No es nuestra ciudad, en contra de lo que fue en otro tiempo, de las que suelen carecer de atracciones; aparte, desde luego, de las que ya proporcionan a los visitantes sus monumentos y honduras. Y no hay nada más que echar un vistazo, para comprobarlo, a las que dio cabida el pasado mes de mayo. Lo cierto es, que, pocos días, son los que no hay algo nuevo que venga a sorprendernos. Lo hizo esta mañana, ese despliegue, junto a la plaza de toros, de modernas armas bélicas, más grandes que pequeñas, enormes cañones y demás, con todo su estremecedor potencial escondido entre su brillante armazón. Una pequeña muestra de lo que dispone las fuerzas de La Legión para combatir al enemigo.
Como, uno tiene sus aficiones, y nunca fueron las guerreras, las contempló de lejos, con un cierto amargor, porque no dudo que serán necesarias en casos extremos, pero cuanto menos se usen y más lejos las veamos, mejor.
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