miércoles, 20 de marzo de 2013

UNA INMÓVIL PRIMAVERA




     De paros y parados están los tiempos a rebosar, y así nos preguntamos si este torbellino que no cesa, no habrá acabado por apresar en su seno y dejar inmóvil a la donosa primavera de antaño; la de florida capa y gozosa venida, la de pájaros cantores y radiantes soles. Más cumplidores en este momento que ella, dejemos, no obstante, aquí nuestro esbozo de pregón para este día veinte de un enojado marzo; aunque sólo sea para calmar una sed de mudanza de la que tan necesitado estamos, y por la que todos oramos, en una espera sin apenas esperanza, porque ni un hálito de ella alienta en el brumoso horizonte de los despertares.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario