con toda la lluvia, imperceptible caudal transporta el esforzado Guadaleví. A aquélla, no obstante, habría que agradecerle igualmente esa luminosidad recobrada de nítido verdor, de renacida hermosura en laderas y honduras, allí donde, desde milenios, acaso desde la misma creación, nunca faltó, ni falta ahora quien la festeje y admire. Y es con renovada ilusión y amor, lo que hacemos  nosotros, pobres briznas de polvo del universo, expuestas a todos los embates, los presentes y los venideros.
           

lunes, 24 de octubre de 2016

     CON ALBOROZO, CON ALMA Y CORAZÓN CANTAMOS
   
     El más sabio, sin duda, es el que menos se equivoca. Uno, que no pretende, en modo alguno, estar en posesión de ningún conocimiento tan elevado que merezca tan preclara condición, sí, que en cambio, se culpa, y lo ha hecho sin parar durante toda su existencia, de cometer a diestro y siniestro, en todo tiempo, de joven y de viejo, errores de los llamados de bulto, porque tan confundido se anda, con frecuencia, por la vida, no sabiendo ni escoger lo pertinente, ni siquiera atisbar la mínima luz que desprende un plausible sendero por donde caminar con cierta seguridad.
     La que nunca yerra, aunque a veces lo parezca, es la excelsa naturaleza, aunque a veces también nos confunda con castigos que no son sino devolución de los azotes cada vez más descomunales con que la fustigamos. Día de alborozo es hoy por estos sufridos y recónditos lares nuestros, porque pese a todas nuestras afrentas, nos ha regalado ELLA, con letras gordas, el oro de unas aguas cuyos furores saben a gloria bendita y nada más que a eso, y para las que solo cabe una soberana gratitud. Ahora que el día declina y que un tímido sol intenta calentar la humedad reinante,  gozosos, es lo que hacemos. 
     

sábado, 22 de octubre de 2016

CASI MUDANDO ANDA EL DÍA
   Mudando y algo revuelto,  sin sol y con poca luz, indecisa si tirar para oriente o para occidente,  se mueve la mañana ahora, que ya sobrepasa al mediodía. Y un poco así, con ese airecillo que sopla con poca fuerza, pretendiendo atraer agua, merodeando y trastornando metido en la cabeza y revolviendo nuestras ideas, anda uno. Y con ese malhadado revoltijo molestando lo que no está escrito, lo cierto es que ha sentido uno añoranza de aquellos días en que este blog, varios días a la semana, igualmente se movía unos pasos. No sabemos si fue acierto o desacierto darlo por finiquitado por unos motivos que no vienen al caso, y renunciando a unas líneas que siempre sirven de desahogo en muchos sentidos.
    Queremos recordar a quien no lo sepa, ya que alguien nos ha preguntado, que un libro publicado por aquellas fechas, recogió además de cien fotografías de nuestras tierras, una selección de lo que nos pareció más interesante de leerse, del mencionado blog. Cabe decir a este respecto, y no por lo que económicamente puede dejarle a uno, que puedo asegurar que no es nada, que el libro se encuentra a la venta en la Librería Dumas, en calle Jerez de esta ciudad de Ronda. Y lo digo más que nada, porque si queremos que librerías, impresores, maquetadores y demás se ganen la vida y que el libro siga formando parte de nuestra cultura, necesario es comprarlos, y con esa intención, el que escribe estas líneas, los publica, cuando se puede, que no es siempre.
     


jueves, 19 de mayo de 2016

CON UÑAS Y DIENTES


       No hay amanecer que no nos despierte una noticia terrible, desesperanzadora, que nos deja un acre amargor en la boca y en el espíritu. La mayoría lejanas, aunque ya todo está cerca, que, por propia e inconsciente autodefensa de nuestra naturaleza, te afecta menos que cuando son procedentes de la propia ciudad.
        Hoy nos ha roto el ánimo una de esas tremendas, inexplicables, dos suicidas, sin conexión alguna, el mismo día y casi al mismo tiempo, han destrozado su cuerpo y dicho inexorable adiós a su existencia en diferentes lugares de la cornisa, arrojándose al vacío del Tajo; uno un crío de dieciséis años, el otro, una mujer de mediana edad. Los motivos que pudieran tener, tan poderosos, para llevar a cabo tan definitiva, tan cruel despedida, solo ellos, nos parece, podrían decirlo.
         Cuando tantos y tantos seres andamos buscando la forma de agarrarnos con uñas y dientes a la vida, para vivir más, sorprenden estas acciones de los que, aun en el inicio de sus vidas, creen que el mundo, la existencia, no era lo que ellos esperaban y decidieron no esperar más.

martes, 17 de mayo de 2016

UN ALIVIO



     Un alivio la sonrisa del tiempo, con ambiente de fiesta en la naturaleza por donde quiera que se mire, y un renacer que da gusto ver. Se alejaron los días lluviosos y los fríos molestos y advenedizos, hay sol que hasta agobia un poco, pero del que después de lo pasado no es justo quejarse. Con otro gran suspiro de alivio, hemos apagado los radiadores de la calefacción, los mismos que a tanta gente atormenta en los días crudos, porque encenderlos es dejarse parte del sueldo o de la pensión en manos de los mismos de siempre, los que en consejos de administración, en juntas y demás, con otros cargos de los muchos que tienen, a tanta gente empobrece. Así marcha el país y así marchará mientras no corran otros aires y gentes más dignas los sustituyan, si es que alguna vez ocurre tal realidad.

domingo, 15 de mayo de 2016

LOS 101 KILÓMETROS


    Con algo de admiración y no menos de sana envidia hemos contemplado aquí y allá sin pretenderlo, a los que han venido este fin de semana a completar los 101 kilómetros.  Lo cierto es que no hemos ido a buscarlos, pero por por doquier había participantes, por lo que lo inevitable era encontrárselos, con sus evoluciones sacando zapatos deportivos, bicicletas o bastones de senderistas de sus vehículos, según las pruebas en las que iban a participar. Que pese al descomunal esfuerzo hayan llegado, imaginamos, la mayoría, sanos y salvo, dice mucho de un entrenamiento y dedicación que, dado como está el mundo, habrá que elogiar.
       Menos nos gusta el estado en que quedará la recién mejorada Alameda, con  huellas evidentes en muchos puntos del paso del acontecimiento. Nunca cuidamos lugar tan privilegiado como tenemos y parece que no haya otro sitio donde celebrar cosas. Qué le vamos a hacer.

sábado, 14 de mayo de 2016

SALTOS PARA EL EQUILIBRIO


    Días de pertinaces y beneficiosas lluvias han dejado tras sí un escenario que diríamos ennoblecido, mas allá de lo imaginable, con parterres, parques y jardines tocados de un aura especial y todos como resucitados mostrando un esplendor inaudito de luces y colores; porque aunque casi todo estaba ahí durante esos pasados días, un poco taciturno, la verdad, nuestro ánimo más se dirigía a protegernos del agua que, en ciertos momentos, caía a raudales, y ni le dedicábamos una mirada a ellos y menos detenernos en su floral contemplación y encantadora belleza. Se quiera o no es primavera, por las fechas y por la atemperada atmósfera de hoy, propiciada, además, por los aguaceros pasados. Saltos atrás y adelante, hasta establecerse donde le corresponde, es lo que hace la estación, y de desear sería nos dejara disfrutar de ella con cierta continuidad antes de que los ardores del estío nos acogoten, que todo llegará.

viernes, 13 de mayo de 2016

CON LOS VIAJES.


     Con los viajes, los largos emprendidos a cualquier país europeo, con la edad se detiene uno a pensar, antes de llevarlos a cabo, en cosas y en circunstancias que de más joven ni se nos pasaba por la imaginación. Entre ellas, las ventajas que ahora les vemos y que antes no veíamos. En primer lugar, que por muy de andar por casa que seamos y de no salir de la ciudad en la que vivimos, hay mucho que merece la pena conocer, aunque solo sea por comparar modus vivendi con los de tu país. Constatar que maravillas que cortan el aliento existen por doquier y, asimismo que por ahí, no todo es bueno y que, como aquí, se mezclan las óptimas y dignas de imitar con otras que hay que rechazar.
      Y ni que decir tiene, que algo que no ocurría años atrás, es, cuando volvemos, con el ansia de expatriado redimido retomamos con una ilusión de cosa nueva nuestros paseos y recorrer nuestra ciudad, con más ganas que nunca.

jueves, 12 de mayo de 2016

¿ETERNO RETORNO?


           Entre las propuestas de las religiones, una de las que más fascinan y de las más ancestrales es la del eterno retorno, esto es, a grandes rasgos, que nunca dejaremos de existir, de peregrinar por este mundo, ya que tras la muerte, volveríamos a la vida con otro cuerpo y dependiendo de nuestro comportamiento anterior, dispondremos o no de una mejora en nuestras condiciones físicas e intelectuales. Una suerte de premio o castigo, dependiendo, como decimos, de nuestra conducta en nuestra precedente existencia.
          Piensa uno, que, con estas premisas, si algo de verdad hubiera en ello, que a qué pozos de penalidades no se hundirían aquellos que con su abominable proceder andan en estos tiempos dejando a la ruina a nuestro país. Por si así fuera ese gustillo que no nos lo quite nadie, porque lo que es en esta vida, no hay quien les tosa.

lunes, 2 de mayo de 2016

MAYO ES MÁS PRIMAVERA QUE ABRIL.



     Con tantas fiestas y, por ende, seguidas, que sin duda sirven para olvidarnos del trasiego de las laborales, se nos fue el santo al cielo, sin pensar tanto que ya era mayo, y que mayo es más primavera que abril, y que apiñadas con su color celeste cielo las lilas y la flor de las acacias son un canto a la vida natural que en estas fechas se agolpa en jardines, parques y campos; como que ayer fue el día de las madres y estas sí que necesitan no un día, ni unas horas, sino una constante loa y permanentes regalos de amor, ya que no hay condición más digna de elogio, y de pregonar debemos a los cuatro vientos sus virtudes y sacrificios, que sobre su prole, pequeña o grande, derraman  con soles y nublados, con  tempestades y tiempos mezquinos, a todas horas, en una tarea que dura mientras viven. Nuestro agradecido recuerdos para ellas, para las que se fueron y para las que viven y, también, cómo no, para las que con tantas guerras y exilios claman por redentores y no charlatanes de feria.

viernes, 29 de abril de 2016

ACELERA EL MES


      Acelera su despedida abril, o al menos lo parece, procurándose un cómodo asiento en ese viento loco que desde muy de madrugada ha comenzado a batir contra todo en su tránsito hacia otras tierras o hacia su desconocido hogar. Otro mes que se nos escapa, aunque para nuestro consuelo envuelto en olores de azahares, los mismos que ese aire loco está desprendiendo de los desmadejados naranjos, de un sin fin de ellos, llenando las aceras de blanco y amarillo, donde se alzan, sin mucha altura. Algo es algo. Algo perdido y algo ganado, para que todo no sea perder.

lunes, 25 de abril de 2016

LA ILUSIÓN DE TODOS LOS DÍAS.


    La ilusión de todos los días para algunos, entre los que me encuentro, es la de los libros. Justo es que estos tengan su celebración y su especial fecha, más cuando este año se asocia con el aniversario de la muerte de Cervantes, eminente autor del libro de los libros, que ni siquiera hace falta por conocido mencionar, y en cuyo honor, además, fue creada la festividad del día del Libro. Sin embargo, por eso de la habitual ilusión que cada día nos mueve a acudir, mañana, tarde o noche, a ellos, hemos dejado, a conciencia, pasar el conmemorativo 23, aunque sí que hemos añadido a nuestra biblioteca un nuevo título.
     No creemos que pese a los malos augurios que se le pronosticaban, agonice el libro impreso y su dilatada historia de siglos; pero sí, en cambio, el ejercicio de la lectura, a la que nadie alienta ni a ninguno de nuestros gobernantes parece importarle. Lamentable es el olvido en que se encuentra el mundo de la cultura, desalojado en beneficio de no sabemos que finalidad. Una pantomima, cuando tanto se le castiga con impuestos a la cultura la del libro y a toda en general, la llevada a cabo en el congreso en pasadas fechas acudiendo los diputados a  Cervantes y su obra para tapar la desgraciada política de los últimos Gobiernos en favor de ella. Sonrojémonos por su actuación ya que ellos no lo hacen.


sábado, 23 de abril de 2016

UN CASCARÓN DE NUBES


      Un cascarón de nubes se han instalado sobre montañas y valles. Muy apretadas y de un ceniza con retazos de azul que no presagian ni aguaceros ni ventarrones, y sí un casi seguro calor, como un brochazo de inesperado bochorno estival. Es algo que ya se nota, al igual que la melancolía que dejan esas nubes acercando un paisaje que en otras ocasiones, con sus abrumadoras luces, masas montañosas y el intenso color de sembradíos y eriales, queda harto distante.
          No ocurre ahora así. Ya las montañas, apremiadas por la punzada del caparazón de nubes, han recobrado una identidad extraviada en otros días de más prolijas claridades, y sus picos y pronunciadas extensiones se introducen donde estás tú, con ganas de estrechar afinidades. Y hazas, senderos, huertas y bosquecillos de encinas y olivos, en un tumulto que es torbellino de verdes, añiles, gemas y granates, aunque hondos, parecen alzar el vuelo para alumbrar esta rara cita primaveral entre hombre y creación, menos inanimada que nunca en esta mañana de crecido, medio envejecido abril.

viernes, 22 de abril de 2016

SE ENFURRUÑA EL TIEMPO


         Se enfurruña el tiempo, como un niño mal criado y poco dado a obedecer. Eso significa, aplicado a la atmósfera no un gesto de indisciplina y de funestas consecuencias, sino que, a su bendito aire, se emplea con poco orden y muestra evidente malhumor con frecuentes y aceleradas mudanzas, que algo perplejo sí que nos dejan porque arremolinadas y plomizas nubes amenazan con descargar toneladas de lluvia, y en nada de rato, hacia ignotos destinos se marchan estas, dejando su lugar a un deslumbrante sol más propio de otras avanzadas estaciones.
         Al trasiego de la naturaleza de un estado a otro, como soberbio espectáculo, poco hay que oponer, aunque la atención que levante entre los que pululan por la ciudad sea mínima. Por contra, los  intermitentes cambios se hacen sentir en nuestros pobres cuerpos, con malestares de huesos y destemplados nervios que, igualmente, acaban por ponernos de un humor de perros.
               

miércoles, 20 de abril de 2016

DESMESURA Y FEALDAD DE LOS ANUNCIOS.


     Corren desventurados tiempos, no habría ni que repetir un hecho que nadie ignora por sufrirlo los habitantes de nuestro país en sus propias y apaleadas carnes. Todas las ciudades son un ingente escaparate en el que todo se vende, pero que apenas compra nada nadie.
     La mayor dimensión de ese trasiego, sin duda manco por la falta de compradores, queda reflejado en la oferta de viviendas de segunda mano. Desproporcionados anuncios cuelgan de las fachadas con el nombre de las inmobiliarias o los teléfonos del propio dueño, con letras enormes y colores chillones, como si de pronto todos estuviéramos perdiendo vista y fuera necesario centuplicar el tamaño para que pudiéramos leerlo. En realidad lo que se parece vender no es una simple vivienda, sino todo un edificio, o como el caso de la foto, todo el vasto ámbito del Tajo. A lo mejor es verdad, nunca se sabe. Desmesura y fealdad, en cualquier caso.


martes, 19 de abril de 2016

HORAS PERDIDAS


      Con las agoreras previsiones de agua y viento, y su cumplida confirmación nada más amanecer, el ánimo se encoge un poco y rechazando el saludable paseo de todos los días, no sé si erróneamente porque al final el día abren los cielos y las nubes dejan de ser amenazadoras, elegimos encerrarnos en casa, haciendo proyectos para esas horas con las que no contábamos. Tenemos tan cubiertas todas las demás, con pequeñas distracciones, aficiones y menudencias que han quedado ya como obligaciones aunque no merezcan tal nombre, que, lo cierto es que en vez de coger la ocasión por los cuernos y comenzar a hacer lo primero que se nos venga a la cabeza, entre dudas y buscarle destino a ese inesperado tiempo de  ocio, lo que en realidad hacemos es desperdiciarlo no haciendo nada. Y entonces sí que añora uno la delicia del paseo perdido y el caminar contemplando fantásticas montañas y nubes enfurruñadas buscando donde dejar caer su húmeda carga: un verdadero y gratis espectáculo, hoy que por todo hay que pagar. ¡Lástima de horas sin destino!

viernes, 15 de abril de 2016

MAÑANA ABRILEÑA


     El aire de la mañana abrileña, es como una caricia en la piel, de tan tibio y de tan cargado de aromas de la cercana sierra como llega. Le falta nada para ser viento formal, pero no lo es. Solo aura es ahora. A veces duda y como si raciocinio tuviera, no sabe si mantener su condición o de pasar a mayores. Cuando esto ocurre, para estudiar con gravedad su decisión, se calma, se detiene y deja de merodear entre las copas de unos árboles a los que levemente agitaba sus ramas.
        La brusca parada, ha cogido de sorpresa a media docena escasa de grajos, que quedan inmóviles entre la orgía de luces de la mañana. El escenario es el Tajo, arriba, muy arriba del Puente. Allí se están, como dos negras estelas, sin movimiento alguno, incrustados, petrificados, desorientados se diría de no contar con la ayuda de esa brisa que necesitarían para hender el espacio enormemente hondo en el que se hallan. Para bajar y subir con una celeridad que no es posible seguir con la mirada.
          De aquellos centenares de hermanos que hace años tenían como segura morada el precipicio, pocos han seguido con la estirpe. Una pena la pérdida de sus vuelos. Eso sí, esta diezmada herencia de los suyos que a duras penas sobreviven en un medio claramente hostil, anunciando siguen como ayer, cuando balanceándose chillan como afectados de oscura locura, a la vez que se desafían


entre ellos, que ese aura imperceptible de la que hablábamos, será viento mayor a no mucho tardar.

jueves, 14 de abril de 2016

LEVANTA DESGANADO EL TIEMPO


     Levanta desganado el tiempo, pero no los ánimos, que, con todo lo que de malo, sin nunca parar, nos trae cada mañana o tarde de titulares con nuevas faenas de los que nos vienen gobernando, nos hace preguntarnos si es suerte o desgracia haber nacido y vivir en un país como este, o en una región en la que si no fuera bastante con ser de las más empobrecidas de la Unión Europea, desde dentro se le azota a sus habitantes con impuestos tan desproporcionados e injustos como los que atañen al derecho de sucesión.
       Entretanto, al menos, parco consuelo, con tantos dislates y felonías, para no amargarnos la existencia más de lo que ya la tenemos, deberíamos celebrar el engranaje definitivo de la estación en la que nos hallamos y exclamar con el poeta aquello de "La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido". Lo cierto es que las ramas de los árboles se han desprendido de su total desnudez, llenándose de brotes, pequeñitos todavía, como pelusas detenidas.
Y es un espectáculo que no por vivido antes, dejemos de admirar, con ese casi umbroso dosel que, por ejemplo, en nuestra Alameda, es ya una realidad, que puestos a comparar con la que nos llega en el sentido de arriba, es pura gloria y honestidad de la naturaleza.

jueves, 7 de abril de 2016

LA TARDE DE ABRIL


      Contemplando la evolución de este día, cuando ya no es ni mañana sino tarde avanzada, con sus claridades y negruras, con sus nubes agolpadas gravitando sobre el manchado azul de la sierra, donde hace unas horas ninguna había; el mezquino gualda de un arbusto de mimosas sin flores, en cuyas ramas se mece un despreocupado mirlo, y el de una adelfa, en el que las flores comienzan a brotar; viendo todo eso y el escenario vagamente dormitando, cabe pensar que la naturaleza también se imita a sí misma, y que podía ser otoño, pero primavera es ya, se vista como se  vista este día de abril, esta tarde ya mayorista de abril.

lunes, 4 de abril de 2016

NO SON MISERIA DE GOTAS


         ¡Llueve! Queremos decir, que no son cuatro miserias de limosnas de gotas, sino que vierten agua los cielos con generosidad y con ánimo de continuar, desde hace ocho completas horas. Al amor de las comodidades del hogar, hemos vuelto a recuperar la atmósfera de días de antaño, cuando no era una noticia lo que ahora sí lo es, porque no hay líquido que la sustituya y malo será si alguna vez para su uso, habría que pagar lo que no está escrito. Por si esa fatalidad llegara, disfrutemos ahora del sonido de su chisporroteo en los cristales, de sus charcos, de sus cielos encapotados y de las calles, haciendo correr a sus pequeños arroyos. Un espectáculo, y cada vez más, por lo escaso y una oportunidad que ni pintada para no hablar de gobiernos, defraudadores o crímenes de lesa majestad, que eso si que no hay día que empapados de ellos no venga.  

sábado, 2 de abril de 2016

EL MORIR Y EL NACER


         Como, invirtiendo el orden natural, el morir y el nacer se suceden en todos los órdenes de la existencia, incluso en la etérea de los meses, llegó el natalicio de abril, el de las aguas mil que decíamos hace años, que hoy el término es pura fantasía, que escasas son las lágrimas  que vierten los cielos y si lo hacen es por muy distintos motivos;y claro está, que a tenor con las heridas que le vamos infligiendo a aquellos, ellos responden con contundencia, y el día llegará que esta será de tal envergadura, que a hacer gárgaras se irá el planeta y con él los humanos, casi ufanos, con todo, de haber hecho trizas lo que indestructible parecía. En fin, que mientras eso llega, de lo que cada día nos queda menos duda, aprovechemos lo que de bueno al alcance de la mano tenemos: la familia, el sol, los amigos o los bosques, sin a nadie, por nuestra culpa, hacerle la vida imposible, que ya se la hacen otros. Y que el primaveral mes que nos visita, asimismo deje algo de primavera en nuestro ánimo y corazones, que buena falta nos hace.
 

jueves, 31 de marzo de 2016

UN MANDADO MÁS.


         Muere marzo, que, salvo tragedias y matanzas de inconcebible saña ( que ese terrible hecho tema cotidiano es y cada vez más salvaje la escalada),  sus estertores algo se dejan hoy sentir, con frecuentes bocanadas de aire helado y un tumulto de nubes virando a negras, que nada bueno auguran para la continuidad de la bonanza atmosférica que veníamos disfrutando. Como la vida misma, las mudanzas en la naturaleza se suceden, que ella va a su ritmo y con sentido y nosotros, por desgracia, lo tenemos bien extraviado por las trampas que nos imponen gobiernos de todo tipo, los de más arriba, y los más cercanos; pero todos con el oculto ánimo de medrar a costa de quien menos debería. Es desde luego, algo que no cambiaron ni revoluciones ni asonadas, porque los triunfadores en dictadores se tornaron; los modernos, si no de nuestra libertad, si de nuestro bienestar. Bueno, para no enfriar más el ambiente de por sí ya glacial, despidamos a marzo, a quien poca culpa cabe de todo lo que criticamos,  que él es de los cielos, un mandado más. 

martes, 29 de marzo de 2016

SACRA INDIGNACIÓN EN LA SEMANA SANTA


     Terminó la Semana Santa, y aunque no anduvimos mucho por las atestadas calles, la prensa local no dejó de referirse con variados suplementos a ella. Preciosas fotos de imágenes y más imágenes y alguna concisa noticia que, para los que la contemplamos un poco desde fuera, no deja de llamarnos la atención. Refiere esta en unos renglones, la santa indignación de unos vecinos del barrio de San Francisco porque algunas atracciones de feria, instaladas en la plaza por gente que, con los ingratos tiempos se gana mal, cuando se la gana, y con cuentagotas la vida, porque los laicos cacharros estorbaban el paso y afeaban la procesión que iba a salir durante unas horas.
        Desde luego nuestro mundo lleno está de gestos ampulosos y de contradicciones que no se entienden. No durante unas horas, sino a la largo de todo el año, y desde hace muchos tienen (y eso sí que afea hasta más allá de lo imaginable), la fachada ennegrecida de Ntra. Sra. de Gracia, la iglesia más antigua de Ronda, cayéndose a pedazos, sin tejado y en plena ruina; y no será porque quien tiene la propiedad actual carezca de dineros, ya que es una poderosa entidad bancaria, Unicaja, a quien menos le costaría su provisional arreglo que editar uno de esos libros llenos de números y de cuadros, que a nadie salvo a su autor interesa. En todo ese tiempo,  ya al menos una decena de años, ni por asomo, hemos visto a ningún vecino, y menos agrupados, elevar la más mínima protesta por la ruina del histórico templo y la mala estética que su estado supone para el entorno, y en realidad, también, para el buen nombre de Ronda y de sus gobernantes.  

viernes, 25 de marzo de 2016

CLEMENTE EL TIEMPO.


      A golpes de contenida respiración, de fugitivas sombras y renacídas luces, anda en estos días el voluble tiempo. Ahogos que fueron de agua y ahora son de ardores. Clementes, pues, ya que a todos complacieron tanto a los que se mueren por oír el tronar de los tambores como los que evitan el torbellino y aperturas de las aglomeraciones. Generosos nos fueron esta vez los cielos, ya que no hay cosa más difícil en este mundo que dar gusto a cada hijo de vecino. Y si, además, de algo de provecho sirve el gesto para aliviar penurias económicas y salvar las vacaciones, mejor que mejor.

domingo, 20 de marzo de 2016

METIDOS EN FIESTAS.


           Metidos en fiestas, para que dual sea la celebración, muy callando, se nos ha echado encima la primavera, con un tiempo que le viene como anillo al dedo a su bien aireada fama: escasos tiritones, ni rastro de insolentes vientos, un agua mansa que moja, pero ni se distingue, de sutiles que son sus prietas hileras y un sol que no quiere perder oficio y se mezcla a ratos con la lluvia iluminándola Inmejorable el escenario, que a pedir de boca vendría si no fuera porque aprovechando estos días, más de uno y más de dos se desplazaron en busca de horizontes que no son los sólitos y en los que se ganan el penoso pan de cada jornada.¡Qué se le va hacer! Como en todo, como en la vida, unos ganan y otros pierden. Acertaron, los que metidos en sus cosas y en sus casas en estas decidieron permanecer; se vieron perjudicados no solo los que  buscando mejores aires viajaron, sino igualmente los que algún interés pecuniario o anímico los movía del transcurrir de esta Semana Santa.


jueves, 17 de marzo de 2016

MALES DEL PUENTE


    Al miles de veces loado, pintando, retratado, dibujado o cantado Puente Nuevo, lo corroe y desgasta a ojos vista, no la polilla que, salvo transformaciones milagrosas solo ataca a la madera, y jamás a la piedra, sino variados males, como son filtraciones de agua que van arruinando, aunque en el exterior no lo parezca, sus sillares, con peligro de hundimiento. Y ya que hablamos de esta posible catástrofe, hundidos han quedado, si se fijan, los balcones de uno y otro extremo, de tal forma que los asientos por el alzamiento de las aceras en obras posteriores, están al nivel del suelo, o lo que es decir han dejado de tener la utilidad para lo que fueron pensando, para tomar un respiro. ¿Desde cuándo, si es que alguna vez se hizo, se ha tratado de reparar la carcomida piedra del pretil y los baches de las aceras, que con cuatro gotas se hace impracticable su paso? ¿Cuándo tenderemos la mirada a lo que de más mérito y fama tenemos y dejaremos de preocuparnos por otras cosas que no la tienen?

miércoles, 16 de marzo de 2016

NO ES TRAIDOR QUIEN AVISA



      En cuestión de malestares, que si no los atiendes pueden ya hacerte la existencia imposible o bien quitártela, cuando ya se transformado en enfermedades de importancia, nos es nuestra naturaleza de las que no avisan, más de una vez, incluso, hasta que se cansa. Diferente es que nosotros hagamos caso a sus advertencias o no y de que pongamos orden en nuestro averiado organismo, lo que en raras ocasiones llevamos a cabo, porque por medio anda el prescindir de alimentos que nos apasionan o de acabar con actitudes de sedentario y formas de enfrentarnos diariamente a nuestro modo habitual de vida. De tal forma que lo que hoy solo puede constituir un pequeño sacrificio, transformarse puede, de no atajarse el mal, en un caso perdido. Todo esto suena a monserga, pero es que es a nosotros a quien la naturaleza ha avisado, con varias alteraciones que no revisten demasiada importancia, a decir de los médicos, pero que uno se toma con total seriedad por cuanto acabamos de explicar, y si además a alguien puede servir de lección, pues todos contentos.

martes, 15 de marzo de 2016

DEJARSE LA VIDA Y EL SUEÑO



        Anda uno algo alejado de la política y de los políticos como tales, que no como amigos, los que lo sean. Y en eso, aparte de nuestras ideas, contrarias o no a los que gobiernan, no hemos hecho distinciones, porque ante todo está el hombre. En cualquier caso se quiera o no, como ya se ha dicho, el hombre es un ser político por naturaleza y por necesidad, porque en ello va el bienestar de la ciudad o del país y del buen funcionamiento de una sociedad de la que formamos parte, y, como tal, implicado se verá de una forma u otra en la política.
         Viene al caso todo, por la moción de censura presentada en nuestro ayuntamiento y la entrada de un nuevo gobierno. No voy a entrar si con razón o sin ella, son cosas que irá diciendo el paso de los días, pero sí entiendo en charlas con personas ajenas a la política, pero de toda mi consideración, que es mucho lo que hay que arreglar en nuestra ciudad, en numerosos aspectos, porque muchos de los monumentos, por ejemplo, se vienen abajo, porque alguien, también, tendría que fajarse con los mandases de sus partidos a nivel provincial o nacional, para que hubiera una enseñanza universitaria en Ronda, que creo merece, como merece algo más en la enseñanza musical para que tantos chavales no dejen atrás su vocación y cualidades por tener que desplazarse a Málaga. El infierno de las carreteras, nada más que se aleja uno unos kilómetros de la capital y empeorando conforme se acerca a nuestras tierras... En fin que mucho hay por lo que luchar, pero dejándose la vida, y el sueño, y eso lo busca uno una vez y otra y pocas lo encuentra.

domingo, 13 de marzo de 2016

LA CIUDAD Y SUS BLASONES


       La ciudad, ciudad, la antigua medina árabe, para entendernos, atesora decenas de casas aristocráticas y de blasones por doquier, todo un testimonio a la vista de un pasado poder y de quién mandó durante siglos en Ronda, más allá de lo que eran sus sus dominios. Se nos ocurre, que todos hemos querido en determinados momentos de vano orgullo, o de rendir sentido tributo a nuestros antepasados, presumir de ascendientes, que, a nuestro modesto entender, destacaron por su notable ingenio, arte o sagacidad para los negocios. Con eso nos conformábamos.
            No es el caso de los que se creyeron tocados por la gracia de Dios, casi siempre sin gestas que exhibir, por ser herederos de un linaje que, entre otras cosas, consideraba pecado realizar trabajos mecánicos porque, en cierto modo, manchaban su reputación de caballero. Lo cierto es, que no es raro ver múltiples intentos por eternizar hasta más allá de lo sensato, el símbolo de su aristocracia, plasmado en pétreos escudos que no lucen en a la entrada de la vivienda, como sería lógico, sino lindando con el alero, aunque sean varios sus pisos, como si quisieran llevar al cielo sus galones, lo que para gloria mundana, creo, es demasiado pedir.

viernes, 11 de marzo de 2016

ES NORTE LO QUE SOPLA



      Es de ver hasta qué nivel de desánimo te ponen el cuerpo estos vientos del norte que soplan hoy y que en sus entrañas transportan toda la mala sangre de todos los de su casta, que zahieren y apuñalan, y por entre gabanes, chaquetones, gorras y sombreros se cuelan para decirnos que una cosa son las prendas de presunto abrigo y otra ellos. Sacan a relucir la mayoría de nuestros malestares, aquellos que sin matarnos ya nunca nos dejan, pero que estas brisas endemoniadas acrecientan hasta el punto de ponernos a pensar si de verdad no serán meros y soportables achaques los que tenemos y sí, en cambio, algo de más gravedad, algo que cuando dejen de soplar esos malditos vientos, todavía estará ahí, para hacernos ya la vida no como antes, llevadera y a ratos amasando ilusiones, sino insoportable.