domingo, 18 de agosto de 2013

ZAIDES, SI TE ENOJARES.




     Si mil veces te enojares en un día, Zaide amigo, aunque la razón te asista, que funestos tiempos son las que nos acogen, no maldigas más de una vez, desahógate un momento, pero contén pronto tu ira que a ningún lado te llevará, si no es  a ahondar en tu propia locura y a empeorar el malestar de tu espíritu y de tu cuerpo. Nunca ni en estos justificados arrebatos, los malos modos y las palabras soeces dicen bien de quien las pronuncia.
    Aún peor y sin recibir ofensa alguna, es el deslenguado ejercicio de quien pretende hablando mal, ser más libre que quien no lo hace y lo emplea sin mesura teniendo en poca estima a quien no emplea vulgares palabras y exclamaciones como la suya, que siempre herirán los oídos de los que anteponen la buena educación a pretendidas libertades. Por muchas actitudes se conoce al hombre de sensato obrar, y no tengas dudas que esta es una de ellas. 


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