sábado, 21 de julio de 2018

       UN ASCO DE AVENTURA, CON EL MUNICIPIO COMO FONDO

       Hay aventuras que son para esculpirlas en mármol y que ahí queden inmortalizadas para aviso de inexpertos navegantes. Y me gustaría contar una de ellas en la que figuro como desventurado protagonista, y que, a la larga y a la corta, poco bien habla del funcionamiento de un Ayuntamiento, el nuestro, y de sus representantes, que duchos son, como modernos políticos, en ese sutil arte de desviar los tiros, por lo que tengan de letales o de destructor de famas, a otros destinos.
       En sí, es tan simple la historia, que si la desgrano es solo por egoísta desahogo, bueno y también un poco para que otros agraviados sepan a que atenerse, si se ven inmersos en alguna de ella, es esta:
        Con motivo de la publicación en los pasados meses, a principios de abril, recibí una llamada de una tal Patricia Pérez, de nuestro Consistorio, a la que no conocía, muy interesada en una entrevista para la Revista que, como cada año, se iba a publicar con motivo de la celebración en mayo de Ronda Romántica. Poco amigo soy, de entrevistas y afines, pero tanto como porque no me gusta dar rotundas negativas a nadie, como porque, con mis libros al respecto, más de uno y más de tres, algo he tenido que ver en todo lo que se relaciona con el nacimiento de esa celebración, accedí.
         Bueno, y ahí comienza por mi parte, en sucesivos meses, con la revista en la calle, mis inútiles peripecias por conseguir un ejemplar; pues claro, eso de que te inviten a cualquier acto, aunque poco amigos soy tampoco de ellos, y a pesar de mi nombramiento como Hijo Predilecto, Premio del Turismo y alguna distinción más que ahora no recuerdo, suena a pura quimera, Aducía la dicha Patricia que el entregarme la revista era asunto de la concejala a cargo, María José Sánchez, que la había dejado ya en manos de los "notificadores" (vaya palabreja), para que las repartieran.  Y muy últimamente, visto que no llegan esos individuos a mi casa, y tras mucho llorar me consuela diciendo la tal Patricia, que está de vacaciones pero que cuando vuelva, el pasado 16 de este mes, al parecer, me la proporcionará ella en persona. Esperando estoy, aún, que tenga lugar 
          Y para no cansar más, un acto más de esta interminable persecución de lo que parece ser el vellocino de oro de las revistas, tiene lugar cuando contactando con un amigo, concejal del Municipio, por otro asunto, le comento el asunto y se ofrece, generosamente, en dejarme un ejemplar en el restaurante familiar. Ni que decir tiene, que esta mañana, a la búsqueda de ese "tesoro", haciendo acto de presencia en el dicho establecimiento, nadie, tras mucho esperar, tenía idea de tal publicación. ¡Y dispensen ustedes por esta murga, que no es de carnaval, pero lo parece!


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