miércoles, 23 de octubre de 2019



CIUDAD DE MUSEOS

            Por si a alguien le quedaba alguna duda de que la esencia de las estaciones hubieran elegido un camino distinto, aquí está el otoño, haciendo acto de presencia, como antaño, como siempre. Con su ejército de nubes, esparciéndose a su arbitrio por un cielo, a ratos azul, a ratos gris, y un sol que por momentos calienta en demasía y a los que a otros puede hasta vencer sus rayos una brisa que es de puro invierno.  También con sus chaparrones, que falta que nos hacen el agua que derraman.
Bueno es que, con tantas mudanzas como está sufriendo el equilibrio de la atmósfera, algo permanezca estable, porque el día que no lo haga, y cuantiosas posibilidades hay de que eso ocurra, a este mundo nuestro pocas esperanzas de que siga en en ser, y con él a nosotros, le quedará.
            Cabe pensar que, ahora que este municipio, al igual que otros, estrena cargos y ocupaciones, que le come la ilusión, que se apresta a derrochar energías y bríos en sacar a la luz dormidos proyectos para reivindicarlos, pudiera ser el momento idóneo para proponer, los que fuera del ayuntamiento, pero en la ciudad vivimos, ideas que no es que sean totalmente nuevas, porque en un tris estuvieron en tiempo idos de fructificar, pero que en el trastero de lo que pudo ser y no fue, quedaron. 
            Con abundantes alteraciones sufridas en su urbanismo y en su entorno natural, ambos dañados o arruinados, nos queda la duda de si, con entera propiedad podría seguir teniendo algún sentido la denominación de “ciudad museo”, con que en sus años de forzado exilio, distinguió Dionisio Ridruejo a Ronda. No deja de ser curioso, sin embargo, que, sin que existiera ninguno en esos años angustiosos de la posguerra, sí que en nuestra ciudad, acogiéndose a esa frase matriz, han proliferado más tarde los museos, lo que es desde luego de loar, y de celebrar: que Ronda se haya convertido en una “ciudad de museos”.
            Hasta media docena de ellos, dentro de nuestra modestia, y puede que se nos escape alguno, se esparcen por distintas zonas, con claro éxito de asistentes, como indican que lleven años funcionando sin interrupción. Con todo, no obstante, con lo que de historia, arte, o costumbres vienen a cubrir estas pequeñas fortalezas de la cultura nativa, nosotros abogaríamos por la posibilidad de contar con uno más; algo, por otra parte, que ya con motivo de una posible donación privada de cuadros del siglo XIX (y queremos recordar que siendo alcaldesa la misma que ahora lleva las riendas del ayuntamiento), se estuvo a punto de crear: un museo que acogiera en sus salas la imagen de Ronda y de sus pueblos plasmadas desde hace centurias hasta nuestros días en pinturas, dibujos o grabados: un museo, cualquiera que sea el nombre que se le quiera dar, artístico o romántico, por proponer uno, en el que, desde luego, figurarían firmas de verdadero y universal mérito y en el que con un poco de paciencia, expondría a los visitantes una espléndida,  antológica y plural visión de nuestra ciudad y de cuánto vino a significar, como fuente de inspiración, en multitud de artistas. Por todo ello, retomar su estudio, desde luego que valdría la pena.
DIARIO SUR HOY

            

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