lunes, 29 de diciembre de 2014

LLEGA EL BISTURÍ.


        Este frío, jactancioso, bravucón, intimidador, del averno de los suyos procede. Tardó lo que no está escrito en llegar; en teoría ganduleando anduvo, en la práctica solapadamente velando armas, acaparando energías para, ahora, desparramarlas hirientes, sin tino ni importarle a quién fustiga, a quién castiga o a quién contenta, que, como todo en este veleidoso mundo, cuenta con sus hinchas y detractores.
        A la larga, prestando oídos sordos a cualquier loa o diatriba, de agudo bisturí ejercerá; que para eso aquí está, cauterizando malestares a fuerza de chillidos o también prolongándolos por no dar con la debida tecla. Casi más sana la reclusión en el hogar, con insustituibles braseros que sin aturdir como hace unas semanas, esparcen candelas de dioses, contemplando pies y piernas a barullo, que por estas jornadas de cierre de año es mayúsculo  el atolladero, el no hay entradas, en cada casa de la tierra, la nuestra, que es la vuestra.

sábado, 27 de diciembre de 2014

CUERNO DE LA ABUNDANCIA POR NUESTRA CALLE MAYOR


        Esa calle magna de la Serranía que es la afamada de la Bola, pinturera, exótica, universal, luenga como un día de hambre, que juega siempre con el fraude de un nombre que no es el suyo, aunque lo fuera, se ha embadurnado de cuerno de la abundancia, uno más de sus disfraces, y a los avispados que descifraron su mensaje les ha abarrotado los bolsillos de moderno oro. Y como no podía ser menos,  para una fortuna que se ha originado al paso, no en establecimientos, como la de tantos caminantes que la recorren, sus dadivosos acólitos dos loteros de Arriate e Igualeja, buena masa de la tierra serrana. Bendiciones para los afortunados, si pobres de necesidad mucho mejor, pero difícil será que puedan estos emplear en algo que no sea comer un dinero que no tienen.


jueves, 25 de diciembre de 2014

UN VASTO PIÉLAGO DE FELICIDAD



        Habituados al tráfago y bullicio de otras fechas, incluso las festivas, resulta algo insólito contemplar a media mañana, como hacemos ahora, con un sol invernal de leyenda, las calles sin caminantes y los múltiples caminos de la ciudad, los que a todos lados otros días llevan, sin sentido,  ruidos, sin murmullos de voces ni deslizar de pasos. Se diría que, enclaustrados en casa, ahítos del chaparrón de buenos propósitos, de sueños de una paz duradera, tan ansiada como utópica, que nos cayeron en las últimas horas, las estamos, algo escépticos, digiriendo en la medida de nuestra credulidad, de nuestras particulares esperanzas de que alguna vez lleguen a ser realidad.
              Para que no se diga, brindemos también desde nuestros corazones, uniéndonos a los que por más vastos y esperanzados piélagos navegan, clamando porque además de ese, inefable, sincero   coro de voces  que hoy claman por una transitoria felicidad, halle una senda interminable, eterna, universal, que a todos alcance.


martes, 23 de diciembre de 2014

MILITARES AIRES



        Instaurado ha quedado desde poco ha, con todas las de la ley, por lo que a su papeleo se refiere, el invierno. No en cuanto a sus rigores, pues dormitando se hallan estos aún, y con escasas ganas de espabilar. Y ni siquiera a ese viento de esta mañana, que, como otras veces, gusta de aullar pero que amaga más que pega, se le puede calificar de invernal. Se diría, además, que más que incomodarnos
azuzando malestares y trastornos en la mente y cuerpo de los que andamos por aquí, lo que pretende ahora es darle el postrero empujón a las hojas moribundas, echándolas una mano en su postrera despedida de la que fue su casa, los árboles. Después, para que no nos quede duda alguna de su bien hacer y laboriosidad, este viento mañanero, montaraz, militar, las arrincona contra muros, fachadas de viviendas,  rincones de aceras y parterres de jardines, ordenándolas y poniéndolas firmes, o las obliga a desfilar, ni dejándolas descansar en su agonía a las pobres mías.


domingo, 21 de diciembre de 2014

ARCANOS PARA NO TOCAR


            Zaide, arcanos tiene la existencia que no te serán fácil de descifrar, pero que si te empeñas y afanas en demasía, pueden que algún día te levanten su hermético velo. No te recomiendo, en cambio, que lo intentes con el que se esconde tras el origen y sentido de nuestro mundo, en este en el que naciste y a veces naufragas, ni con los que no conoces del inmenso universo, mas que sabes que existen.
         No obstante, más te vale, si es que no quieres afecten a tu cordura, sin más metafísicas averiguaciones, dejar a su aire el pautado transcurrir de los días, más real que cualquier otra idea, y tomar de ellos y de su disciplinado paso lo que de bueno pueden ofrecerte, si es que tú lo estás, también, en tu salud y ánimo, que no será poco así programada la cosecha recibida.


jueves, 18 de diciembre de 2014

ENGAÑOSO ALIENTO



     En estos momentos de tránsito del calendario, en que el año se adentra sin tapujos por senderos invernales, con el otoño, cumplido su ciclo, recogiendo bártulos, a veces, como hoy, el tiempo, el impredecible tiempo, nos regala dadivoso con un día glorioso; un benéfico respiro entre estación que desaparece y estación que llega; esplendoroso, pero engañoso aliento, porque muchos no vendrán así en los próximos meses, con estos brillos y luces y un sol amable luciendo sus dones, de los que hasta las escasas hojas que en los árboles permanecen parecen tomar una desconocida energía para no caer en la prosa del suelo.
     Bueno será, ahondar en ese filosófico estoicismo, compañero inseparable ya de nuestras idas y venidas, el mismo que nos llama a no ir más allá de lo que las horas nos van procurando y actuar de acuerdo con su cosecha. Por eso, ahora, dejémonos envolver por esta plácida atmósfera, y no pensar en el incierto azar que otras con harta seguridad traerán en su seno.


martes, 16 de diciembre de 2014

LO QUE ES LA VIDA



      Sobra vida en las calles, plenas de luz y de risas no ahogadas.  Y ostensiblemente falta aquí, en este dédalo de pasillos angostos, de murmullos sin estridencias, puertas colmadas de avisos, nombres de facultativos y horarios, que pocas veces se cumplen, de circunstanciales camillas y camilleros, de carritos de inválidos o de mermados de razón. Una muestra más, se diría, del anverso y reverso que es la vida, de lo que este mundo nos ofrece, unas veces relativa calma y sosiego; otras, inquietud y penas. Una muralla, a veces definitiva: a un lado la salud, la despreocupación, las ganas de hacer cosas, la diversión si se quiere, de no pensar en nada que no sea el quehacer acostumbrado, la rutina sin nubes cotidiana; al dorso, al lado opuesto, llanto apenas contenido, rostros surcados por una inquietud que no acaba de irse; y la esperanza, tras interminable espera, cuando te avisen, de un dictamen no demasiado cruel, en el que flote todavía una pizca de esperanza, de luz de la que sobra fuera.

viernes, 12 de diciembre de 2014

UN LEJANO SUEÑO



      Pocas aventuras, Zaide, hallarás a lo largo de tu existencia, más azarosas y complejas que la que lleva a la búsqueda de tu equilibrio; el que dé mesura, quietud y algo de sentido a tu caminar por el mundo. Brújula añorada es, que te ha de señalar el norte. ¡El norte!, isla soñada, lugar un si es no es utópico, que hay que ganar para quedar a salvo de imprevisibles tempestades y agotadoras borrascas, donde todo transcurre y permanece en una calma de cielos sin infiernos, de legendarios humanos dioses.
       ¿Qué cómo, si no es el ansiado y mítico norte, encontrarás un regular equilibrio, con el que escudarte y hacerte fuerte ante los embates del mundo?
     Me temo, amigo, que no conozco mágicas pócimas, mi milagrosas recetas, ni oníricos senderos


que pueda recomendarte y que no nazcan de tu esfuerzo, un esfuerzo gigantesco, sobrehumano, de noches de insomnio y libros;  que no es labor de horas, ni de meses, sino permanente y siempre con la inquietud de si ese equilibrio es una realidad conseguida o un lejano sueño.

martes, 9 de diciembre de 2014

PUEBLOS Y CAMINOS SERRANOS



         La soledad de las carreteras que recorremos, angostas, sinuosas, abruptas, es tal, que se pensaría en la inutilidad de su construcción, en un fallido esfuerzo para nada, porque para nada servirían, si es que alguna vez de algo sirvieron. Es, desde luego, hablar por hablar, ya que razonable es que todos los caminos a alguna parte lleven; a algún lugar habitado, y no valdría decir que es mejor el camino que la posada, porque ambas son, a cualquiera de las que esta carretera conduce, a cualquier pueblo, una veintena dignos de mejor suerte, que no de belleza que ya, y en alto grado, la poseen.
         Y sí, al final de la carretera, tras indescriptibles ascensos y descensos por un nemoroso escenario, te asalta casi, de improviso, traidoramente, la blanca presencia de un pueblecito, abrumado por la cal que lo cubre, en el que reverbera la calma de un generoso y limpio sol y la luz que desprende a borbotones la falda de la montaña sobre la que se asienta. Si los caminos daban la impresión de ser carentes de necesidad, lo mismo se podría aplicar a cualquiera de estos pueblos serranos, medio ocultos, medio perdidos entre las entrañas de picachos y rodeados de rocosos senderos; si no fuera por la pulcritud de calles y viviendas, con un halo de la de otros tiempos, se diría, ante la falta de vida, que no mora nadie allí; algo que desmiente a nada tardar algún rebuzno, algún ladrido, algún canto de gallo lejano, algún golpe de azada abriéndose paso en la gleba recién mojada.


sábado, 6 de diciembre de 2014

GÉLIDAS LÁGRIMAS DE LA NOCHE



      Aunque se ha demorado más de lo previsto, ha querido hoy, diciembre, retomar viejos fueros y discursos que un día le fueron propios, como la oscuridad a las sombras, y poner al descubierto cualidades que le dieron nombre desde luengos y remotos años. Por eso, sin meter mucha bulla, sin alharaca ni laboriosas presentaciones, se ha dejado venir la mañana con el gélido saludo de una primera helada, sembrando cristales y al mismo suelo con fornidos brochazos de opaca blancura. Aviso es en la naturaleza de que algo ha cambiado ahí fuera, donde se cuece la consuetudinaria  vida de calles y rincones, al aire libre. Recojamos por demás, el silente mensaje de que otra capa más de abrigo nos será necesario para enfrentarnos a los desafíos de un cercano invierno, que, como decimos, no ha hecho más que avisar y diluirse, porque, a poco de amanecer, un sol, todavía con ganas de agradar y calentar, se llevó por delante esas gélidas lagrimas vertidas por la noche; pero no siempre será igual... 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

MENOS VIDA EN LA MAÑANA


      No hay menos vida en la mañana que en cualquier otro día, aunque la impresión, con un frío que comienza a imponer su invernal reinado, es que le faltara algo; puede que el bullicio de las calles, desmayadas a estas horas, en las que se echan de ver a los grupos de turistas, su amalgama de voces, de lenguas o sus abigarradas vestimentas, denotando en muchos casos su procedencia septentrional. Se quiera o no, es diciembre, un mes que invita con toda su antigua prosapia de hielos, nieves y crudeza, a espaciar salidas que puedan afectar a nuestra salud, a la de los humanos en general, tan frágil y tan en peligro siempre. Hay que ahorrar energías y no dilapidarlas en viajes y escatimar gastos, porque, paradójicamente, a final del mes, las fiestas y celebraciones que lo atosigan, obliga a ello. Ahorrar para acometer el despilfarro que en esos días no espera, un contrasentido, y más viendo como una parte de nuestro mundo se muere de hambre.  

lunes, 1 de diciembre de 2014

MUDANZAS PARA DICIEMBRE


      En mucho ha cambiado el mes con el paso de los siglos y de la historia, salvo en lo de cerrar la puerta, antes siempre de par en par, del año, que en eso y en lo de abrir las de la estación invernal, que siempre han estado a su cuido, no ha habido mudanza alguna.
      Sí, ahora, en desmentir con su paso, un si es no es apacible, viejos apotegmas y sentencias que han destrozado el vaivén de los tiempos y, también, el de la cambiante por día atmósfera, cuando no el humano ingenio, inventando aparatos de todo signo. Posible es, aunque antes no lo fuera, buscar rosas, y abundantes, en diciembre; o navegar en este mes, surcando sin mucho riesgo los anchos mares; y, desde luego, necio sería ocupar el mes en dormir y echar leña al fuego, como era casi obligado antaño, para mecer tus sueños, que si a eso condenaba su dureza, con creces superado está. Más se le nombra y mima hoy en día, sobre todos por comercios y sentimentales, por sus fiestas y jolgorios, empujado por tradiciones que, hay que decir, a nadie hacen daño y a la economía de muchos aprovecha.