lunes, 22 de febrero de 2016

HA LLOVIDO BARRO. ¿UN AVISO?


      Por extraño que pueda parecer, ha llovido barro estos días. Algún socarrón diría que puesto a llover y a no hacerlo como debiera, lloverá de todo menos agua, que es lo que debería y lo más procedente desde que el mundo es mundo o, al menos, desde que nosotros lo conocemos, ya para un buen montón de amaneceres.
       Uno no descarta desde luego, una advertencia de los cielos, como previo paso a la descarga de una maldición, ni más ni menos como aquéllas tan bíblicas e imponentes que dejaban turulata a la humanidad. Hasta el color del lodo, que ha sembrado de una capa de rara impureza de motas y gualdas sendas nuestros serranos suelos, 

                              

es de un color alimonado, puro azufre, toda una señal para quien quiera verla. Como el que no se consuela es porque no quiere, pensemos que en otros lares no han de esperar maldiciones, que ya las tienen encima, desde hace mucho, y son bombas y misiles los que a todas horas les llueve.

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