martes, 23 de junio de 2015

A QUEMADO HUELE LA TARDE


     Esto de la influencia de los vientos, ya plenamente del estío, y su amplio despliegue por nuestra geografía andaluza, desconcierta un poco. Resulta cuando menos extraño, para los neófitos como somos nosotros, que este poniente que hoy sopla con cierta fiereza, venga lleno de frescores, cuando a  sólo unos kilómetros de aquí, en la costa cercana, es puro fuego, el temible terral, para el que no se encuentra alivio, ni en el hogar ni, menos, en la calle.
      Pero  olor a fuego y a masa arbórea quemada, también transporta esta tarde en sus ondas viajeras, este viento de hoy. La maldición de todos los veranos, sin faltar uno. No queremos pensar que sea producto el incendio, del que habla la radio ahora mismo, de una mente enferma que haya querido celebrar a su nefasta manera las hogueras de San Juan, y su inocente rito.


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