lunes, 26 de noviembre de 2012

MIRADAS QUE CONSUELAN




           A este noviembre de dorados perfiles y de intensas aguas, no creemos que haya que reprocharle nada.   Cumplió con lo que de él se espera, con copiosas lluvias y modosas temperaturas. Y si aquéllas causaron daños en determinados casos, habría que ver qué culpa le cabe al hombre en los estropicios, ocupando terrenos de desahogos de arroyos y ríos. Triste en cualquier caso, que víctimas tradicionales sean, ineludiblemente, los más débiles.

           Se nos va ya, de todos modos, el mes y para los más sensibles a su encanto, que lo tiene y mucho, no habrá mejor despedida que abarrotar nuestra mirada con ese esplendor irisado, salvaje en ocasiones, pura melodía en otras, despliegue placido las más, que despiden muchos de nuestros rincones, como el que muestra la foto, sacada hace unas horas. La mano del hombre y la de la naturaleza unidas como nunca, como debería ser siempre, para mostrarnos con ese desfile de piedras, de artesanal obra, de honduras, inciertos brillos, apagadas luces y desbordamiento de colores que hay momentos, que hay miradas, que compensan de cualquier calvario pasado, aunque no sea el caso con el que, en general, instalado sin intención de irse,  se está viviendo.  


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