Escasa logica guarda, en una mañana en que la escarcha se ha dejado ver impregnando tejados y suelos, ese sol meridional, que casi nos acalora en los espacios abiertos y cuya ausencia y merma en la sombra nos pone a tiritar.
En pos de aquél y sus ardores, gente ociosa por la festividad, que mañana será obligada por la falta de trabajo, y mendigos, nativos y foráneos, para los que no hay días de fiesta,
que lastimosamente piden una ayuda, se exponen sin mesura, con descaro, con fruición, a algo que no les cuesta dinero: a cuantos rayos de y calor les llega de un cielo generoso.
Loemos, Zaide, a los cielos misericordiosos porque esa fábrica de rayos y consuelos que es el astro rey en días inclementes, aún no la gobiernen oligarquías y poderosos, como a otras fuentes de energía, porque de ser así, a precio de caro metal nos la harían pagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario