viernes, 11 de diciembre de 2015

CUMPLIMOS


        Cumplir es una palabra, muy andaluza,  casi una religión si se atiene uno a lo que obliga: a cumplir con la familia, con los amigos, con los vecinos, en las enfermedades, en las celebraciones, con los muertos en sus funerales y con los vivos en miles de ataduras que, llevadas con excesivo celo, a veces, hasta puede molestar con los que se cumple. Un engranaje complicado esto de los cumplimientos, porque a veces no todos cumplen, a pesar de todos los cumplimientos que uno haya llevado a cabo.  De todo este ritual al que moralmente nos somete el término, creemos que, con todo, lo mas arduo sería cumplir con uno mismo, empresa embarazosa porque embarazoso es decir: "hice lo que debía". 
             Cumplimos ayer con nosotros, como nos correspondía, también con desinteresado celo, que todo hay que decirlo: Pilar, Pedro y este escribano, con lo que pensamos debíamos a nuestro ínclito paisano Francisco Giner, en un acto emotivo, íntimo, celebrado en el Museo Peinado. Y aunque siempre cuesta cumplir, ayer lo fue menos.

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