jueves, 10 de marzo de 2011

ORIENTE NOS AVISA

       Es digno de estudio, el hecho de que como miembro de una Unión Europea que se preveía llena de posibilidades económicas para nuestras ciudades, lo que más nos ha llegado, con características casi de invasión en los últimos años, haya sido la implantación de comercios sin ningún marchamo de europeismo. Orientales y árabes, sí, en cambio, a raudales. Sin ánimos, ni conocimientos para hablar  de su influencia negativa o beneficiosa en el mercado interior, lo cierto es que también Ronda acoge una amplia red de tiendas de estas cualidades, de artículos a bajo precio, que exhiben sus carteles y apilados muestrarios por nuestras calles más céntricas.
      A la hora de las compras, la obligada convivencia entre culturas antagónicas, transcurre por precarios senderos, ciñéndose al conciso intercambio de unos cuantos monosílabos. Las expresiones con que los buenos de los chinos, por ejemplo, intentan  entenderse en nuestro idioma, son someras pero qué duda cabe que les cuesta un mundo. De las contadas palabras con que se defienden en español, además de los contundentes "sí" o "no", "al fondo", es la más socorrida, cuando inquirimos lo que deseamos encontrar. Un fondo, por otro lado, que tan hondo es que se diría que lo que no tiene es precisamente eso: fondo.
       Pero si no castellano, lo que aprenden con una rapidez digna de encomio es a penetrar con éxito en los sombríos senderos de la picaresca hispana. De ahí ese cartelito que advierte en uno de sus comercios más concurridos, en días lluviosos como los que nos sacuden estos días, de, a la salida, cuando has finalizado tus compras y pagado, no cambiar el paraguas que has dejado a la entrada, para no mojar el local, por uno siempre más nuevo o mejor que el tuyo. Todo un ejemplarizante tratado, en pocas palabras, de moral pública; y en un castellano que, pese a todo lo dicho, se entiende.
    
    
                                                              

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