viernes, 19 de agosto de 2011

MATADOR DE TODOS

                                                             
          Esta de la foto, es una puerta de cierta antigüedad, madera noble y bien trabajada artesanalmente por carpinteros nativos. Algunas quedan en nuestra ciudad señalando, sin desmerecer,  el gusto y modas de una época. Si la traemos a colación es porque es la de entrada del edificio denominado "El Castillo", señalando la ubicación que tuvo la fortaleza de tiempos árabes, y de la que quedan mínimos restos. La construcción, es de poco valor arquitectónico, a no ser el sentimental que guarde para los alumnos  cuando estuvo, como centro educativo, en manos salesianas.
           Su alto valor, desde luego, es el del suelo, el de la cornisa sobre la que se asienta; esa tras la que, por un lado y por otro, por el norte y por el mediodía,  de unos años hasta parte, vamos a zaherirla como fieras, y no hay que decir con qué objeto: sencilla y llanamente, para destrozarla. 
          Como poca o ninguna  vida le queda al antiguo colegio, abandonado ahora,   tras ese suelo andan como posesos constructores, empresarios y algún torero, sin dar la cara, se dice, explotando sus caprichos y sus caudales. Que le llamemos Centro de Interpretación o cualquier otra cosa, a un negocio empresarial, que incluye aparcamientos a barullo, tremendos ascensores y otras desazones,   poco importa,; sí desde luego, que el que sea, torero, constructores o municipio, si sigue adelante el aprobado proyecto, está matando con total impunidad, sin estoque, pero con conciencia de lo que hace,  a un trozo preciado de  nuestro paisaje; éste, para más inri, el más urbano y cercano de esa perseguida cornisa. 
                                                             

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