jueves, 29 de septiembre de 2011

MODERNOS MOLINOS DE VIENTO

                                                                                                                         
         Basta recorrer nuestra región para cerciorarse de que el paisaje ahora, el más encumbrado y altanero está cambiando a pasos firmes; posiblemente, si es que el beneficio es tan grande como se dice, en favor de una energía más barata, menos destructora del medio ambiente y de un trabajo estable para un número determinado de persona, ahora que tanto escasea.
          Prescindiendo de esas virtudes que se le atribuyen a las aspas gigantescas, enloquecidas en un torbellino de vueltas al más mínimo resquicio de viento, esos modernos molinos se han comido en la mayoría de los casos el esplendor virginal de numerosos escenarios montañosos, mucho más cuando éstos se hallan en las inmediaciones de los pueblos. 

martes, 27 de septiembre de 2011

UN TESORO DE CUENTOS DE HADA

                                                                   
         Hay ciudades que parecen construida por dioses. Ronda es una de ellas, ensimismada entre un laberinto de cumbres, bordeada por precipicios de cuentos de hada, bañadas con todas las doradas luces y colores de una naturaleza indescriptible. Mientras que estuvo aislada por esa misma montaraz coraza, el olvido que nacía y moría en la dificultad de sus caminos ayudó a una conservación que pareció no acabar nunca; lo que no fue óbice que, desde siglos, los que llegaban a ella la tuvieran en consideración de población mítica: "Ronda no hay más que una", decían los viajeros románticos.
          A nadie escapaba, de los que vivíamos aquí que, desde hace unos años, no muchos, a ese tesoro querían llegar otro tipo de individuos; y no para acrecentarlo o protegerlo, sino para hacerlo añicos y edificar a su costa una hacienda propia:  una banda de vividores  de los que proliferaban en la cercana Marbella. Triste es que se valieran de la corrupción de ediles del ayuntamiento de Ronda para sacar sus proyectos y más todavía que hoy el nombre de nuestra ciudad, no para hablar de su magia y de sus encantos, sea noticia que ocupa espacio privilegiado en todas las emisoras, periódicos y medios de comunicación españoles. Que la justicia actúe contra los que la han violado es sólo lo que pedimos, y no que tanto alboroto se disuelva en una nube de humo, como si nada hubiera pasado.

sábado, 24 de septiembre de 2011

LO QUE NOS DEJÓ AYER EL UNIVERSO.

                                                                
          Hemisferio, ecuador, polos, solsticios y equinoccios; es loable, aunque vano, el esfuerzo audaz del hombre intentando poner medidas donde no las hay; ni números para fijar edades a un universo al que es inútil entender en toda su inmensidad y grandeza. Ayer, como desde no se  sabe cuándo,  nos mostró una más de sus perfecciones y magias: la del equinoccio de esta estación en la que ya estamos, con un rasero tan similar  para dividir y equiparar la cantidad de luces y de sombras que nos llegan, que se entiende que nuestros antepasados con sus piedras descomunales y herramientas rudimentarias se dejaran la vida para conmemorar ese momento, ese mágico instante sin fisuras entre la noche y el día.
          Uno, tan iluso, se pregunta, si tendremos ocasión, si el tiempo llegara a convertirse en eternidad para nosotros, de ver todo este prodigio desde otro espacio, teniendo cerca a planetas y galaxias.  

jueves, 22 de septiembre de 2011

EL OTOÑO Y SANTA TECLA

                                                                         
          Para los que nos quejábamos del calor, que nos pesaba ya a algunos como una losa, no pueden ser más que  bienvenidas esas nubes incipientes oblongas y desmañadas,  pocas, pero tenaces, a las que hay que ver en su intento de tapar aunque sólo sea por unos instantes al astro rey, dueño de los cielos durante un inacabable verano.
          Y es que mañana es otoño, y por lo que parece, por esas brisas que se han vestido por fin de un cariz casi invernal, casi primaveral, diríamos que, por una vez, calendario y estación se han puesto de acuerdo para coincidir y no ir cada uno por su lado. En el santoral, mañana nos protege Santa Tecla; no sé si con un poquito de sarcasmo, ya que todos andamos, con estos tiempos tan complicados, pensando cuál es la tecla que vamos a tocar un día y otro, para no despeñarnos en el vacío más estremecedor.  Buena entrada del otoño a todos, dentro de lo que cabe, desde luego. 

domingo, 18 de septiembre de 2011

NO UN ÁRBOL CUALQUIERA

                                                                    
          Siempre son los domingos, aprisionados entre el cierre y apertura de la semana, según se mire, un día propicio para meditar y recomponer fatigas del cuerpo, al que el reposo le llega como agua bendita; pero, igualmente, momento ideal para echar un vistazo a mil cosas de las que nos rodean: a los cielos, a nuestros sueños, a nuestras fobias, a lo que pudimos hacer bien e hicimos mal, a las calles y plazas silenciosas, o a los árboles, ya con los primeros dorados destellos en sus hojas, las mismas que no van a tardar mucho en alfombrar suelos por doquier.
          Aunque hablando de árboles, cómo no recordar en estas fechas a uno en concreto. Un espectáculo los bosques de castaños de nuestras tierras en estas fechas, acaparando en su seno tanta belleza que se piensa que su misión  no sería más que la de hermosear  laderas y hondones para recreo de la humana vista. Si a eso le añadimos que es el sustento esencial de varios pueblos de la Serranía, no queda sino ante tantas virtudes rendirle pleitesía y pedir que por muchos años sigan siendo parte visible y familiar de nuestro horizonte, por todo lo que ello significa.  

miércoles, 14 de septiembre de 2011

UN VERANO PERTINAZ

                                                                           
          A nuestro verano, de inusuales calores, parece importarle un bledo el calendario y el hecho innegable de que, según aquél, su reinado por este año debería  acercarse a su fin. La verdad, es que nadie lo diría viendo los rayos de sol rompiendo con tórrida fuerza sobre la tierra, cada vez más sedienta y reseca,  y los cielos hechos los desentendidos, ignorando que a su inabarcable superficie no le vendría mal, como mudanza, un horizonte de plomizas nubes, de las que almacenan aguas y turbiones en su blando seno.
          Las calles son otra cosa por estas fechas: menos forasteros, más calma en el tráfico de gente y vehículos, menos bullicio y, desde luego, huida de vendedores y músicos vagabundos. Entre éstos, para el recuerdo, me quedo con el de vestimenta negra de exótico sombrero y procedencia, melancólica trompeta,  mínima casa a cuestas y un castellano imposible. Instalado en los paseos que bordean la Alameda, con notas de añejas épocas, buscaba sin prisa alguna, no sé si espantar su morriña, la sombra amiga de los frondosos árboles o ganar unas monedas.  

lunes, 12 de septiembre de 2011

APOSTILLAS A UN ARTÍCULO

          Publicó el diario "Málaga Hoy", en el día de ayer, domingo, en dos páginas,un excelente artículo de Pedro Ingelmon, referido a la proliferación del cultivo de viñedos con  destino a la fabricación de vino ocurrida en los últimos veinte años en Ronda. Más que nada, se detiene en dos de los foráneos que, según él, más han contribuido al éxito del vino tinto que sale de sus campos y a que el nombre de nuestra ciudad resuene en este mundo vitivinícola más allá de las fronteras hispanas; en concreto en Federico Schatz, alemán, y Juan Manuel Vetes, abulense, y en sus triunfos, merecidos, desde luego.
          Echamos en falta, aunque sólo sea de pasada otros nombres de rondeños, también con medallas en certámenes internacionales, de parecidos méritos en la fabricación de vinos y, como ellos, con  toda una vida dedicada ese comercio y pasión.
          También un error de bulto en sus apreciaciones: el cultivo del viñedo en Ronda y Serranía en tan antiguo como el de las mismas ciudades, y si Rilque no hace mención de ninguno en sus paseos por Ronda es porque la enfermedad de la filoxera causó estrago en ellos en la segunda mitad del XIX, siendo Málaga, por cierto el origen de la enfermedad.
          Si acudimos a testimonios tan fiables y numerosos como el de los viajeros, románticos o no, de otros siglos, comprobaremos que los viñedos eran abundantes y pródigos por estas tierras, tanto que tapaban los caminos hasta impedir el paso de los mulos de los arrieros y llenaban laderas y cumbres de las colinas.
         



sábado, 10 de septiembre de 2011

DE TERRAZAS ENCUMBRADAS HABLAMOS.

                                                       
          Es fe que en una ciudad tan llana  cual es Cádiz,  como la palma de la mano, las encumbradas terrazas de sus casas más señoriales se construyeron para que sus dueños, mercaderes de altos vuelos,  quedaran tranquilos viendo, sin necesidad de ir al puerto, aproximarse a sus barcos que volvían de América sin daño, con  todas las riquezas que proporcionaba el Nuevo Mundo.
          En Ronda, la edificación de terrazas tuvo fines menos materiales y más de huir un poco de honduras y abismos cercanos, o de contemplación serena, sin ningún obstáculos, de azules sierras y de moles caprichosas que rodean un horizonte grandioso.
          Desde la terraza de una antigua casa de un amigo de años, lo que es decir verdadero, que para vivir en la más estricta pobreza la entregó a la orden en la que profesó; una casa de umbríos salones y soleados patios, de puertas en las que la madera se hace monumento y en las que se detiene el tiempo, contemplamos a una Ronda inusual, superando oquedades y aglomerando nitidez y blancura de barrios cercanos como el de Padre Jesús. 
         Otra cosa llama la atención por insólita: el desafío de dos torres pertenecientes a razas tan enfrentadas un día como la mora y la cristiana. La del Minarete y la de la Santa María, símbolos de dos religiones dominantes en dos épocas,  son también, a su manera, signos de una lección que deberíamos aprender los humanos,: la de un distinto lenguaje y una misma y pacífica convivencia.

jueves, 8 de septiembre de 2011

LIBROS Y PRENDAS ÍNTIMAS

                                                                 
         Anda el mundo tan convulsionado por la falta de dineros y por la inmovilidad del mercado, sumido en una apatía que parece no tener fin, que cualquier innovación es permitida si con ella se lleva a buen puerto la premisa esencial de la transacción comercial, que no es otra sino la de vender o comprar, si se quiere.
         Afinar el ingenio para no naufragar en aguas del fracaso es algo que hoy no sorprende, porque sobrevivir es lo que importa. No obstante, todavía hay lugar para admirarse de los medios de que se valen algunos para sacar su negocio a flote.
        Lo cierto es que nunca antes habíamos visto esta combinación explosiva  de venta de bragas y libros unidos. No tan extraña tampoco, creo, si consideramos que la mujer es actualmente mucho mejor lectora y compradora de libros que el hombre. Dado lo cual, menos productivo resultaría con estos presupuestos la venta conjunta de calzoncillos y libros... si es que alguien quiere darle un giro a la oferta.  

martes, 6 de septiembre de 2011

EL MAR Y LOS DE TIERRA ADENTRO.

                                                                  
           A los de tierra adentro, el mar nos impone lo que no está escrito; en realidad, en proporción inversa a como nos predisponen las colinas y alturas a superarlas y no temerlas. Cierto, que el lugar de nacimiento nos condiciona también es este aspecto de fobias y avenencias que al alma nos llegan, bien para ensancharla o ya para constreñirla.
          Por todo eso, a los que nacimos y vivimos en tierras montaraces desde siempre, las aguas de los mares nos resultan más insondables, profundas y voraces que para cualquier otra persona. Un simple remojón nos cuesta un mundo, mirando con un punto de admiración a los que lejos de sentirse invadidos por estos  enfermizos temores, gozan del descanso que proporciona sumergirse en esas ondas que van y vienen rumorosas, nadando como peces y disfrutando como niños que no entienden de lugares de nacimiento, ni de propuestas filosóficas tan pobres como la nuestra de ahora.        

viernes, 2 de septiembre de 2011

DE RONDA, EL TAJO

                                                                                                                                                      
          El Tajo, ese universal abismo de anchurosa roca y tenebrosa garganta, casi mito y casi meta definitiva de viajeros en todas las épocas, aun en las menos dadas para recorrer caminos, es a todas luces uno de los accidentes geográficos más representado o pintando en miles de visiones, formas, cuadernos y lienzos. Con todo, pese  a sus miles de imágenes diferentes que andan por el mundo en museos, libros o revistas, siempre cabe una visión nueva que nos descubre formas y perfiles no vistos antes, en la que la destreza e imaginación del artista lo es todo para enriquecer el archivo iconográfico del natural monumento.
          Con estas prioridades, dos artistas, Julio Caballero y Juan Antonio Rosado, presentan una exposición conjunta en la que el común denominador es El Tajo. Perspectivas distintas, más realista una y en la que Juan Antonio Rosado, con la transformación que viene dando desde hace un tiempo a su pintura, aporta la más etérea y evanescente, con oníricas pinceladas de vibrante fuego, y colores que recuerdan a las asombrosas puestas de sol de los atardeceres rondeños. Una estupenda muestra que puede y merece contemplar el que todavía no tuvo lugar de hacerlo.