viernes, 28 de septiembre de 2012

CATASTRÓFICA LLUVIA




     Lo que son las cosas y cómo el paso del tiempo transforma en unos momentos lo que era de condición soberbia y regalo de dioses en maldición que nos aterra y nos provoca el más grande desánimo. La que ha cambiado de cariz y de sentido, volviéndose de mansa en feroz destructora, ha sido  la lluvia, la misma, plácida y bienhechora,  que alabábamos hace tan sólo un par de días. Así es todo en este mundo, hermoso y cruel, al mismo tiempo, en el que lo que hoy es bueno, pasado un rato es infausto. Lo cierto es que atemorizaba esta noche oír desde el interior de nuestra vivienda la inesperada fortaleza con que la feroz tormenta de truenos,  relámpagos iluminaba nuestra calle, -sin luces por cierto toda la madrugada- y el vigor, impensable con todo cerrado, con que el turbión hacía sonar sus efectivos contra tejados, aceras y asfalto de las calles.

      No es desde luego un consuelo,  con tanto daño cercano,  pero al menos intentamos dar un respiro a nuestro apagado ánimo asomándonos a ese espectáculo que no es de hoy, pero sí asociado al Tajo, que cada vez es menos frecuente,  no como antaño cuando los extranjeros organizaban viajes en otoño y en invierno para ver el agua sobrepasando el arco inferior de nuestro Puente, porque lo corriente era que la lluvia, no destructiva como la presente, cayera no toda de golpe, sino a lo largo de la estación, sin fallar. 

       El agua del Guadaleví corría turbia, casi parda en su color, anunciando ya que arrastraba tierras y piedras. El grosor de su volumen había tornado a nuestro aprendiz de río en un verdadero torrente y, como en otros tiempos cataratas de espumas que saltaban por los aires había tomado por asalto la fortaleza de los sillares del Puente. Montones de turistas que ni esperaban ni tenía idea de lo que le deparaba el destino, casi saltaban de alegría, la misma con la que, sin importarle lo más mínimo, exponían sus valiosas cámaras a la pertinaz llovizna que no paraba de caer.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

LLUVIA REPARAD0RA




      Con el mal de sabor de los sucesos de Madrid, en un país cada día más crispado, nos acostamos. Muy de madrugada, como si no quisiera alarmar  nuestros sueños, tardos siempre en acudir,  alterándolos, ha llegado la lluvia. No era un agua tempestuosa, de esas que llevan consigo inundaciones y destrucciones, sino de las de antes, calmada, vigorosa, cumplidora con lo que se espera de ella. Apaciguado su sonido por la protección de cristales insonoros, lo que oíamos no era más que un eco de rumores que  nos acunaba, una melodía de las más dulces, algo ya casi olvidado,  ese chocar y deslizarse de las gotas por las hojas de los árboles cercanos, recorriéndolas, abriéndose camino sin demasiada prisa hacia su último y soñado destino: la tierra sedienta.


      Con gusto si no temiéramos quebrar el reposo de los demás, hubiéramos escuchado más de cerca, abriendo ventanas y balcones, ese runrún que ya echábamos de menos, que no sólo es una sinfonía más de la naturaleza, sino, también, bálsamo purificador de impurezas y una bendición su llegada. Que no haya continuado durante la mañana, no quita para que hasta el agua que despedían las numerosas losetas de las aceras, falta de sujeción y arreglo, al mojar inesperadamente nuestro calzados y bajos del pantalón, nos pareciera trozos de gloria.

domingo, 23 de septiembre de 2012

DECLINA SEPTIEMBRE




    Declina septiembre, lo que de acuerdo con canónicos parámetros de naturaleza atmosférica, debería traer aparejado, sin más, idéntica caída del verano. Ha entrado ya el otoño, pero aún queda lejos el espectáculo de las doradas hojas revoleteando con su incierto destino a cuestas de dónde las harán posarse descarados vientos. Muy lejos de eso, arriesgado sigue siendo exponerse no más de lo necesario a los rayos del sol, que queman todavía lo suyo. 

     Nos consta, pues, que hasta ahora, el otoño, recién surgido, sin recursos para implantar sus credenciales, anda algo desorientado, urdiendo planes para cuando lo dejen ser él y no su caricatura. No tan desorientadas  parecen, sin tener que preocuparse de termómetros y barómetros, las múltiples bandadas de turistas que exploran de la mano de guías, o también sin ellos, los encantos de nuestros rincones. Algo que con la crisis ni siquiera ha faltado, han sido animosos visitantes. Otra cosa es el beneficio económico que proporcionan porque lo cierto es que los comercios y tiendas de recuerdos, que en otras épocas no daban abasto, o se hallan cerrados o con un vacío, los que sobreviven, desolador. Traerá cambios seguro la estación que ya tenemos, pero en otro aspecto, no en lo que se refiere al presupuesto familiar que como el mes, septiembre, ha emprendido un declive sin vuelta atrás. 

jueves, 20 de septiembre de 2012

AUGURIOS QUE SON BIENVENIDOS





     Dos días semiotoñales, con manadas de multiformes nubes que gobiernan vientos sin pizca de ferocidad, de melosos sones, nos auguran profundos y soñados cambios en la atmósfera, y que, por una vez, este año, el calendario con desmedida puntualidad para lo que veníamos viendo, se ha decidido a acudir sin grandes demoras a la cita y coincidir en todo con lo que le señalan libros y leyes ancestrales.

       Por lo pronto, sin querer fiarnos del todo de cielos agoreros y otros cambiantes elementos de su cohorte, fascinados miramos lo que de bueno nos traen las nuevas auras: antes que nada, promesas de lluvias que, ahora mismo, cuando escribimos, nos amenazan con tormentosas negruras que van y vienen, navegando a sus anchas, no muy altas,  y que ya ayer, sin comprometerse en exceso para futuras expansiones líquidas, dejaron alguna que otra humedad en los suelos que apenas duraron un suspiro, y un pasajero y delicioso olor a tierra sorprendida y desflorada en su sequedad de meses.

         Diríamos, por lo demás, que cada átomo de naturaleza, del día, del momento,  nos está invitando abiertamente, con espíritu rilkiano a emprender un interminable paseo por ciudad y campo que la prolonga, sin rumbo, dejándonos llevar por un bosquecillo, por un sembrado, por un árbol, por algo que nos atraiga,  nos guíe, nos llene y emocione. 

martes, 18 de septiembre de 2012

SERRANOS, MUY DE MAÑANA, EN LOS CAFÉS




    Algunos de los que abandonaron una vez los pueblos de la Serranía, buscando más óptimas oportunidades en nuestra ciudad, se dan cita en el bar donde desayuno. En realidad, el dueño es también uno de ellos. Ejerce una especie de jefatura sobre los nombrados que acuden a su local en el que, por razones obvias, de lo que allí se habla, más que de sucesos de nuestra población, es de la vida y milagros de los pueblos que nunca dejaron, ya que no hay día o semana, tirando largo y en el más raro de los casos, que no se den una vuelta por ellos, empapándose de chismes, celebraciones y acontecimientos en el transcurrir de sus habitantes.

     A caballo, podríamos decir, pues, que pasan el tiempo, con  negocios o sin ellos, entre su lugar natal y el adoptado, como si ambos fueran lo que son, prolongación unos de otros; aunque la corriente fluya más de la Serranía hasta nosotros y no en las dos direcciones. No es mala forma de vida la suya: nostalgia de  su antiguo hogar y montañas no tienen, porque a un paso está el matarla. Ser pregoneros de lo que ocurre allí y aquí, en cambio,  como los antiguos contrabandistas, muleros y cosarias, es algo muy de la tierra y ellos, como si no hubieran pasado los años, o la venida de nuevas modas y costumbres,  a su modo lo siguen perpetuando, trayendo y llevando noticias consigo que no aparecen ni  en la prensa ni en la radio y menos en telediarios.

viernes, 14 de septiembre de 2012

SE BUSCA AVE MITOLÓGICA



    Lo cuenta Francis Carter, el viajero inglés del XVIII, avezado como el que más a recorrer el camino entre Gibraltar y Ronda y al que nadie puede acusar de ignorante, ni menos de desconocimiento de nuestra región serrana, de la que era un habitual, un poco por admiración del suelo que pisaba y un mucho por mercantilismo y enriquecimiento fácil, -que eso no conoce épocas- que se derivaba de la adquisición por nada, o regalada, de antigüedades árabes y romanas.

    No sólo era él asiduo de nuestras tierras. Entre toda la fauna con alas que merodeaba por nuestro Tajo, andaba un pájaro con características muy especiales. Un grajo, pero inusitado, de cabeza y alas blancas, que anidaba una vez aquí y otra allá; pero siempre en cualquiera de las numerosas  oquedades que le ofrecían rocas y grietas del abismo. Tan viejo, que volaba ya por allí cuando los castellanos, doblegando la escasa resistencia de los sorprendidos moros, conquistaron la ciudad. Un perenne huésped, pues, más que un asiduo circunstancial, que no atendía a ocultarse de miradas indiscretas, sino que las provocaba, mostrando sin pudor los extraños signos de su plumaje. 

     A un Tajo ya sin grajos desde hace años, nada mal le vendría, pensamos, un ave de parecidas rarezas, aunque únicamente fuera para atraer como antes a los de su raza, puro espectáculo para los que contemplábamos sus evoluciones y gritos, si es que todavía quedan miembros de ella.


   

jueves, 13 de septiembre de 2012

¡QUÉ DESPERDICIO SI FUERA ASÍ!




     ¡Qué atronador desperdicio el de nuestros conocimientos! Todo un derroche. Una larga existencia persiguiéndolos, en un proceso que nunca cesa. Y cuando más orgullosos nos hallamos de saber un poco de todo, de ser un pequeño pozo de sabiduría, un viento gélido llega para decirnos que todo se acabó, que no hay lugar, espacio ni tiempo, para aprender más, ni para disfrutar de lo que sabemos.

     ¡Qué desperdicio de horas, qué inutilidad de estudios, de libros, de enseñanza, de adquirir lucidez y sapiencia, si no existe tras ese viento letal, otro lugar donde disfrutar de esa trabajosa, entusiasta, adquirida con tanto esfuerzo, experiencia intelectual!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

UN MUNDO TRASTOCADO Y OTRO QUE NO LO ESTÁ





     No olvida septiembre que aún soporta la última hornada veraniega sobre sus etéreas espaldas, y, a veces, nos lo hace sentir sin rubor alguno y con energía estival. Igual que hoy, en que el mes se disfraza de descarado estío.

      Hasta la saciedad, ahítos estamos de tantos monigotes de paja como intentan los medios, y los que no lo son, que encumbremos en un bombardeo que repugna por la manifiesta mediocridad de los propuestos a figuras sociales. Dado el ritmo trastocado en que se mueve el mundo hoy en día, otras noticias llamen menos la atención: la cultura, pues de ella hablamos, anda por donde anda sin remedio que la cure y sólo nos toca soñar que algo la restañe el tiempo y los que nos gobiernan.

     Una satisfacción, por todo lo expuesto, que premios como el convocado por la red de bibliotecas provinciales (que no existe mejor ni más sonado y razonado patrocinio) y con tema tan eterno y necesario como el amor, que a todos nos mueve, haya recaído en Antonia Toscano. No una desconocida en el mundo de las letras y que une a sus virtudes como poetisa y escritora, la bendita circunstancia de ser de la tierra. Celebrémoslo pues, con el calor que merece. 

lunes, 10 de septiembre de 2012

FIGURAS QUE CUENTAN





     Por fas o por nefas, no hay día que nuestra ciudad no tenga un hueco, los más de los que  sonrojan, en los medios nacionales. Por fortuna, aunque escasos, no todos son de la suerte del vídeo del "mataó"; nada de extrañar a mi modo de ver, tampoco, si tenemos en cuenta todo lo que subyace y rodea a  ese mundo de un falso arte, que por considerarlo así, ni compartimos ni mucho menos entendemos.

     Para merecimientos, superación, orgullo,  voluntad y todo lo que se quiera, la medalla de Marcelo Rosado en los juegos paraolímpicos de Londres. Por nuestros lares, una y otra vez, casi por ley, distinguimos con honores y fanfarrias, buscando fuera lo que con más dignidad, al ser nuestro, tenemos a la vuelta de la esquina. Como  ningún compromiso nos ata, a nosotros, a "figura" alguna, quede constancia con estas líneas del homenaje a nuestro alcance a un rondeño, Marcelo, al que hay que admirar y loar.


viernes, 7 de septiembre de 2012

MAÑANA OTOÑAL






     Tiene un poco la mañana, la tristeza de una otoñal, con nubes  volanderas a las que da empuje un levante no enfurecido del todo, pero con ganas de trastocar  lo que hasta ahora era ley y ortodoxia. Tanto hemos abogado por un cambio en los calores infernales de un verano sin precedentes, que, ahora, mal ejemplo daríamos a ese viento que todo lo husmea si no lo dejáramos entrar en casa. Eso hacemos, abrir de par en par los balcones para que campee a sus anchas, invada habitaciones, curiosee como visitante indiscreto, y las llene de olores, fragancias y sonidos que ya teníamos olvidados. Y no importa que a su paso alborote a más de un objeto, levante  cortinas y la tome con las hojas de un sorprendido almanaque fijo en una pared, a las que sacude de lo lindo, mostrando fechas y meses aún por llegar. Bienvenido sea.

      También entra, por ser feria y por la vuelta a épocas en las que había poco dinero y menos formas de ganarlo, el sonido de una flauta, tocada por no sabemos quién, con buen tino, que no es que esté cerca, sino que  trae y  lleva, poniendo un latido más de añadida melancolía una mañana y  una atmósfera que invita con su somnolencia, para no desentonar, a ocupar un hueco pequeño en ella, a ser parte de ella.

        

jueves, 6 de septiembre de 2012

AMORES QUE NUNCA SE EXTINGUEN





       Nos dejó agosto,  aparte de sofocos indecibles, y una hoja arrancada al marchito calendario de lo que no vuelve,  otras  cosas que bien merecían un comentario y un recuerdo. En cualquier caso, como por su dimensión no pierde actualidad una de ellas, con gusto nos referimos a lo que fue con toda justicia noticia viva durante unos días en nuestra ciudad, para, de paso,  añadir nuestra particular visión.

          Más de una vez hemos hablado aquí del amor a la tierra en que nacimos, que independiente del nombre o belleza del lugar, a muchos nos acompaña sin cansarnos en ningún momento hasta la muerte. No siempre es así, desde luego. En Ronda, sin entrar en los motivos que les impulsó a ello, tenemos el caso ingrato de muchos grandes hombres, al que nacer aquí en nuestro suelo fue una mera circunstancia sin valor alguno,  por lo que o no volvieron a acordarse de él,  o incluso, lo que es peor, lo denostaron cuando hubo ocasión.

            Por eso, en el otro extremo de la balanza, nada más que alabanzas nos merece la actitud de la familia de Antonio Sánchez Gómez, el fallecido periodista rondeño, al que el destino llevó pronto de Ronda, pero al que en los lejanos años 20 del siglo XIX veíamos proyectando versos y sueños en nuestros periódicos locales. Siguió el cariño de Sánchez Gómez a su ciudad desde fuera de ella, y lo que es más, supo transmitirlo a toda su familia que, ahora, acaba de instituir esos premios culturales que bien a las claras hablan de una actitud admirable para con nuestra ciudad y de que existen amores que, por fortuna, nunca ni nada los  extingue.
 

martes, 4 de septiembre de 2012

LOS 75 AÑOS DEL DIARIO SUR EN NUESTRA ALAMEDA





       Está la mañana tan primaveral, tan otoñal, para ser más exactos, y por ser lo que más cerca nos toca, que con auras que son una bendición, henchidas de benéficas mansedumbres, es un placer de dioses pasear un poco a la deriva, sabiendo que a cualquier lugar que nos lleve nuestros pasos, estaremos en la misma gloria,  o eso creíamos.
     
       A nuestra Alameda abocamos, que, con esquivos o atemperados vientos, nos parece un trozo permanente de edén en la tierra y refugio para estar un poco fuera de ella, que no es mala cosa tal el signo catastrófico que toman los tiempos que vivimos. Como una de las muchas actividades que viene acogiendo en estos días feriales su superficie, vemos que a ambos lados se han instalado paneles que recorren todo el paseo central. Celebra el diario Sur su 75 aniversario y quiere mostramos con primeras planas de su periódico, a gigantesco tamaño, a través de todo ese período, el  interés que puso para  hacernos llegar las noticias y hechos que lo marcaron, con una clara y lógica dedicación a lo malagueño.

       Pero resulta que Ronda les debe sonar a chino a los de la capital. O bien  nunca noticia de nuestra ciudad tuvo recepción en las páginas de ese diario o bien, si algo tuvo el privilegio de ocupar sus renglones en alguna histórica ocasión, no ha dado motivo a los que decidieron traer la exposición para como cortesía para el suelo que  la acoge, aludir a ello, ni mínimamente siquiera.  
     

domingo, 2 de septiembre de 2012

UN SUSPIRO DE ETERNIDAD EN LA MAÑANA DE SEPTIEMBRE




     Viene septiembre, de correosa y luenga grafía como presentación, muy consciente de lo que se espera de él y de que en sus manos está romper la angustiosa monotonía de su hermano mayor, el mes que nos acaba de dejar, asumiendo que, en este girar de la rueda del tiempo, no se debe al verano ni al otoño entre los que cabalga, sin ánimos de decidirse abiertamente por ninguno de ellos. Pero entretanto, nos está mostrando ya cuál es su papel de mediador para conformar sin enfado a una y  otro estación,  y  al contrario que el reaccionario agosto, nos  llena el cielo de gozosas nubes, no muy densas, sino diminutas, alargadas, que se visten de color para más llamar la atención.  

     Hay otras cosas en esta mañana dominical, plácida, indecisa, sin tener claro para dónde tirar, que nos previenen, con medidos pasos, que la atmósfera se está embadurnando con otros tintes y afeites menos agobiantes, más de andar por casa, menos extremos. Se nota, sobre todo, en la nitidez y sonoridad con que nos llega ahora el sonido de esas esquilas, pertenecientes a la espadaña de algún convento que llama a oración o a misa. Una caricia fugaz a la mañana, a la que atusa sin alterarla en su serenidad y blandura, un suspiro de eternidad nos parece, si durara, que no lo hace.