Para estar a tono con la actualidad del calendario y del santoral, un poco obligados nos vemos a mencionar la próxima celebración de los difuntos, más que nada porque a todos, a ricos y mendigos, a necios y sabios, nos tocará algún día serlos. Aplicarnos a vivir hasta entonces con intensidad es lo sensato, ya que breve es la vida y sin fecha de caducidad la muerte. Natural, pero enigmática es esta, por ignorar lo que tras su denso velo nos aguarda. Igualmente, en aquellos años inocentes de nuestra infancia, de harto misterio se impregnaban esas lamparillas bañadas de aceite, en las que, como nimios nenúfares, se sumergían diminutas y oscilantes llamaradas, de negros e incombustibles pábilos, cada una, plegarias a la imagen o lámina de santo o de virgen presentes, para que no fueran del todo severos con la suerte de nuestros muertos, ya en el inabarcable mundo de las sombras. Nada de eso entendíamos, parados a las puertas de las habitaciones, en las que el temor nos impedía entrar, porque no más luces que las dichas eran las que, más que alumbrar, acentuaban las tinieblas y nuestro miedo infantil.
sábado, 29 de octubre de 2016
VIENTOS PUROS Y VIENTOS MALSANOS
Merodean desde hace tiempo tantos vientos malsanos por nuestra región, al igual que por el conjunto del país, de corrupciones, de hambres, de fantoches, de ignorancia, de falsos mesías, de truhanes, de malversadores, de sevicia, de desprecio hacia el prójimo, en una infausta letanía de nunca acabar, que, con gusto, no queriendo soliviantar nuestro ánimo ni el de los demás, con delectación casi, preferimos virar hacia otros vientos, a los verdaderos, a quienes cabría culpar de algunos de nuestros desvaríos corporales, de enredarnos la mente, de punzadas en nuestros miembros, pero no de otra cosa, que aquí no hay engaños. Por eso, el tozudo de hoy, es consecuente con lo que se espera de él y sopla que da gusto, con las copas de los árboles como si rindiera pleitesía a algún desconocido dios, en un infinito desplazarse en rachas que no cesan y que de bueno tiene, que, a falta de unas aguas a las que quizás es fugaz mensajero, limpia hasta la extenuación calles, parques y plazas, algo de lo que, de tarde en tarde, deberíamos tomar ejemplo, y mucho más los que arriba y muy de pasada para las fechorías que cometen, hablábamos.
jueves, 27 de octubre de 2016
EL OTOÑO, EL DE SIEMPRE
De púrpura y sayal; de oro y despojos; de morados y gualdas; de tibias galanuras y de hoscas asperezas; de agudos brillos y umbrías ampulosas; acogedor y tramposo; de castañas y tostones; de tímidos sonrojos y de austeras faces; veraz y mentiroso; de un galopar que no cesa de nubes, auras, hojas, y susurrantes vientos que a nada se transforman en horas de bochornos o de incipiente e imprevisto helores. Son los cientos de ropajes con que, una vez más, acude a su temporal cita el otoño, turbador, polifacético, grandioso, pasmoso, soberbio, que a nadie pretende engañar, aun levantando nuestras quejas de que no es como lo era el de un brumoso ayer y que es fiel a si mismo, como un niño a su madre. Es el otoño, el de siempre.
martes, 25 de octubre de 2016
A ZAIDE TRAS LA LLUVIA
Convendrás conmigo, Zaide, que por mucho que lo pretendamos o deseemos, para bien o para mal, el ayer no es el hoy, ni nunca este será aquel, que todo cambia de piel y se transforma, se empequeñece o se agiganta, con el inapelable transcurrir del tiempo; que muy pocas cosas gozan de la condición de inmutables; si algo lo fuera, yo diría que lo es ese pozo de inmenso brocal, de amplia, sinuosa y luenga boca que es nuestro precipicio, el que auna en sus escabrosas, pero bellas entrañas, mucho de vida y algo, en su amenazador vacío, de esa angustiosa nada, que a todos nos aterra.
Y así, hogaño, como antaño, quieta está la mañana, que recula dando la espalda a cielos plomizos y a humedades, muy pausadamente, sin retirarse del todo, con algo de desgana, como se manifiesta allá muy lejos de los antiguos puentes, rebasados los nimios arroyos, en trenzados de brumas que apartan y siembran luego de imprevista arboleda trozos de parajes olvidados y distantes.
Tan sedienta se hallaba la tierra, que con toda la lluvia, imperceptible caudal transporta el esforzado Guadaleví. A aquélla, no obstante, habría que agradecerle igualmente esa luminosidad recobrada de nítido verdor, de renacida hermosura en laderas y honduras, allí donde, desde milenios, acaso desde la misma creación, nunca faltó, ni falta ahora quien la festeje y admire. Y es con renovada ilusión y amor, lo que hacemos nosotros, pobres briznas de polvo del universo, expuestas a todos los embates, los presentes y los venideros.
Tan sedienta se hallaba la tierra, que con toda la lluvia, imperceptible caudal transporta el esforzado Guadaleví. A aquélla, no obstante, habría que agradecerle igualmente esa luminosidad recobrada de nítido verdor, de renacida hermosura en laderas y honduras, allí donde, desde milenios, acaso desde la misma creación, nunca faltó, ni falta ahora quien la festeje y admire. Y es con renovada ilusión y amor, lo que hacemos nosotros, pobres briznas de polvo del universo, expuestas a todos los embates, los presentes y los venideros.
lunes, 24 de octubre de 2016
CON ALBOROZO, CON ALMA Y CORAZÓN CANTAMOS
El más sabio, sin duda, es el que menos se equivoca. Uno, que no pretende, en modo alguno, estar en posesión de ningún conocimiento tan elevado que merezca tan preclara condición, sí, que en cambio, se culpa, y lo ha hecho sin parar durante toda su existencia, de cometer a diestro y siniestro, en todo tiempo, de joven y de viejo, errores de los llamados de bulto, porque tan confundido se anda, con frecuencia, por la vida, no sabiendo ni escoger lo pertinente, ni siquiera atisbar la mínima luz que desprende un plausible sendero por donde caminar con cierta seguridad.
La que nunca yerra, aunque a veces lo parezca, es la excelsa naturaleza, aunque a veces también nos confunda con castigos que no son sino devolución de los azotes cada vez más descomunales con que la fustigamos. Día de alborozo es hoy por estos sufridos y recónditos lares nuestros, porque pese a todas nuestras afrentas, nos ha regalado ELLA, con letras gordas, el oro de unas aguas cuyos furores saben a gloria bendita y nada más que a eso, y para las que solo cabe una soberana gratitud. Ahora que el día declina y que un tímido sol intenta calentar la humedad reinante, gozosos, es lo que hacemos.
sábado, 22 de octubre de 2016
CASI MUDANDO ANDA EL DÍA
Mudando y algo revuelto, sin sol y con poca luz, indecisa si tirar para oriente o para occidente, se mueve la mañana ahora, que ya sobrepasa al mediodía. Y un poco así, con ese airecillo que sopla con poca fuerza, pretendiendo atraer agua, merodeando y trastornando metido en la cabeza y revolviendo nuestras ideas, anda uno. Y con ese malhadado revoltijo molestando lo que no está escrito, lo cierto es que ha sentido uno añoranza de aquellos días en que este blog, varios días a la semana, igualmente se movía unos pasos. No sabemos si fue acierto o desacierto darlo por finiquitado por unos motivos que no vienen al caso, y renunciando a unas líneas que siempre sirven de desahogo en muchos sentidos.
Mudando y algo revuelto, sin sol y con poca luz, indecisa si tirar para oriente o para occidente, se mueve la mañana ahora, que ya sobrepasa al mediodía. Y un poco así, con ese airecillo que sopla con poca fuerza, pretendiendo atraer agua, merodeando y trastornando metido en la cabeza y revolviendo nuestras ideas, anda uno. Y con ese malhadado revoltijo molestando lo que no está escrito, lo cierto es que ha sentido uno añoranza de aquellos días en que este blog, varios días a la semana, igualmente se movía unos pasos. No sabemos si fue acierto o desacierto darlo por finiquitado por unos motivos que no vienen al caso, y renunciando a unas líneas que siempre sirven de desahogo en muchos sentidos.
Queremos recordar a quien no lo sepa, ya que alguien nos ha preguntado, que un libro publicado por aquellas fechas, recogió además de cien fotografías de nuestras tierras, una selección de lo que nos pareció más interesante de leerse, del mencionado blog. Cabe decir a este respecto, y no por lo que económicamente puede dejarle a uno, que puedo asegurar que no es nada, que el libro se encuentra a la venta en la Librería Dumas, en calle Jerez de esta ciudad de Ronda. Y lo digo más que nada, porque si queremos que librerías, impresores, maquetadores y demás se ganen la vida y que el libro siga formando parte de nuestra cultura, necesario es comprarlos, y con esa intención, el que escribe estas líneas, los publica, cuando se puede, que no es siempre.
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