martes, 22 de julio de 2014

MIRA CON CUIDADO



       Si alguna vez te da, Zaide, por buscar almas que te sirvan de guía en el laberinto engañoso que es la vida, llena de aguas pantanosas y trampas que no se hacen ver hasta que te precipitas en ellas,  harás bien en mirar con todo cuidado si lo que pretendes es descubrirlos, no sea que vayas a dar, sin saberlo, como a más de uno le suele ocurrir, con un botarate disfrazado de sabio, o con un necio que presume de no ignorar nada ignorándolo todo. Sólo son falsos pastores, que por serlos y no costarles nada el engaño, abundan por doquier, y de lo que más entienden es de trapacerías y enredos, que,  sin ningún esfuerzo, les haga ricos y poderosos.
     Más fecundos tiempos fueron aquéllos en los que lo difícil era elegir, pero no porque no hubieran verdaderas figuras espirituales, sino por la abundancia de ellas, en todos los órdenes y campos. Como de falsos profetas, de monigotes, de aguachirles, está el mundo colmado, más te costará, pero no dejará de ser un camino abierto y seductor, el que seas tu propio guía, alumno y maestro, a la vez. Noches de insomnios y horas de pensar te harán falta para conseguirlo, pero habrá valido la pena ese voluntarioso ejercicio ético, con el que ni te sentirás engañado, ni a nadie engañarás.
       


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