domingo, 5 de junio de 2011

EL DINERO, UN MES ANTES.

                                                                           
          El mundo, no hay que decirlo, si es que no lo ha estado desde eternidades, anda un poco trastornado con los cambios dimanantes de la crisis y todo eso; pero nos tememos, que más de uno  aprovecha esas aguas revueltas para manejarlas a capricho.
          Hijas recientes de estos tiempos que nos han tocado palpar, son  las llamadas franquicias, de nombres exóticos y verdugos del comercio tradicional. A algunos de los habitantes de nuestra ciudad les darán para vivir, aunque por la forma en que van y vienen, sin mantenerse la mayoría mucho tiempo, debemos pensar que son leoninas las condiciones que les exigen para exhibir marcas que nos viene de fuera.
          Leoninas, asimismo, nos han parecido las que nos han impuesto hace contados días en una de estas franquicias: ¡pagar por adelantado el precio total de la limpieza de unas alfombras y recogerlas veinte días más tarde! Como ese modelo se imponga, no nos extrañaría lo más mínimo que en hipers, restaurantes y demás, se nos obligue a adelantar los billetes y a recoger o degustar la mercancía sabe Dios cuándo. De que en nuestras pequeñas,  familiares y desaparecidas tiendas se nos fiara, hemos pasado a tener que fiarnos de quien, tal vez, no deberíamos, porque ya decimos que las aguas corren tumultuosas.
         
         
            

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