viernes, 29 de abril de 2016
ACELERA EL MES
Acelera su despedida abril, o al menos lo parece, procurándose un cómodo asiento en ese viento loco que desde muy de madrugada ha comenzado a batir contra todo en su tránsito hacia otras tierras o hacia su desconocido hogar. Otro mes que se nos escapa, aunque para nuestro consuelo envuelto en olores de azahares, los mismos que ese aire loco está desprendiendo de los desmadejados naranjos, de un sin fin de ellos, llenando las aceras de blanco y amarillo, donde se alzan, sin mucha altura. Algo es algo. Algo perdido y algo ganado, para que todo no sea perder.
lunes, 25 de abril de 2016
LA ILUSIÓN DE TODOS LOS DÍAS.
La ilusión de todos los días para algunos, entre los que me encuentro, es la de los libros. Justo es que estos tengan su celebración y su especial fecha, más cuando este año se asocia con el aniversario de la muerte de Cervantes, eminente autor del libro de los libros, que ni siquiera hace falta por conocido mencionar, y en cuyo honor, además, fue creada la festividad del día del Libro. Sin embargo, por eso de la habitual ilusión que cada día nos mueve a acudir, mañana, tarde o noche, a ellos, hemos dejado, a conciencia, pasar el conmemorativo 23, aunque sí que hemos añadido a nuestra biblioteca un nuevo título.
No creemos que pese a los malos augurios que se le pronosticaban, agonice el libro impreso y su dilatada historia de siglos; pero sí, en cambio, el ejercicio de la lectura, a la que nadie alienta ni a ninguno de nuestros gobernantes parece importarle. Lamentable es el olvido en que se encuentra el mundo de la cultura, desalojado en beneficio de no sabemos que finalidad. Una pantomima, cuando tanto se le castiga con impuestos a la cultura la del libro y a toda en general, la llevada a cabo en el congreso en pasadas fechas acudiendo los diputados a Cervantes y su obra para tapar la desgraciada política de los últimos Gobiernos en favor de ella. Sonrojémonos por su actuación ya que ellos no lo hacen.
sábado, 23 de abril de 2016
UN CASCARÓN DE NUBES
Un cascarón de nubes se han instalado sobre montañas y valles. Muy apretadas y de un ceniza con retazos de azul que no presagian ni aguaceros ni ventarrones, y sí un casi seguro calor, como un brochazo de inesperado bochorno estival. Es algo que ya se nota, al igual que la melancolía que dejan esas nubes acercando un paisaje que en otras ocasiones, con sus abrumadoras luces, masas montañosas y el intenso color de sembradíos y eriales, queda harto distante.
No ocurre ahora así. Ya las montañas, apremiadas por la punzada del caparazón de nubes, han recobrado una identidad extraviada en otros días de más prolijas claridades, y sus picos y pronunciadas extensiones se introducen donde estás tú, con ganas de estrechar afinidades. Y hazas, senderos, huertas y bosquecillos de encinas y olivos, en un tumulto que es torbellino de verdes, añiles, gemas y granates, aunque hondos, parecen alzar el vuelo para alumbrar esta rara cita primaveral entre hombre y creación, menos inanimada que nunca en esta mañana de crecido, medio envejecido abril.
viernes, 22 de abril de 2016
SE ENFURRUÑA EL TIEMPO
Se enfurruña el tiempo, como un niño mal criado y poco dado a obedecer. Eso significa, aplicado a la atmósfera no un gesto de indisciplina y de funestas consecuencias, sino que, a su bendito aire, se emplea con poco orden y muestra evidente malhumor con frecuentes y aceleradas mudanzas, que algo perplejo sí que nos dejan porque arremolinadas y plomizas nubes amenazan con descargar toneladas de lluvia, y en nada de rato, hacia ignotos destinos se marchan estas, dejando su lugar a un deslumbrante sol más propio de otras avanzadas estaciones.
Al trasiego de la naturaleza de un estado a otro, como soberbio espectáculo, poco hay que oponer, aunque la atención que levante entre los que pululan por la ciudad sea mínima. Por contra, los intermitentes cambios se hacen sentir en nuestros pobres cuerpos, con malestares de huesos y destemplados nervios que, igualmente, acaban por ponernos de un humor de perros.
miércoles, 20 de abril de 2016
DESMESURA Y FEALDAD DE LOS ANUNCIOS.
Corren desventurados tiempos, no habría ni que repetir un hecho que nadie ignora por sufrirlo los habitantes de nuestro país en sus propias y apaleadas carnes. Todas las ciudades son un ingente escaparate en el que todo se vende, pero que apenas compra nada nadie.
La mayor dimensión de ese trasiego, sin duda manco por la falta de compradores, queda reflejado en la oferta de viviendas de segunda mano. Desproporcionados anuncios cuelgan de las fachadas con el nombre de las inmobiliarias o los teléfonos del propio dueño, con letras enormes y colores chillones, como si de pronto todos estuviéramos perdiendo vista y fuera necesario centuplicar el tamaño para que pudiéramos leerlo. En realidad lo que se parece vender no es una simple vivienda, sino todo un edificio, o como el caso de la foto, todo el vasto ámbito del Tajo. A lo mejor es verdad, nunca se sabe. Desmesura y fealdad, en cualquier caso.
martes, 19 de abril de 2016
HORAS PERDIDAS
Con las agoreras previsiones de agua y viento, y su cumplida confirmación nada más amanecer, el ánimo se encoge un poco y rechazando el saludable paseo de todos los días, no sé si erróneamente porque al final el día abren los cielos y las nubes dejan de ser amenazadoras, elegimos encerrarnos en casa, haciendo proyectos para esas horas con las que no contábamos. Tenemos tan cubiertas todas las demás, con pequeñas distracciones, aficiones y menudencias que han quedado ya como obligaciones aunque no merezcan tal nombre, que, lo cierto es que en vez de coger la ocasión por los cuernos y comenzar a hacer lo primero que se nos venga a la cabeza, entre dudas y buscarle destino a ese inesperado tiempo de ocio, lo que en realidad hacemos es desperdiciarlo no haciendo nada. Y entonces sí que añora uno la delicia del paseo perdido y el caminar contemplando fantásticas montañas y nubes enfurruñadas buscando donde dejar caer su húmeda carga: un verdadero y gratis espectáculo, hoy que por todo hay que pagar. ¡Lástima de horas sin destino!
viernes, 15 de abril de 2016
MAÑANA ABRILEÑA
El aire de la mañana abrileña, es como una caricia en la piel, de tan tibio y de tan cargado de aromas de la cercana sierra como llega. Le falta nada para ser viento formal, pero no lo es. Solo aura es ahora. A veces duda y como si raciocinio tuviera, no sabe si mantener su condición o de pasar a mayores. Cuando esto ocurre, para estudiar con gravedad su decisión, se calma, se detiene y deja de merodear entre las copas de unos árboles a los que levemente agitaba sus ramas.
La brusca parada, ha cogido de sorpresa a media docena escasa de grajos, que quedan inmóviles entre la orgía de luces de la mañana. El escenario es el Tajo, arriba, muy arriba del Puente. Allí se están, como dos negras estelas, sin movimiento alguno, incrustados, petrificados, desorientados se diría de no contar con la ayuda de esa brisa que necesitarían para hender el espacio enormemente hondo en el que se hallan. Para bajar y subir con una celeridad que no es posible seguir con la mirada.
De aquellos centenares de hermanos que hace años tenían como segura morada el precipicio, pocos han seguido con la estirpe. Una pena la pérdida de sus vuelos. Eso sí, esta diezmada herencia de los suyos que a duras penas sobreviven en un medio claramente hostil, anunciando siguen como ayer, cuando balanceándose chillan como afectados de oscura locura, a la vez que se desafían
jueves, 14 de abril de 2016
LEVANTA DESGANADO EL TIEMPO
Levanta desganado el tiempo, pero no los ánimos, que, con todo lo que de malo, sin nunca parar, nos trae cada mañana o tarde de titulares con nuevas faenas de los que nos vienen gobernando, nos hace preguntarnos si es suerte o desgracia haber nacido y vivir en un país como este, o en una región en la que si no fuera bastante con ser de las más empobrecidas de la Unión Europea, desde dentro se le azota a sus habitantes con impuestos tan desproporcionados e injustos como los que atañen al derecho de sucesión.
Entretanto, al menos, parco consuelo, con tantos dislates y felonías, para no amargarnos la existencia más de lo que ya la tenemos, deberíamos celebrar el engranaje definitivo de la estación en la que nos hallamos y exclamar con el poeta aquello de "La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido". Lo cierto es que las ramas de los árboles se han desprendido de su total desnudez, llenándose de brotes, pequeñitos todavía, como pelusas detenidas.
Y es un espectáculo que no por vivido antes, dejemos de admirar, con ese casi umbroso dosel que, por ejemplo, en nuestra Alameda, es ya una realidad, que puestos a comparar con la que nos llega en el sentido de arriba, es pura gloria y honestidad de la naturaleza.
jueves, 7 de abril de 2016
LA TARDE DE ABRIL
Contemplando la evolución de este día, cuando ya no es ni mañana sino tarde avanzada, con sus claridades y negruras, con sus nubes agolpadas gravitando sobre el manchado azul de la sierra, donde hace unas horas ninguna había; el mezquino gualda de un arbusto de mimosas sin flores, en cuyas ramas se mece un despreocupado mirlo, y el de una adelfa, en el que las flores comienzan a brotar; viendo todo eso y el escenario vagamente dormitando, cabe pensar que la naturaleza también se imita a sí misma, y que podía ser otoño, pero primavera es ya, se vista como se vista este día de abril, esta tarde ya mayorista de abril.
lunes, 4 de abril de 2016
NO SON MISERIA DE GOTAS
¡Llueve! Queremos decir, que no son cuatro miserias de limosnas de gotas, sino que vierten agua los cielos con generosidad y con ánimo de continuar, desde hace ocho completas horas. Al amor de las comodidades del hogar, hemos vuelto a recuperar la atmósfera de días de antaño, cuando no era una noticia lo que ahora sí lo es, porque no hay líquido que la sustituya y malo será si alguna vez para su uso, habría que pagar lo que no está escrito. Por si esa fatalidad llegara, disfrutemos ahora del sonido de su chisporroteo en los cristales, de sus charcos, de sus cielos encapotados y de las calles, haciendo correr a sus pequeños arroyos. Un espectáculo, y cada vez más, por lo escaso y una oportunidad que ni pintada para no hablar de gobiernos, defraudadores o crímenes de lesa majestad, que eso si que no hay día que empapados de ellos no venga.
sábado, 2 de abril de 2016
EL MORIR Y EL NACER
Como, invirtiendo el orden natural, el morir y el nacer se suceden en todos los órdenes de la existencia, incluso en la etérea de los meses, llegó el natalicio de abril, el de las aguas mil que decíamos hace años, que hoy el término es pura fantasía, que escasas son las lágrimas que vierten los cielos y si lo hacen es por muy distintos motivos;y claro está, que a tenor con las heridas que le vamos infligiendo a aquellos, ellos responden con contundencia, y el día llegará que esta será de tal envergadura, que a hacer gárgaras se irá el planeta y con él los humanos, casi ufanos, con todo, de haber hecho trizas lo que indestructible parecía. En fin, que mientras eso llega, de lo que cada día nos queda menos duda, aprovechemos lo que de bueno al alcance de la mano tenemos: la familia, el sol, los amigos o los bosques, sin a nadie, por nuestra culpa, hacerle la vida imposible, que ya se la hacen otros. Y que el primaveral mes que nos visita, asimismo deje algo de primavera en nuestro ánimo y corazones, que buena falta nos hace.
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