viernes, 31 de mayo de 2013

TÉCNICOS QUE SE AÑORAN




       Con estos tiempos que nos flagelan, de insistentes penurias, tal interminable peste medieval, se ven cosas cada día que más que sorprender pasman por muy estoico que se sea. Porque si razonable es que nos valgamos de todas nuestras artimañas y medios para ir lidiando de mil maneras con la avalancha de restricciones con que los gobiernos a mansalva nos imponen, no lo es en modo alguno que entuertos y averías de servicios de teléfonos y televisiones, por citar algunos, que religiosamente pagamos, se pretenda su arreglo a distancia con un "hágalo usted mismo". 
        Aquellas benditas horas en que un técnico acudía presuroso a su llamada, ante esas situaciones de fallos del servicio, han pasado a la historia. Y así, con el teléfono como instrumento mediador, desde el otro lado de la línea se le van dando a uno instrucciones con la intención de que se sea uno mismo el "manitas" de turno, el reparador que a voces  solicitábamos. Y no sólo es el tiempo en que ocupa a uno la dichosa reparación a distancia, si es que se logra, sino la cantidad de operaciones que le hacen a usted  acometer, de ir y venir de un lado para otro,  quitando y poniendo cables, decodificadores, ruters, apagando y encendiendo ni se sabe qué, desenchufando clavijas, averiguando dónde leches se encuentran los aparatos de nombres que uno no ha oído en su vida. Casi en todas las ocasiones acaba estallando y echando chispas tu paciencia, pero nunca la del operador a distancia, que esa es infinita, que para eso le pagan lo que a usted, como estulto cliente, le quitan.     

martes, 28 de mayo de 2013

UNA DULCE MIRADA A NUESTRO PASADO




      Rememorar al pasado no es, desde luego, vivir de él, sería insensatez;  pero sí tenerlo en cuenta por lo que puede significar como semilla feraz en el desarrollo de nuestro devenir actual. Ciudad turística somos por antonomasia, y mucho pusieron de su parte en pasados siglos los esforzados visitantes  que llegaron atraídos por el mágico efluvio que desprendía ese conjunto ideal arrebujado en una comarca de ensueño;  medio centenar de pueblos ancestrales unidos por carácter, medio, forma de subsistencia y de entender el mundo. Aun sin pretenderlo, se constituyó nuestra serrana tierra en alimento literario a cientos de extranjeros que escribieron hermosas páginas con una devoción y un entusiasmo pocas veces visto.
     Que ahora, con deliciosos textos, con imperecederas frases, se haya querido rendir un emotivo homenaje al pasado y al presente, reflejadas en fogosas cerámicas, en ese retablo instalado en Santo Domingo, es algo que debíamos, para corresponder,  a quien nos alabó y nos va a seguir loando, con voz o con pluma, y un acierto de las personas con  la fundamental de la concejalía de turismo, que contribuyeron   

miércoles, 22 de mayo de 2013

FERIAS EN EL RECUERDO



     Se le acaba el tiempo a este mayo de contrastes, de insufribles fríos y calores. Como a todos, algo de ese contagio de andar un poco a la deriva le acoge. Hay que recordar que durante siglos, estos del mes en que estamos, fueron los días de la famosa y real feria, que atrajo a gente de media España y a algunos más  de allende la patria. Por ella, siendo emperatriz de los franceses, se paseaba a caballo con su séquito Eugenia de Montijo, condesa de Teba, lo que ya da una buena idea de la categoría que la festiva celebración tuvo en su época.
       Para cumplir con su recuerdo y no sepultarlo del todo, anduvimos el domingo por la que del ganado todavía tiene hoy lugar. Alguna escena de las que contemplamos, algún bastón de gruesa madera, algún sombrero gitano, nos llegó a recordar a la que con mucha dignidad, transacciones y animación se celebraba años atrás. Lo mejor para los que amamos a los animales con verdadera devoción, ver otra vez, como si el tiempo no hubiera pasado, a burros, toros y caballos de raza, en un ambiente rural, reunidos sin hostigamientos y no como carne de consumo, en el caso de los jamelgos, o martirizados bajo pretextos de arte, en el de los astados, que nunca puede haber arte donde existe crueldad.

domingo, 19 de mayo de 2013

TRENES DE AYER Y DE HOY: EL DE NUESTRA CIUDAD A ALGECIRAS.




     Pocos gozos tan milagrosos conocieron nuestra niñez como los que proporcionaban los trenes movidos por  vapor a su paso por las estaciones. El elemento mágico era por excelencia el humo, capaz de transformar en unos instantes eternos un sencillo escenario de inertes railes, fugitivos soles y torrentes de rumores en una silente isla encantada en la que nada era lo que era, sino mimbres de sueños  atrapándonos para dejarnos sin aliento.
       De ese embrujado escenario, se era igual de partícipe tanto si se era absorto espectador desde los andenes como si agraciado pasajero en las ventanillas de sus vagones. De estos nada nos robó más el ánimo que nuestros primeros viajes por un recorrido en el que el tren se aupaba o descendía por las riberas, plácidas unas veces, agrestes, otras, fantásticas y rumorosas siempre, del inefable Guadiaro acudiendo a la llamada del mar.
        Que este tren, sin vapor ya sus locomotoras, y con las paradas obligadas en las limpias y sonrientes estaciones de los pueblos serranos, sirviera todavía de enlace entre ellas, y que desde él se pudieran contemplar amaneceres de ensueño alumbrando cuevas, hondas buitreras, quebradas y valles, era otro milagro que, conociendo los tiempos, sabíamos no iba a durar nada. Habituales recortes que ya a nadie engañan frustraron su sosegada marcha;  no tan voraces aquellos como las arcas de los potentados a los que, por un camino o otro, van a parar los dineros confiscados al modesto bienestar de la gente sencilla.

jueves, 16 de mayo de 2013

LA AGONÍA DEL LIBRO




         Desolación tremenda la del martes en la Feria del Libro, instalada en el Puerto de Málaga; más bien, se diría, su funeral. Casetas que casi se incrustaban en el casco de lo que podría ser la bodega de uno de esos gigantescos buques de cruceros de recreo, poniendo una pequeña nota de color los  rosados nombres  de las librerías participantes en el terso armazón de aquél. En realidad, lo único que atrapaba la vista del evento, porque por lo demás, las doce de la mañana de un día espléndido y ni un alma cercana a la muda llamada de los libros. Comprobado está, que con tantas limitaciones a que se ve sometido, rueda ya el libro por una pendiente, con todo lo que le rodea, editoriales, librerías, imprentas y demás, por la que le será problemático auparse otra vez a la perdida normalidad de hace unos años. Cada vez nos turba más el pensamiento de que, como cuando el libro hecho pergamino, se refugiaba en templos y monasterios, acabará siendo cosa de iniciados, casi de alquimistas. Algunos de mis amigos, de los que escriben, como acto heroico final, han comenzado ante la falta de mentores, a pagar sus propias ediciones. Si se recupera entre las amistades lo pagado, bien; si no, la pequeña satisfacción de, aunque no se compre su obra, poner en órbita un libro antes que el manuscrito muera en el contenedor de la basura, como un detritus más.  

miércoles, 15 de mayo de 2013

SÍSIFO EN EL HORIZONTE DE NUESTROS SUEÑOS.



     A mis pesadillas habituales no las acometen terrores de escalofríos, ultraterrenos; no hay más terrores en ellas que el terror de nunca poder acabar lo que estoy haciendo: un examen, un libro, alcanzar una calle, vadear un río, cualquier cosa que sea lo emprendido. Y una y otra vez, y mil veces, a imparable velocidad, doy vueltas y más vueltas
sin jamás llegar a terminar lo que tengo entre manos, en una repetición que agota y martiriza. No existen piedras descomunales en mis sueños que, como el mítico Sísifo, tenga que aupar por verticales muros sin lograr, a pesar de acariciarlo, el descanso de la llegada a la cúspide; aunque sí la condena, a la impotencia, una noche y otra, del constante fracaso, a la maldición de repetir lo que se muestra inalcanzable, sin ni siquiera, al menos, tener acceso al suspiro que supone el abandono. 

domingo, 12 de mayo de 2013

INVASIONES PARA DISFRUTAR




       Invasiones nos acompañan este fin de semana, que, no por esperadas, dejan de ser  toda una delicia.  No acostumbrados a tanto despliegue de alegre bullicio, de alborozada y contagiosa alegría, en la que triunfa el gozo de la vida y el afán de patear el mundo, con el pie como protagonista, pisándolo o imprimiendo fuerza a los pedales de la bicicleta, por una vez ésta con el camino despejado de su principal enemigo el coche, hoy y ayer la ciudad parecía ser otra. Bares sin asientos libres, y las calles como en fiesta; por doquier colorido y gente de media España que, sobre todo, ha venido a pasárselo a lo grande, sin borracheras ni trifulcas  que suelen ser acólitos de éstas.
       En el alma nos alegramos
del que el proyecto que nació más como recuperación del buen nombre de un Cuerpo, con muchas dudas sobre sus actuaciones de otros tiempos, concluyera en esto: en proyección continua, pues son cosas de la que los participantes y familiares hablan a lo largo del año, impagable difusión de nuestras tierras serranas y de sus soberbios parajes. Y lo mejor es que durante unas horas, que ya es mucho decir, los de fuera y los de dentro, nos olvidamos de hablar de lo de siempre: de políticos, corrupciones y carencia de muchas cosas, que antes no eran propias.

miércoles, 8 de mayo de 2013

SUS CANTARINAS AGUAS NOS ESPERAN




     Con la misma intensidad y afán de protagonismo con que nos azotaron las lluvias, no ha tanto para que se nos haya ido su memoria, se ha desmelenado mayo en un santiamén, para agobiarnos con calores y exudaciones impropios del tiempo que estamos. Diríamos que, aprovechando lo bueno de la transición, los actuales y esplendorosos rayos de Febo, el dios sol, ya que sufrimos a la lluvia en su peor cara, su tozudez y pertinacia, habría que gozar de lo que aquella nos vertió a raudales, verdor, renacimiento y manantiales desparramando a miríadas su cristalina riqueza.
      Y si nunca faltó el agua allí, imaginamos desde nuestro encierro domestico, cómo andarán de enternecidas las tierras  del paraíso que es Benamahoma, junto a las alturas ubriqueñas,  con sus cien hontanares rebosantes de frescor y rumores, con su nunca perdido sueño de miles de cántaros esperando llenar sus entrañas de ese elemento tan imprescindible para la vida de todos los seres. Esperemos que la añoranza de la tierra de algún nativo expatriado, que cantan los versos de la cerámica instalada en el nacimiento del río, no llegue, con la recesión, a un flujo permanente que deje a ese edén, como a tantos otros de la Serranía, sin habitantes, que a lo más que aspiran es a volver al pueblo sólo unos días para las fiestas o las navidades. 

           

viernes, 3 de mayo de 2013

LA CIUDAD "SOÑADA" Y SUS PESADILLAS



     Aunque atravesar el concurrido trayecto del Puente, costara un mundo a bordo de sus escuetas aceras y el burbujeo del ir y venir de inquietos visitantes, con revuelos de cámaras al aire abiertas al nunca bien ponderado escenario de nuestro universal abismo; sin embargo levantaba el ánimo, más que nada por si envuelto en ese aire de normalidad y bullicio de otros días más lisonjeros, y casi perdido ahora, llegara un respiro para la acongojada economía local.
      Balcones y miradores tan atestados surgían esta mañana de apacible mayo, que apenas había resquicio para mirar. En cierto modo, y es triste, alegra el no tener un hueco, cabida, en el de Aldehuela por donde, como en tantas ocasiones, dirigir nuestros ojos al indescriptible espectáculo de las rocas ornadas de verde, un milagro raras veces visto, con que peñas y peñascos saludan alborozados a la primavera este año. Soberbio sí, si a esa alba y esmeralda diadema que son fragor y  viviendas unidos, no la manchara con su pertinaz suciedad uno de los que fueron simbólicos monumentos nuestros, y que ya ha dejado de serlo: la Casa del Rey Moro. Que hay ruina dentro, ya lo sabemos; que necesita atención, qué vamos a decir; que hay desidia por parte de los propietarios y los que  debieran actuar ya, qué duda cabe; pero que ni siquiera podamos, como migajas redentoras de una mala pesadilla, darle una mano de pintura de cal o de lo que sea al edificio, para al menos no dañar el espectáculo del conjunto que lo rodea, eso no tiene nombre, ni dice nada bueno de nosotros como ciudad "soñada", a no ser que, como decimos, se trate de un horrible e interminable sueño, que no otra cosa es lo que nos aflige.

miércoles, 1 de mayo de 2013

UN POEMA TRUNCADO




          Trastornado e insufrible resultó abril. Algo debe estar fallando en el engranaje del tiempo, algún ajuste necesita la rueda de los meses para transcurrir como es debido y se espera de ella, porque no es normal esos altibajos, esa marcha hacia atrás y adelante, ahora frío ahora calor, ahora granizo, luego lluvia, tal un vendedor de géneros que en unos minutos muestra toda su variopinta mercancía, con ánimo de que alguno merezca la atención del comprador.
           Y no sabemos si mirar con buenos ojos al mayo que entra, porque esa exaltación del trabajo con la que se presenta, era miel y hojuelas cuando lo había; una diversión para un logro que se suponía conseguido para los restos y que como los amaneceres nunca nos faltaría. Ahora que es un mal, sin solución a la vista, surge lo que debía ser una fiesta, como un poema truncado, como un verso que se busca inútilmente, pero al que no se le encuentra ni el ritmo ni la rima.