martes, 28 de junio de 2011

ANTICUADOS, MOLESTOS Y PELIGROSOS PASOS A NIVEL

          Una de las formas de combatir el agobiante calor de estos días, es la de tomar el tren buscando, más que aires menos ardientes, un clima mesurado y  el espectáculo que desde  los propios vagones, tan confortables, se disfruta. Es innegable que la libertad e independencia que se pierde prescindiendo del coche, se compensa con otras cosas que no tienen precio: despreocupación y el deleite de un paisaje que por cualquiera de las salidas de nuestra ciudad es pura belleza.
          Sorprende, no obstante, tanto si se viaja en dirección Algeciras, como en la que va hacia Granada o Córdoba, pasada la salida, la agrupación de gente que, a poco, espera, forzosamente inmovilizada de repente en sus compras y paseos, la llegada del tren. Casi siempre, congregan más personas que las que en la misma estación se disponen a desplazarse por ferrocarril. Son los consabidos pasos a nivel, que hace años, cuando tras ellos no había más que descampados, a nadie estorbaban. Hoy, que una parte de la vida industrial y comercial, se expande por estas zonas, constituyen un inmenso trastorno para personas y vehículos, cuando no un peligro, por muchas barreras y luces que anuncien el inminente paso de un convoy.
          Muchos son los años que llevamos oyendo que su desaparición era cosa de semanas, de meses. Nos parece que, dado que en otras poblaciones cercanas  y más afortunadas, Antequera, desaparecen, debe ser cosa de insistencia, de mucha, de políticos y ayuntamientos ante los organismos pertinentes.

viernes, 24 de junio de 2011

PARADOJA EN EL GOBIERNO DE LOS AYUNTAMIENTOS

          Manifestación de nuestra condición humana es, creo, quejarnos de todo lo que nos rodea, tanto si nos va bien como si no. Pocos aceptamos el estado de nuestra economía, de nuestra situación en la sociedad, o de nuestra salud. Por muy floreciente que sean todas ellas, siempre anhelamos más, quizás porque vemos a otros más ricos, más guapos, más afortunados, más famosos. En fin, que la conformidad es cosa de tratados religiosos y ascéticos, pero no nuestra.
          Sin embargo, alguna razón nos asiste a veces, por ejemplo, cuando estos día de mudanzas consistoriales nos quejamos de las enormes deudas que atosigan a los ayuntamientos, que, como cabezas administrativas de las ciudades tendrían que ser un permanente modelo de organización y de gobierno de unas finanzas de las que sólo son custodios circunstanciales. Entre otras cosas, bien, muy bien, magníficamente, se les paga por este trabajo, al que nadie, tampoco les obliga.
          Más que nada, cuesta entender que cada miembro de los que componen los ayuntamientos, con estudios superiores o sin ellos, en la vida civil,  en la mayoría de los casos  tiene un cuidado especial en que sus cuentas domésticas cuadren: que mensualmente haya para pagar la luz, el agua, el gas -para que no los corten-, para vestidos, comidas y demás de los que comparten como familia el mismo techo y las mismas necesidades,  para no tener trampas,  para no  ir a la ruina.
          ¿Cuál es el motivo, entonces, de esa desidia, de esa despreocupación, de ese "a mi qué", cuando se trata de gobernar con equidad y cordura, como hacen en sus hogares, los municipios?  

miércoles, 22 de junio de 2011

LA PERFECCIÓN Y MISTERIO DEL UNIVERSO QUE NOS RODEA

         Dejamos pasar el día de ayer sin dar entrada a un comentario. Lo que, mirado desde un punto de vista práctico, parece una necedad, cuando fue el  más largo del año: quince horas y tres minutos de luz solar, nada más y nada menos; solsticio de verano y todo eso, con el sol, el mandamás de la tierra, y por lo tanto también el nuestro, un grado más en el orden jerárquico planetario, encaramado en lo más alto del hemisferio norte, por el que nos movemos.
           Una inmejorable ocasión, pues, para hacer cosas, aunque sólo fuera, en el peor de los casos, para rendir pleitesía, como antaño nuestros antepasados, reunidos en común contemplación,   a quien desde hace millones de años no nos viene fallando.  Y también motivo excelente de celebración, porque  igualmente a nosotros se nos dio la oportunidad, con actividad o sin ella, de exclamar: ¡seguimos en pie un año más, para meditar sobre la perfección y misterio del universo que nos rodea, cobija,  y a él nos ata! ¡Ojalá que indefinidamente!    

lunes, 20 de junio de 2011

VENDEDORES AL TELÉFONO

          La venida de la próxima estación, el verano, la vocean muchos de sus madrugadores heraldos, aunque habría que convenir que, si prescindimos de su  oficial nacimiento, -dentro de unas jornadas-, lleva ya  semanas campando a sus anchas, instalado en su tórrido trono, ajeno a calendarios y al curso de los planetas, que es el que fija su reinado. 
          Otros mensajeros de distinto signo, que nunca paran, sin aparente relación con el estío, parecen cobrar nuevas energías con el calor y buscar con saña nuestros hogares, inmunes a desplantes y negativas cotidianas, inmersos sólo, dentro una feroz competencia comercial, a sacar a flote su compañía; pero que a nosotros, los simples usuarios de una de ellas, nos amargan la existencia.
          Lo malo no es que los vendedores de las ofertas y ventajas de cientos de compañías hayan tomado por asalto nuestra casa (nunca más nuestro castillo), sino que escojan el momento sagrado en que almorzamos en familia o el plácido, posterior, en que te dejas conducir por el sopor de la calcinada atmósfera para echar una larga cabezada, para poner en acción el timbrazo feroz de nuestro teléfono y con melosa voz y muchos dones y señor, lanzarte su "irrechazable" oferta.
         A nosotros, (y a todos, intuyo, porque espero no ser el único) nos llevan todos los demonios, para un moderno mal que debe tener poco o ningún remedio.

viernes, 17 de junio de 2011

UN INEFABLE PASEO, ENTRE CUMBRES, CON LUZ DE LUNA

                                                                          
          Avivar el ingenio  es condición más que necesaria,  imprescindible a todas luces, para salir a flote en las aguas turbulentas en que nos movemos en estos tiempos, sin dejarse arrastrar por ellas, entre quejumbrosas protestas que a nada conducen.
          Innovadora esa iniciativa del pueblo de Montejaque, no sé si idea del ayuntamiento o de algún emprendedor habitante, para este fin de semana: un paseo nocturno con un recorrido de treinta kilómetros, por ese montañoso suelo que no pudieron conquistar las tropas napoléonicas. Sentimos no tener algunos años menos para ser uno de la partida, que suponemos muy numerosa e ilusionada,  ya que la excursión, a la luz de la luna, generosamente llena actualmente, seguro que deparará más de una fantástica visión de árboles, cañadas y riscos; de flotar en un paisaje de ensueño, como si se soñara, pero lúcidamente despierto a la vida y a sus inefables sorpresas,  aunque de noche sea.
             

miércoles, 15 de junio de 2011

UN HONESTO BIEN, QUE SABRÍAMOS AGRADECER.

                                                                          

          La insatisfacción es, quien lo duda, una de las características más acusadas de la raza humana. Les pedimos demasiado a los dioses, al destino o a la vida. Cualquiera que sea el ropaje en que se envuelven, o en el que lo imaginamos, es seguro que  deben verse en un brete, por muy dadivosos que se muestren, para cumplir con nuestros deseos, nunca ahítos. Más allá de las necesidades elementales, añoramos el calor si hace frío, la nieve cuando nos abrasamos en el estío,  la sombra si hace sol, el agua cuando no llueve, y la sequía cuando aquella descarga más tiempo del que nos gustaría. Y no hablemos del poder y del dinero y su permanente seducción, se tenga lo que se tenga.
          Para seguir moviéndonos dentro de ese clamor de peticiones que todos los días nos envuelven, las propias y las del prójimo,  vaya la nuestra de hoy,  para que los nuevos ayuntamientos, sobre todo el local, recién constituido, se olvide por una vez de rencillas de partidos, de arrogancias funestas, asumiendo que no es cualquier cosa administrar y cuidar los bienes del pueblo, que es enorme labor; pero que, al mismo tiempo, no es pequeña la recompensa, la del deber cumplido, con modestia y dignidad; sentirse querido y no fustigado, porque el bien que se le haga a la ciudad se nos hace a todos los que vivimos en ella, y solemos ser agradecidos.
            

lunes, 13 de junio de 2011

GADAFI DE CAZA POR ESTAS TIERRAS.

          Desde que Eugenia de Montijo, la andaluza que llegara a emperatriz de Francia, le diera, de vez en cuando, embargada por la nostalgia de su tierra, abandonar el trono y perderse de incógnito por los parajes solemnes de la Serranía, algunos dirigentes de nombre, después, han seguido su ejemplo, caso del príncipe Felipe, habitual, según cuentan, de algún hospedaje recatado y de lujo en la campiña rondeña, rebosante de verdor, suaves collados y  tremenda quietud; o Cameron, el primer ministro inglés, gozando lo que no está escrito junto a las abruptas orillas del Guadiaro, en Jimera, del paso del río en su tránsito hacia el mar.
          Sin embargo, hay constancia de que otros, sin adentrarse físicamente por estas sierras, también han puesto sus ojos en castaños y alcornocales, con intenciones no fáciles de adivinar. Sorprendente, desde luego,  ahora que está en el candelero de una contienda interminable, de indeciso final, y que su dictadura se tambalea, el caso de Gadafi, dueño, según confirmación de los respectivos alcaldes, de la mitad del término de Pujerra y de un gran bocado del de Júzcar. La compra, no es de ahora, por lo que, aunque algunos mal pensado lo imaginen, no se trataría de buscar un refugio durado tras su inminente huida del trono; tampoco nostalgia de una tierra que enseñorearon sus antepasados; más bien de enterrar indignamente dinero apropiado a su pueblo, en prevención de lo que actualmente está ocurriendo. Horrible noticia, en cualquier forma para Pujerra y Júzcar, la que supone este cambio de  propiedad de parte de su término.

sábado, 11 de junio de 2011

MÉDICOS AIRADOS

          Se aproxima el fin de semana y eso se nota en los pasillos del Centro de Salud, lleno de personas que, pensando en los días festivos,  no quieren salir sin sus recetas y sus pastillas, las que, sicológica o realmente, aliviaran  achaques y enfermedades del espíritu y del cuerpo. Las consultas están muy cercanas unas de otras y los que esperan, -en realidad todos-, con la mirada fija en la puerta del despacho de su médico,  calculan la salida del paciente que está dentro, e igualmente vigilan para  que ningún aprovechado se cuele antes que ellos, sin corresponderle, algo impensable porque siempre alguno se busca sus mañas para hacerlo. Por eso, el escueto tema obligado de las conversaciones, casi siempre gira, aparte del de los comprimidos que cada uno ingiere para su dolencia, de nombres impronunciables,  medidos gramos, y variados tamaños, es : "¿Por qué hora va? ¿O cuál es su hora?", refiriéndose no a la que marca el reloj, sino a la que uno, en sustitución de los antiguos y prácticos números de orden, tiene impresa en un rectangular papelito.
          Cuando nos toca, nos apresuramos a entrar, no sea que  alguien se  adelante o que el doctor salga sin dar muchas explicaciones. No ocurre esto último y lo que nos encontramos es a una joven médica, hablando por teléfono,  con la indignación asomándole al rostro, pero contenida, no vaya a ser que encima de todo con lo que sus superiores la exprimen hoy, reciba algún castigo. Desde luego, por lo que oímos sin pretenderlo, le asiste toda la razón, ya que la consulta no es la suya, pero ha de  sustituir a la titular y, además, ¡Dios la asista a la pobre! a  la de otro facultativo, la misma mañana, atender a los pacientes, no sólo a los que esperan con sus citas en reglas, sino, también a los que llegan sin números, y, más tarde, si sigue con vida, a las urgencias de la calle. Nosotros, cuando acaba con el teléfono, por nuestra parte, muy en voz baja, intentando pasar desapercibido, procuramos pedir lo mínimo, no vaya a ser que, sin comerlo ni beberlo, la justificada ira médica descargue, con toda su contenida furia, sobre nosotros.

jueves, 9 de junio de 2011

EL GASTOR, UN PUEBLO AFERRADO A SUS TRADICIONES.

                                                                          
          Con repetitiva insistencia, la mirada de ultramar, la de la poderosa América, parece detenerse estos días  en nuestra comarca serrana, esa que geográfica e históricamente, sigue, inmutable, acudiendo, hoy como ayer, a nuestras calles y plazas, aferrada  a pensar que unas cosas son las divisiones administrativas y políticas y otras las que dictan la lógica de proximidad, conveniencia y tradición.
          Sin un interés comercial, como en el caso de Sony y Júzcar, es de agradecer que el diario de Chicago Herald Tribune, de gran tirada, en reciente artículo, haya cantado los méritos y excelencias de la fiesta de El Corpus en El Gastor,   de habitantes, que no tiene intención de mudar el color de sus fachadas y que, ahora, que tantas costumbres foráneas -que nos son ajenas-, amenazan con devorar a las autóctonas, siguen inventándose cada año  para celebrar con renovados bríos, su popular, incomparable y justamente famosa procesión: un estallido de color y de sentida religiosidad que pervive airosa, sin que le haga mella el transcurrir del tiempo.

martes, 7 de junio de 2011

EL INCANDESCENTE SUEÑO AMERICANO

                                                                          
          El sueño americano, no sólo ha sido el de muchos de los naturales de los países fronterizos con Estados Unidos de entrar como sea en su suelo para ganar lo que no tienen en su tierra, o al menos vivir. También, desde las ayudas en tiempo de Franco de la leche en polvo y demás, fue el de numerosas regiones españoles y que,  en cierto modo, no ha dejado de influir en generaciones posteriores. América, la poderosa nación, ama del mundo, era el no va más en poder y riquezas, que, se suponía, distribuía a manos llena sin obtener nada a cambio. No más de un desengaño nos hemos llevado por esa idea que nos parecía del todo altruista y realizable.
          Algo ha cambiado con el paso de los años por aquí. Puede que porque ya no somos tan pobres y soñamos menos con paraísos que no se mantienen en pie. Pero un poco permanece. La presentación en uno de los hermosos pueblos de la Serranía, en Júzcar, de una película producida por la multinacional americana Sony, ha levantado tantas expectativas entre sus habitantes, como para obligarles a cambiar el color blanco, aquietado y tradicional, de sus casas por un azul improvisado a toda marcha. Una condición impuesta por la productora y que se piensa va a llenar, en un futuro ideal, de turistas y de paso de dinero al pueblo. Y lo peor del caso,  para los que la acción vemos con un poco del pragmatismo que conceden los años, es que se discute si mantener ya para siempre ese color añil, descartando el purísimo blanco de toda la vida. Un adiós que sería de lo más triste para una compensación que vemos pobre e incierta, y, más que nada, flor de un día.  

domingo, 5 de junio de 2011

EL DINERO, UN MES ANTES.

                                                                           
          El mundo, no hay que decirlo, si es que no lo ha estado desde eternidades, anda un poco trastornado con los cambios dimanantes de la crisis y todo eso; pero nos tememos, que más de uno  aprovecha esas aguas revueltas para manejarlas a capricho.
          Hijas recientes de estos tiempos que nos han tocado palpar, son  las llamadas franquicias, de nombres exóticos y verdugos del comercio tradicional. A algunos de los habitantes de nuestra ciudad les darán para vivir, aunque por la forma en que van y vienen, sin mantenerse la mayoría mucho tiempo, debemos pensar que son leoninas las condiciones que les exigen para exhibir marcas que nos viene de fuera.
          Leoninas, asimismo, nos han parecido las que nos han impuesto hace contados días en una de estas franquicias: ¡pagar por adelantado el precio total de la limpieza de unas alfombras y recogerlas veinte días más tarde! Como ese modelo se imponga, no nos extrañaría lo más mínimo que en hipers, restaurantes y demás, se nos obligue a adelantar los billetes y a recoger o degustar la mercancía sabe Dios cuándo. De que en nuestras pequeñas,  familiares y desaparecidas tiendas se nos fiara, hemos pasado a tener que fiarnos de quien, tal vez, no deberíamos, porque ya decimos que las aguas corren tumultuosas.
         
         
            

viernes, 3 de junio de 2011

EN INMEJORABLES MANOS LA ENSEÑANAZA MUSICAL

                                                                          
         Toda clase de enseñanza educativa es merecedora de nuestros respetos y de nuestros elogios, ya que en ella se asienta todo el progreso formativo de unas generaciones que han de guiar más tarde o más temprano a las futuras sociedades.
          Tal vez, porque la que respecta a las artes contó siempre con poco aprecio en nuestro país e, igualmente, porque muchos de nosotros no pudimos, al no existir, tener acceso a ella, guardo una estima especial por aquélla y por los que dedican su vida a difundirla.
          Con estas consideraciones previas, casi sobraría añadir que ayer tarde, como espectadores en el Concierto de Profesores del Conservatorio Elemental de Música Ramón Corrales, celebrado en lugar tan entrañable como la Capilla de Santo Domingo, pasamos un rato delicioso, acariciados y mecidos por las notas de diversos instrumentos, en piezas ejecutadas magistralmente por los mismos profesores, y también por sus voces, y la de los pequeños, en ese fantástico coro que aunados para  Todas las Mañanitas, preciosa, cerraron el acto con toda brillantez y el general aplauso de la sala hasta los topes. En buenas manos, puedo asegurarlo, queda la educación musical de los alumnos en nuestra ciudad.

miércoles, 1 de junio de 2011

JUNIO Y SUS NUBES

                                                                          
          Se agostaron las flores iniciales de la primavera,  las más incipientes y las menos, rendidas ante el empuje de una atmósfera tan cálida que ya anuncia en sus ondas el definitivo portazo a cualquier atisbo de inclemencia de los cielos. Y es que no sólo estos sino, igualmente, los calendarios nos dicen que junio ha echado a andar.
          Si algo tiene este mes que lo hace algo diferente a los demás, aparte de la subida de los termómetros, son las nubes, de senos tormentosos a veces, otras de blancura difícil de hallar, cambiantes, peregrinas, altaneras, que más que cubrir los cielos los atosigan con sus formas fantásticas, de inusual geometría. Un espectáculo que es más de admirar con esa retaguardia de picos y ondulaciones montañosas que nos cercan y que hieráticos no se dejan intimidar por el artificio de que hace gala ese desmembrado ejército de nubes, nubecillas y nubezotas.