miércoles, 19 de febrero de 2014

MIRA A QUIEN PREVIENES



     Con los años aprenderás a conocer, Zaide, lo que de mendaz y engañoso guarda en su recóndito seno la existencia, y lo que de inescrutable ocultan los laberintos y estancias del alma de cada cual. Multitud de mundos vagan sin rumbo, a pleno extravío, por el que misericordioso, con nombre y condición  propia, nos cobija. Un universo por explorar cada uno somos y un enigma sin rostro y sin solución el propio y el de tus semejantes.

     Por ello, caro amigo, huye cuanto puedas del mal recompensado oficio de redentor, a no ser que el caso sea muy extremo. No oses dar consejos, si nadie te lo pide, y aun entonces, cuida bien de lo que previenes y avisas no sea que tu admonición se vuelva contra tí y haga añicos tu buena voluntad y reputación, también, y escaldado salgas del todo. Y si de mensajero de otro vas, que los dioses te valgan, porque toda protección, por mucho que te guardes, será poca.

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