sábado, 2 de abril de 2016

EL MORIR Y EL NACER


         Como, invirtiendo el orden natural, el morir y el nacer se suceden en todos los órdenes de la existencia, incluso en la etérea de los meses, llegó el natalicio de abril, el de las aguas mil que decíamos hace años, que hoy el término es pura fantasía, que escasas son las lágrimas  que vierten los cielos y si lo hacen es por muy distintos motivos;y claro está, que a tenor con las heridas que le vamos infligiendo a aquellos, ellos responden con contundencia, y el día llegará que esta será de tal envergadura, que a hacer gárgaras se irá el planeta y con él los humanos, casi ufanos, con todo, de haber hecho trizas lo que indestructible parecía. En fin, que mientras eso llega, de lo que cada día nos queda menos duda, aprovechemos lo que de bueno al alcance de la mano tenemos: la familia, el sol, los amigos o los bosques, sin a nadie, por nuestra culpa, hacerle la vida imposible, que ya se la hacen otros. Y que el primaveral mes que nos visita, asimismo deje algo de primavera en nuestro ánimo y corazones, que buena falta nos hace.
 

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