lunes, 29 de junio de 2015

SE NOS VA JUNIO


      Al cementerio de los meses, ese que no necesita lápidas ni lucidos mausoleos, y que sólo vivirá en  el recuerdo, si es que alguno, grato o cruel, deja, se nos marcha junio. Ningún sobresalto grande motivó que nuestros corazones se aceleraran; tampoco hubo motivos de gozo mayor que no fuera el de seguir vivos, que no es poco cuando los años se agolpan en nuestras espaldas como granos revoletean en las tormentas de arena.
      Con este frívolo historial suyo ¿quién se acordará cuando pase algún tiempo de este junio 2015, que nada sobresaliente, ni nada doloroso nos dejó? Imaginamos que a los que, como a nosotros, más que su monotonía queda, muy huidiza y pasajera será su memoria. Y con una pizca de curiosidad, esperamos, en ese volatinero transcurrir del tiempo, a su hermano menor, ya en adultas edades, a julio, por si algo de inusual aporta; que no venga con trágicos ecos, es lo que, con toda el alma, pedimos. 

miércoles, 24 de junio de 2015

CLÁUSULAS DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO



     Como cláusula de obligado cumplimiento, la venida del fogoso verano nos atosiga con una serie de ineludibles imposiciones, la más urgente y necesaria, la de dar un vuelco a nuestro vestuario. No, desde luego, desprendiéndonos de él, que eso queda para gente adinerada y vana, sino cuidadosamente guardándolo, que su uso ha de durar unos años, y sustituyéndolo por el que la ardiente atmósfera requiere: prendas ligeras e informales, que es como nos encontramos más a nuestras anchas.
     Otra, de aquellas, que no acucia tanto, pero que es de considerar, la de trastocar nuestros horarios, porque, ahora, aconsejable y sensato es adelantar despertares, abandonar tibias sábanas y doméstico lecho y abrirse un hueco a través de la mañana, recién aparecida, sin desmelenar aún, más dormida que nosotros, con brisas tan novatas y saludables como benéficas, y toda la ciudad sometida a un aura de serenidad y quietud, que es una pura bendición para el cuerpo y para el espíritu. Buenos propósitos, pero habrá que llevarlos a cabo, porque las noches calurosas y el poco el dormir  no ayudan a madrugar, es el problema a solventar.

martes, 23 de junio de 2015

A QUEMADO HUELE LA TARDE


     Esto de la influencia de los vientos, ya plenamente del estío, y su amplio despliegue por nuestra geografía andaluza, desconcierta un poco. Resulta cuando menos extraño, para los neófitos como somos nosotros, que este poniente que hoy sopla con cierta fiereza, venga lleno de frescores, cuando a  sólo unos kilómetros de aquí, en la costa cercana, es puro fuego, el temible terral, para el que no se encuentra alivio, ni en el hogar ni, menos, en la calle.
      Pero  olor a fuego y a masa arbórea quemada, también transporta esta tarde en sus ondas viajeras, este viento de hoy. La maldición de todos los veranos, sin faltar uno. No queremos pensar que sea producto el incendio, del que habla la radio ahora mismo, de una mente enferma que haya querido celebrar a su nefasta manera las hogueras de San Juan, y su inocente rito.


domingo, 21 de junio de 2015

LO QUE NOS QUEDA DE LA ANTIGUA ADORACIÓN TRIBAL


     No con idolatría tribal, rodeado de enormes piedras megalíticas, como los primitivos, pero sí que influenciados por todas esas lecturas cultas que tienen su sede en internet, con un pelín de ansiedad esperábamos la llegada del día de hoy. Desde el amanecer, con el irisado rosicler e infinidad de nubecillas navegando entre fulgores, andábamos atisbando los cielos a ver si alguna señal sensacional, desusada, mostraba algo de esa actitud señorial del sol, aposentado en lo más encumbrado de su recorrido anual, avasallando un solsticio más.
     Nada nuevo, después, dentro de la maravilla que es la cotidiana marcha del universo. Muchas brumas que ocultaron al astro rey durante la mañana, para, con fuerza inaudita, proclamar éste, durante la tarde, que no se nos había extraviado; que seguía siendo dueño y señor del hemisferio norte y, a su tiempo debido, sin prisas, de cualquier otro. En fin que no sabemos que vaya a haber otra adoración tribal que no sea la de los multitud de jóvenes que, cada se semana, se aferran a lo que sea para mantener viva su adicción a vinos y adulterados licores.


jueves, 18 de junio de 2015

UN DIA MALO Y BUENO, O FAMOSOS QUE VIENEN A ECHARNOS UNA MANO MÁS PARA CARGARNOS EL PUENTE



  Decía el consejo de sabios que asesoraban a Fernando III en su reinado, que no había días marcados por la superstición, que todos eran buenos. No queremos darles la razón porque, en otro orden de cosas, sí que hay días que, por fas o por nefas,  son para no recordar. En realidad, para nosotros, ayer, fue un día bueno y malo. Bueno por encontrarnos de compras en un super muy ajenos y lejos de la barbaridad que nos comenta un amigo. Malo, desde luego, indignados diríamos, por ese atentado que no es el primero que se está cometiendo con nuestro Puente Nuevo. Gigantescas grúas estuvieron allí, no para reparar desperfectos de los que está ya lleno el monumento, sino para facilitar que unos famosos, de esos que son continuas portadas de revistas, se permitan el lujo, con cables, y abriendo boquetes, de jugar a deslizarse a lo largo del Puente. Y es que no escarmentamos, y la baba se nos cae, cuando gente de nombre, ( que bien podían dedicarse a hacer lo que saben, cantar, bailar, o lucir el tipo en pasarelas, y dejar a nuestros monumentos en paz), se dejan caer por aquí. Tan catetos somos, que dispuestos estamos a derribar y poner a sus pies lo que haga falta para contemplarlos. No hace tanto que una grúa, por mucho que se ocultara, desplazó uno de los bloques del pretil del Puente, y es que no escarmentamos y dispuestos estamos a destrozar en dos días lo que costó décadas en construirse. Más que catetos, imbéciles es lo que somos. 

miércoles, 17 de junio de 2015

DOS VIGILANTES PINSAPOS



      Pocas son las plazas de nuestra ciudad que no se se abren al amparo de un templo. Parece como si fuera condición imprescindible para asumir la condición de tal. Cuando no, las menos, si no una iglesia surge la presencia de algún monumento que, en cierto modo, viene a proclamar que el lugar por el hecho de ser plaza merece una distinción, una parada, una distracción, si es que se quiere hacer un alto en el camino.
       A la del Campillo, en la que en tiempo de los árabes destacaba por ser plaza fuerte y la visión de una enorme torre vigía de los campos cercanos, por donde podían entrar el enemigo invasor,  es ahora una de las más entrañables de la ciudad, sin apenas ruidos y con plenitud de rumores y tupida fronda. Y también con el paso de los años le han crecido sus vigilantes, inocuos, pero hermosos y florecidos en su cúpula en estas fechas. Son dos espigados pinsapos, a ambos lados, guardando un diminuto y oblongo jardín, y que aunque miran a la lejanía por donde pueden estar sus hermanos de raza, allá por las sierras de Grazalema, no añoran lo más mínimo estar aquí, de ahí su solemnidad y brillo, que son grandiosos y de admirar.

viernes, 12 de junio de 2015

FLORACIONES QUE VAN Y VIENEN



     A golpes de nubes se desvanece la primavera, pero no nos dejemos engañar porque estos pardos nublados y estos ponientes de alado frescor por más que en esencia ayuden a expulsarla, parecen que la propician. En cualquier caso, algo que no es. Y no hay más que ver la gozosa epifanía de las adelfas,  ahora dueñas de las frondas, con una una orgía de blancas y rojas floraciones, balanceando su redondez y luciendo más que nadie estampadas contra la severidad del paisaje. O el color de oro viejo que han tomado las laderas del Tajo, transformando su intenso y pasado verdor en dorado de roca, en el de la piedra añeja y milenaria. Por la Alameda, hay un verdor de aceituna que no sólo no se ha perdido sino que ha ganado en delicadeza, pese a sus espinas, y una corona de fragantes cenefas, las entrañables chumberas,  engalana a sus frutos, en lo más encumbrado de ellos, de azorados colores y formas. Floraciones que huyen y floraciones que vienen, en una mescolanza de verdes y púrpuras, despliegue afanoso en la mañana, para que nunca falte una pizca de ilusión, de esperanza a nuestro peregrino caminar.

miércoles, 10 de junio de 2015

LA ECONOMÍA SE MUEVE


     La economía se mueve, exclaman con la euforia en el cuerpo, orgullosos del presunto éxito, los que nos gobiernan. Mirando, por ejemplo, el movimiento de locales en obra que aparecen en nuestra calle mayor, habrá que reconocer que algo hay de cierto en cuanto a ese tráfago de obreros que van y vienen, adaptando, esperanzados, comercios para una próxima apertura. Se diría, para un observador sin ganas de profundizar, que se trata  del comienzo de una recuperación de la crisis tan esperada como necesaria. Lo cierto, sin embargo, es que lo que contemplamos ahora no es nada nuevo, sino una repetición de lo que viene ocurriendo estos últimos tiempos. Un esforzado intento, eso sí, de muchas emprendedoras familias por iniciar nuevos negocios que se preven rentables pero que, con suerte, no durarán más allá de uno o dos meses, cuando, agotados todos los recursos, se cercioran no sólo del fracaso, sino de que se hallan, con el dinero invertido, peor que antes. No, no se mueve lo más mínimo la economía en el sentido en que los políticos hablan, al menos por aquí, sino que, cada día se estanca más y más. 


lunes, 8 de junio de 2015

PARDAS BRUMAS



      Las pardas brumas que nos visitan estos días, precoces avanzadillas de un prematuro calor, no auguran nada bueno, ya que unidas a un viento con parecidos signos y de foránea procedencia, proclives son a levantar melancolías y tristezas en nuestros espíritus. Se diría una espina clavada hasta lo hondo en el optimismo que desprendía el tiempo los pasados días, en los que todo invitaba a soñar, a creernos instalados en un edénico y permanente paraíso. Consuela al menos de estos malestares, contemplar a los que pasan a nuestra vera, sumidos en las mismas sombras y nieblas del alma, como idos, la mirada perdida y con pocas ganas de andar por las calles. Otra cosa son los venidos de fuera, que preocupados por encontrar las atracciones que les ofrece nuestra ciudad, no piensan en otra cosa. 


viernes, 5 de junio de 2015

LA ATRACCIÓN DEL DÍA


      No es nuestra ciudad, en contra de lo que fue en otro tiempo, de las que suelen carecer de atracciones; aparte, desde luego, de las que ya proporcionan a los visitantes sus monumentos y honduras. Y no hay nada más que echar un vistazo, para comprobarlo, a las que dio cabida el pasado mes de mayo. Lo cierto es, que, pocos días, son los que no hay algo nuevo que venga a sorprendernos. Lo hizo esta mañana, ese despliegue, junto a la plaza de toros, de modernas armas bélicas, más grandes que pequeñas, enormes cañones y demás,  con todo su estremecedor potencial escondido entre su brillante armazón. Una pequeña muestra de lo que dispone las fuerzas de La Legión para combatir al enemigo.
       Como, uno tiene sus aficiones, y nunca fueron las guerreras,  las contempló de lejos, con un cierto amargor, porque no dudo que serán necesarias en casos extremos, pero cuanto menos se usen y más lejos las veamos, mejor.

miércoles, 3 de junio de 2015

CON ALAS PRESTADAS



      Con alas prestadas, según compromiso adquirido con antelación, al lado de dos centenares de compañeros, cruzamos los senderos de los cielos infinitos, dejando bajo nuestros pies a vaporosas nubes, níveas y flotantes alfombras. Lo bueno de dejarnos llevar de este modo, de viajar de esta manera, es que ningún esfuerzo por nuestra parte necesitamos para auparnos a tamaña altura, a no ser el que materialmente necesitamos, como en la bélica canción, prietas las filas, para superar la angostura a las que las compañías someten a nuestros asientos, por atrás y por delante. Son vuelos económicos, no hay que decirlo, y todo es escasez, estrechez y aprovechamiento al máximo del breve espacio, para meter dos donde sólo cabe uno. Pensando en estas mezquindades, más que en un posible accidente, pasan casi presurosas el par de horas que requiere el llegar y el suspirar aliviado, porque la tortura, por esta vez, ha finalizado.

lunes, 1 de junio de 2015

EL MANDAMÁS DE JUNIO ESTÁ AQUÍ



      Con un origen nada claro, dada su historia y andanzas como buceador de culturas, hiende junio el año y se encarama en la cumbre más pina del calendario para, desde allí, vislumbrar y proyectar un descenso que, a poco, le llevará con medidos pasos hasta estaciones más plácidas y monótonas. Es lo que es: un mandamás de concluyentes solsticios y de peregrinas estaciones a las que abre y cierra puertas; a unas porque llegada su hora ya fenecen llenas de achaques; a otras porque pujantes advienen con su cohorte de pujantes cielos y soles. Mudanzas y más mudanzas, en realidad medrando una y otra vez dentro de un carrusel que enloquecido gira, que nunca se detiene, que trae y lleva a la naturaleza y a  nosotros, sus juguetes favoritos, cuanto hay que traer y llevar, que no es poco.