sábado, 14 de abril de 2018

        VUELVE EL ASTRO REY, VUELVE LA VIDA

     Después de meses, tras lánguidas y mínima  su presencia, con ganas sale el astro rey hoy, y es como si  cantara y animara a todos a cambiar nuestra compungida faz de días atrás por otra de muy distinto talante, y como si una pizca de su fuego nos activara a movernos, a gozar de algo que parecía perdido. Gran parte de esa ilusión que despiertan los días soleados, tiene su vasta correspondencia en las calles, repletas de visitantes y, aunque son numerosos, más que de estos, de nativos por recuperar paseos, encuentros y compras que se iban dejando porque nada invitaba a salir.
       Igualmente se ha animado la pobretería, antes intimidada, copando esquinas y mostrando manos que a falta de cepillos monacales bien que hacen su avío. Entre los de fuera que se han decidido a venir, con la mente puesta en el engaño, igualmente acuden algunos estafadores, bien trajeados, sonrisa bonachona y palabra fácil. No es la primera vez que intentan confundirnos con su picaresca de alta escuela; tal vez tengamos caras de lerdos, puede que nos elijan por nuestros años  o


que sea pura coincidencia, o que el negocio les va de perlas y son legión los que por ahí andan sueltos a la caza de incautos.
          El de esta mañana nos detiene a mi mujer y a mí, muy sonriente y amistoso:
          -¿No me recordáis? -Un cierto parecido con el rostro de uno de mis amigos, nos hace de momento creer que verdaderamente se trate del hijo de un conocido y que es nuestra memoria la que falle. Por si fuera esto lo que ocurre le preguntamos:
                -¿Qué tal por Ronda?
               -Nada, he venido a ver a mis padres que son mayores como vosotros.-nos responde- Y luego de vuelta al trabajo y a preparar el Rocío. Tomar esto.
                Y con gran rapidez nos pone en las manos hasta tres estampas con una imagen rociera y  en cada una de ellas con letras bien visibles su precio de dos euros, para un pretendido sorteo que nunca ha de tener lugar porque el domicilio y el teléfono que se citan, como pudimos comprobar una vez, no existen.
                   Como de los escarmentados salen los avisados, en vez de mandarlo a hacer puñetas, lo dejamos con la palabra en la boca, con su Rocío sus estampas y sus trampas, que siga su camino, y nosotros retomamos el nuestro.
                  
                 

               
          

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