sábado, 31 de diciembre de 2011

VENTUROSO CAMINO PARA TODOS

     Entre descarados soles y temores de si afectará a nuestra economía cotidiana los recortes de un Gobierno que acaba de estrenar mandato al igual que medidas de aúpa, se nos escapa el 2011. Luces y sombras, como en todo, acompañando, muy estrechamente, a nuestra travesía mundana y dando el carpetazo, a su vez, a todo un año, del que cada uno tendrá su historia que contar o recordar, buena o mala; o, más bien,  buena y mala, por eso de las luces y sombras, presentes en todo momento en nuestras vidas.
       Más allá de fortunas o desventuras por las que anduvimos, en ese espacio temporal que acaba hoy, con inmejorable semblante nos preparamos esta tarde noche a dar la bienvenida al que llega. Una incógnita lo que a cada cual el novísimo que espera ansioso nos deparará y que poco hará cambiar el signo de nuestros deseos.  Ojalá, todos amigos y, por qué no, enemigos, recorramos de la mano el más venturoso de los caminos.

jueves, 29 de diciembre de 2011

DIAS VOLUBLES LOS DE DICIEMBRE

      Vienen estos días postreros de diciembre, lo que es decir del año que agoniza, marcados por los contrastes mas acusados; que nos atemorizan muy de mañana con heladas que dejan su blancor en tejados y automóviles y nos favorecen, avanzadas las horas, con un sol que calienta nuestra humanidad  y levantan el ánimo. Lo cierto es que no sólo el tiempo nos sorprende con estos cambios que van de un extremo a otro de su escala. Asimismo, sacude un poco el espíritu que andemos todos enfrascados en desearnos felicidades y paz, ahora y para el año venidero, unos a otros, a parientes y conocidos, cuando las guerras mas horribles siguen segando vidas de inocentes a lo largo y ancho de un mundo al que nunca veremos sosegado ni medianamente alimentado.
          En otro campo de ese contraste de que hablamos, sirva esta flor, esta rosa, que ajena al invierno y a otras cosas, como si nada, tan airosa aún, luciendo ese rojo de cuento, se pavonea en un mínimo arriate de la entrada de mi vivienda. Desde luego, también pone su granito para alegrarnos, lo que no es poco.

lunes, 26 de diciembre de 2011

EL GOZO NO NOS CABE EN EL CUERPO

          Ventosa anda la mañana y un poco tristonas las calles. Quiérase o no, estas fiestas en las que tiene uno que pechar con los quintales de felicidad que se nos desea en ellas, dejan un poco baldados a la vez el cuerpo y el espíritu. Ya nos conformaríamos con que una mínima parte de lo que, con buen ánimo seguramente, nos desean familiares y amigos tuviera la suficiente entidad para permanecer a lo largo del nuevo año. Pero de momento, las calles, a las que hemos dejado vacías para recluirnos todos en casa, los que las habitamos regularmente y los que por unos días regresan a ellas, andan, como decimos, dormidas, sin apenas bullicio, salvo los de que por necesidad imperiosa, vigilantes, barrenderos y todo eso, tienen que cumplir con el trabajo, duro siempre, que, de buen o mal grado, le endosó la vida, el destino o sus propios méritos.
          Sin embargo, exultantes andamos los demás de que toda esa alegría de la que carece la ciudad en estas fiestas, se haya trasladado al hogar, donde corretean sin descanso los más pequeños y donde los grandes nos contamos cosas que no se relatan por teléfono, ni en el correo en boga de los e-mails. Parece como si dentro de las casas el tiempo hubiera dado vuelta atrás, recobrando a seres que, materialmente, buscaron por ley de vida otros terrenos donde asentarse. El gozo no nos cabe en el cuerpo.


jueves, 22 de diciembre de 2011

EL AZAROSO BOMBO DE LA FORTUNA DE LA VIDA

                                                               
          En esta plácida mañana de sol acogedor, todas las miradas de los que se fían de los juegos de azar están pendientes de los premios que reparte el sorteo de la lotería navideña, de rancia tradición. No habrá nadie que desde hace una montaña de años no tenga metidas en sus oídos las voces de los niños que, una vez y otra, repetían sin pausa, primero a través de la radio y más tarde de la televisión los premios que iban saliendo. Momentánea ilusión para la mayoría de nosotros, ya que enseguida comprobábamos lo inútil de nuestros fallidos deseos.
          Los mismos años, a los que no somos jugadores empedernidos, nos van haciendo recapacitar en la idea de que la mayor repartidora de suerte es la vida, que a unos da muchos y a otros tan poco. Podemos considerarnos muy afortunados los que sin grandes caudales, ni ganas de amasarlos, podemos decir: nos han tocado unos buenos padres, una buena esposa,  unos buenos hijos, unos buenos hermanos; nuestra salud no va a peor, para comer tenemos, la vida nos ha favorecido hasta ahora; que los dioses sigan a nuestro lado...  
         

martes, 20 de diciembre de 2011

DE SOPETÓN DESEMBARCARON LOS FRIOS.

                                                               
          Si algo tienen estos días mermados en su extensión de últimos de diciembre, es que nos coartan un poco en nuestras actividades y ocios callejeros y en un santiamén,  nos recluyen en nuestros hogares, más deseados que nunca. Y no es sólo porque las sombras tempraneras de la noche nos visiten con premura invernal, es también porque para los que huyen del frío, éste acaba, sin ningún tipo de aviso, de hacer su aparición. Ya decíamos que esas temperaturas suaves y ese clima impropio de las fechas no podrían durar mucho. El frío, sin ser de los que llaman la atención, al ser imprevista su llegada nos obliga a  tiritar más de lo que se debiera. Tierras heladas, sin embargo,  siempre han sido las nuestras en la estación en la que estamos. Como moradores de alturas y de montañas que somos, aunque el planeta se caliente, tendríamos que estar habituados a escarchas y heladas,  que siempre algo queda de los azotes de antiguos y legendarios inviernos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

MANÍAS DE LA EDAD

                                                                  
         A veces, manías de la edad o desahogos del espíritu, le da a uno por escribir un libro. Si nos atenemos a la seriedad de un libro, a lo que significa poner en manos de otros la claridad o desarrollo de un tema del que tú pretendes saber un poco más que la mayoría, el escribirlo no deja de ser una temeridad. A uno le gusta partir por ello, no de la suficiencia, sino de la humildad, de sólo aportar unas gotas mínimas de conocimiento al acervo existente, si es que lo consigues, y con la duda siempre rondándole de si, incluso así,  estás metiendo la pata rotundamente en lo que con  osadía expones a la opinión de otros.
          El mundo de los viajes, los de otras épocas sobre todo, sin descartar la nuestra, tal vez, por los que uno ha dejado de hacer, es un tema que le apasiona. Con más adoración todavía los vivieron estas mujeres de tez pálida y pelo rubio; y con una ilusión, un empeño, unas ganas de dejarse la vida en ello, que deslumbra. No me pesó el trabajo y disfruté en el empeño. No sé si un poco, también, los que le dé la curiosidad de leerlo.  
         

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ESE OTOÑO DESCONOCIDO Y DORMILÓN

                                                        
          Este otoño desconocido y dormilón,  entre brumas, vaharadas de aire cálido y paso de nubes volanderas, no parece haber caído en la cuenta de que el padre invierno y toda su cohorte anda ya dando aldabonazos en las etéreas puertas del tiempo para que le dejen asomarse, puesto que son contados los días que le faltan para hacer su cantada entrada.
          A nosotros, e imaginamos que a muchos de los que habitamos por estos lares, ese buen tiempo, casi primaveral, que es malo para otras cosas, nos tiene comida un poco la moral y, lo que es casi peor, el sueño nocturno. Ahí andábamos esta madrugada, mucho antes de que cantaran los gallos, (es un decir porque escasos se oyen; ni siquiera en el campo hoy en día) sin que ningún mal diagnosticable nos ocurriera,  quebrando el silencio de la casa y el de nuestra gata siamesa, desconfiada por naturaleza, que no acostumbrada a tener visitas en esas sagradas horas, nos miraba con ojos parlanchines, como inquiriéndose: "¡A qué puñetas vendrá este pesado!". Casi pidiéndole disculpas, me he sentado sin rechistar, acudiendo a los amigos de siempre, a los libros; tanto para invocar al perdido sueño, como para aprovechar el tiempo si no viniera.    

domingo, 11 de diciembre de 2011

¡ESTOS POLITICOS DE LA CAPITAL!

                                                          
          Ignoro si son cosas propias de la gente de esta zona meridional o de la humana estulticia que en todo partes brota; pero hay noticias que lo dejan a uno boquiabierto, cuando parecía que ya nada en este mundo podría asombrarnos.
          Tal es la idea de un iluminado del ayuntamiento de Málaga, de la capital nada menos, donde todo se lo saben o creen saberlo, de investigar el ADN en los excrementos no recogidos de los perros en suelo urbano, para buscar su procedencia y multar a sus dueños.
          Además de reírnos a carcajadas, sin cortapisas, con risas de palurdo de pueblo, escatología aparte, pensamos que de llevarse el proyecto a término, muy cuantiosa ha de ser la pena económica, proporcionada a un proceso tan prolijo y maloliente.


viernes, 9 de diciembre de 2011

A CUENTA DE UN PEQUEÑO MAL

                                                             
         Lo mejor de una enfermedad es su final, claro. Molidos de cuerpo y espíritu, cuando acaba, llegamos a una situación de lo más sorprendente. Tanto que si el mal que nos atacó no fue muy devastador, damos por bueno lo pasado, ya que nos asomamos al mundo exterior, a lo que nos rodea, personas y cosas, con conciencia de resucitado; y como tal, con esos ojos, lo dotamos de un esplendor inusitado, que no es que no estuviera ahí siempre, sino que nos pasaba desapercibido. Todo recién creado, todo al alcance de nuestra admiración y disfrute. No hay nada como gozar de una buena salud y, para conservarla, valdrá la pena cuantos cuidados le dediquemos. Consuelo, en cualquier caso, será en caso de que circunstancialmente la extraviemos, esa pequeña resurección que nos espera. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

EN DICIEMBRE ANDAMOS YA

           Diciembre, como mes encargado de clausurar el año, tiene ante sí un montón de funciones por cumplir, y a ello, poco a poco, se presta sin rechistar, consciente de que por mucho que hayan cambiado las cosas en el mundo de los humanos, hay otras, las de la naturaleza, que pocas veces se tuercen. Así, sin grandes aspavientos, cuando hace nada se nos iban los ojos tras la policromía de las hojas, todavía en su sitio en las ramas de los árboles,  ese viento otoñal unido al calorcillo del sol que calienta en demasía -por algo estamos en el sur- las vemos alfombrando parques y suelos, en una profusa porfía de formas y colores.
           Desnudas sus ramas, sus copas, los árboles dan un poco pena, pero  para engalanarse, desde luego, hay que desvestirse antes. Conformémonos. Primero, porque hay arbustos y árboles más pudorosos o tozudos que se niegan a desprenderse de sus hojas; y luego porque pese a ese despliegue de elementos inclementes que de su mano va a desplegar diciembre, más pronto o más tarde, siempre será un mes entrañable, de encuentros familiares, de promesas y de ilusiones; que se hagan realidad o no, dependerá de la buena cara con que el año venidero nos acoja.